La Confederación de Maestros Urbanos decidió entregar un monto de dinero -como una indemnización- a los profesores que lo necesitan para sus tratamientos. Dan entre 2.000 y 12.000 bolivianos.
Verónica Zapana S. / La Paz
“Fui al inicio de las clases a mi unidad educativa, pero en la semana tuve algunos síntomas. Me saqué una prueba y di positivo. Hasta el momento ya no pude volver al colegio”, contó una maestra de una escuela que está en una zona alejada de la ciudad de El Alto.
La profesora lamentó que hasta la fecha no cuenta con un reemplazo y pese a su estado de salud tuvo que enviar algunas tareas por WhatsApp para no perjudicar a sus estudiantes. “Pese a las molestias que tengo por el virus, estoy tratando de ver las tareas de mis estudiantes de tercero de primaria”, agregó.
Según datos de la Federación de Maestros Urbanos de El Alto, cada unidad educativa tiene uno o dos profesores que tienen la Covid-19 y están cursando la enfermedad.
La mayoría opta por tratarse en casa y necesita recursos económicos para adquirir fármacos. Según los profesores, tampoco cuentan con colegas para el reemplazo de sus funciones.
El secretario ejecutivo del magisterio urbano de El Alto, Ismael Cruz Aruquipa, explicó que muchos profesores que trabajan en esta urbe se contagiaron del coronavirus. “Hay uno o dos maestros que están afectados por la Covid en cada escuela”, dijo.
Cruz lamentó que los maestros que dieron positivo dejaron sin clases a sus estudiantes por la falta de suplentes.
“Sus estudiantes están perjudicados”, dijo e indicó que solicitaron reemplazos, pero las autoridades no dan respuesta. Aseguró que en algunos casos “no hay quién haga el trámite en la Dirección Departamental de Educación”.
En algunos casos por la falta de suplentes, en los cursos de primaria, el director se conecta, no pasa clases y sólo da charlas. Otros directamente no pasan clases. Otros salvan con la ayuda voluntaria de colegas de los profesores enfermos. “Los compañeros pasan clases, pero no las horas que deben ser, sino menos tiempo”, indicó.
El viceministro de Educación Regular, Bartolomé Puma, dijo que efectivamente tiene conocimiento de que existen maestros con la enfermedad, pero aseguró que “no cuenta con la cifra exacta” de profesores infectados.
La autoridad aclaró que las direcciones de los colegios deben informar a las distritales para conseguir la asignación de un reemplazo. “(Se dará) siempre y cuando el profesor cuente con su baja médica”, agregó.
Según Cruz, ayer al mediodía se enteró que uno de sus compañeros dio positivo y está delicado de salud. “Pedimos a todos los colegas afectados que se mantengan aislados en sus casas con todas las medidas de bioseguridad y con un tratamiento. La mayoría fue al hospital y no volvió. Fallecieron”, dijo.
El dirigente lamentó que su sector sufre por la falta de atención médica pese a tener seguro social. “Es un saludo a la bandera”, dijo e indicó que no reciben servicios, además sufren por las largas filas.
Ante esta situación, los educadores buscaron médicos para no descuidar su estado de salud.
El dirigente dijo que “la enfermedad es costosa” y por esa razón muchos profesores gastan sus ahorros en medicamentos y en la compra de tanques de oxígeno.
En una reunión de la Confederación Nacional de Maestros Urbanos se decidió que del 1% de los aportes que cada afiliado daba a la organización, ahora se use para dar como una indemnización a los profesores afectados.
“En El Alto deben dar 5.000 bolivianos a los que realmente necesiten y también a los familiares de maestros que fallecen para los gastos funerarios”, dijo.
El secretario ejecutivo de la confederación, Vladimir Laura, explicó que aunque “no cuentan con el dato de maestros enfermos, la confederación desembolsó la ayuda económica a cada una de las federaciones”.
Indicó que la ayuda es de 2.000 a 12.000 bolivianos. “El monto dependerá de la cantidad de afiliados que tiene la federación”, sostuvo. Según la profesora Anabel, de Potosí, en ese departamento existe una “lista tremenda de maestros que buscan esa ayuda”, pero el trámite es burocrático. “Las maestras que pasaron la Covid el año pasado entre junio y julio recibieron en diciembre 900 bolivianos”, dijo.
Un panorama
- Educación En la unidad educativa Phujravi, del Distrito de Sica Sica, en La Paz, se pasan clases presenciales. En un salón, aproximadamente una docena de estudiantes aprenden desde una especie de cubículos de nailon, instalados para evitar los contagios de coronavirus.
- Gestiones En las unidades educativas que optaron por la modalidad presencial, en su mayoría en el área rural, se intentan controlar todas las medidas de bioseguridad. La lista de útiles de este año incluye barbijos y alcohol en gel. En la puerta hay un área de desinfección y medida de temperatura.