Mary Luz luchó hasta el final contra el cáncer, pero el suplicio familiar no acaba

El suplicio de un año y cuatro meses para esta familia no terminó. Vendieron su casa para pagar las operaciones, se prestaron dinero y ahora están sin recursos.

Fuente: paginasiete.bo



Jorge H. Quispe C.

Nacida en Oruro, Mary Luz Mendoza alcanzó el éxito como comerciante en Santa Cruz y allí también conoció hace más de 20 años al paceño Edwin Rodolfo Mamani Quispe con quien formaron una familia. Todo iba bien, hasta que se le detectó gastritis que luego se convirtió en un cáncer maligno que acabó con su vida el domingo en Alto Lima.

Su esposo y sus cuatro hijos fueron la trinchera contra la enfermedad, que pese a todo el esfuerzo que pusieron en los últimos 16 meses, no fue suficiente para salvarla, porque la pandemia le quitó la última posibilidad de vivir y de ser atendida médicamente ante el colapso de los casos del coronavirus en los centros hospitalarios paceños.

Edwin aún recuerda las palabras de un médico que asistió a Mary Luz el año pasado. “Está desahuciada tiene que ir nomás a su casa a esperar la muerte”.

Rosario, hermana mayor de Mary Luz, cuenta el calvario que sufrieron en su intento por salvarla. “El año pasado con la pandemia no había centros para atenderla y en el Oncológico de Santa Cruz (a donde también la llevaron) debíamos pasar una serie de protocolos y esa demora le costó la vida a mi hermana”, reclamó.

En La Paz, Mary Luz, que tenía 44 años, esperó hasta casi dos meses sin comer una operación que finalmente tuvieron que practicarla en Santa Cruz. Ese momento fue demoledor para la familia, que pese a ello batalló hasta el final.

Para ese momento, ya habían vendido la pequeña casa que tenían en esa ciudad donde nacieron sus cuatro hijos: Jorel, de 18 años; Melissa, de 16; Yerald, de nueve y Taylor, de cinco años.

Y ante la emergencia consiguieron un préstamo de Bs 65.000, pero había que pagar además las tres sesiones de quimioterapia cada una de Bs 7.000. Todo ello, sin contar los medicamentos.

Las deudas no acaban

Todo llegó de un sopetón en los últimos dos años, cuando la familia había decidido instalarse en la zona de Alto Lima, en El Alto.

“El cáncer no solamente se ha llevado a mi esposa, nos ha dejado en la pobreza, porque no tenemos dinero y todavía debemos Bs 20.000 para pagar la primera operación”, se lamenta Edwin, de 45 años.

Hasta el último minuto de su vida, Mary Luz, sintió mucha pena por sus hijos. Con el último suspiro también se fue el sueño de verlos crecer.

La madre de familia fue enterrada este lunes en el cementerio de Villa Mercedario, una zona alejada de El Alto, y ahora los hijos y Edwin pretenden seguir adelante, pero necesitan ayuda de la población. El padre de familia y Jorel, el hijo mayor, buscan trabajo, pero además requieren ropa y alimentos para los dos pequeños.

Si desea colaborar con esta familia puede llamar a estos números: 752-98168 y 788-39028, los niños les agradecerán.