Por segundo día consecutivo se realizan bloqueos en distintos puntos del departamento cruceño que han sido instalados en las carreteras al este y norte
Este martes se cumple el segundo día de bloqueos de carreteras en Santa Cruz que instalaron productores de soya que reclaman la eliminación de la banda de precios, además de que se le permita el uso de la biotecnología en busca de mejorar su producción.
Fidel Flores, presidente de Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), explicó que esta protesta será de manera indefinida hasta obtener una respuesta favorable del Gobierno. La medida de presión también recibió el apoyo del transporte pesado.
Pero ¿Qué es la banda de precios?, el motivo por el que se ha dado este problema.
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Flores explicó que ha sido establecido a través de una fórmula en la que se ha fijado el precio para la venta de la harina de soya dentro del mercado interno entre $us 285 como mínimo y $us 295, «eso incluido un impuesto que en realidad lo ha fijado a razón de $us 255», cuando este producto en el mercado de indiferencia de exportación está en $us 450..
«Esa diferencia que existe, 150 dólares, en la cadena productiva en la que estamos nosotros, la Industria y los pecuarios, en algún momento se la tendrá que traspasar a alguno de esos sectores y como estamos abajo de esa cadena repercute en nosotros», puntualizó.
Con el establecimiento de las bandas de precios, según productores, se interrumpe la negociación entre vendedor y comprador pues se se apoyan en esta medida para pagar en menor precio de lo que se comercializa el grano de soya.
En diversas ocasiones autoridades de Gobierno han descartado una eliminación de esta medida con el argumento de que se busca garantizar el abastecimiento del mercado interno.
«El Gobierno justifica diciendo que garantizará la seguridad alimentaria del país, si realmente quiere ello que fomente la producción, no que regule la producción, tiene que tener políticas claras para el sector», responde Flores.
El representante de Anapo añade que esta medida afecta principalmente a pequeños y medianos productores y más ahora que están cerca a iniciar la cosecha, «no tenemos precios, vamos a entregar nuestro grano y recién vamos a negociar el precio. No queremos tener ningún justificativo para que nos digan que no nos pueden pagar un precio justo debido a esta banda de precios».
¿Peligra la seguridad alimentaria?
«De ninguna manera», sostiene Flores; la harina viene a ser el 30% de los alimentos que se usan para criar pollos y ganado.
«Si el Gobierno quiere fomentar la producción que haga políticas claras de fomento, no le estamos pidiendo plata, nuestro modelo es producir», puntualizó.
Propuesta
Anapo dice que si el Gobierno realmente quiere subsidiar la producción, se le ha sugerido que a través de Emapa (empresa estatal) compre grano de soya, lo procese lo transforme en harina y lo venda al precio que crea conveniente.
Sostienen que el precio que se debería pagar es el del mercado indiferencia de exportación del grano, «ellos que subvencionen, nosotros no tenemos porque hacerlo, el sector privado no puede subvencionar».
«Por tonelada hemos calculado unos 50 dólares que el agricultor deja de percibir y son más de 100 millones en la campaña por cosechar dos millones de toneladas.
Sostuvo que el sector viene con pérdidas desde hace más de cuatro años pero que ahora se ha dado la coyuntura que los precios internacionales han subido. «Queremos aprovechar esa ocasión para cumplir con nuestras deudas, ahora hemos tenido pérdidas por inundaciones y encima nos implantan una subvención», puntualizó.