Edmundo Paz Soldán: “Hemos pagado caro la falta de inversión en salud, en tecnología, en educación y en ciencia”


Fuente: El Deber

Residir en Estados Unidos le ha permitido a Edmundo Paz Soldán mantener la mirada de cerca a hechos trascendentales de nuestra reciente historia, desde la caída de las Torres Gemelas y llegada de Donald Trump al poder hasta la pandemia de Covid-19, que azotó fuerte al país del norte.

Precisamente, el agitado escenario político y social provocado por la crisis sanitaria ha llevado al escritor boliviano a abordar los terribles días del coronavirus en una nueva novela.

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

Allá afuera hay monstruos se titula la obra, que ya está disponible en Bolivia en la edición de Nuevo Milenio. Paz Soldán habla de este trabajo.

 El resultado de intentar un ‘remake’ de Cartucho, la novela sobre la revolución mexicana, de Nellie Campobello, es Allá afuera hay monstruos. ¿En qué momento la escritura se transforma en un libro sobre la pandemia de Covid-19?

Quise escribir un diario personal sobre la pandemia, me di cuenta que esas primeras semanas había demasiados diarios de escritores circulando en las redes. Entonces me acordé de la narradora de Cartucho y de mi proyecto de hacer un remake, y me dije, ¿por qué no intento contar lo que está ocurriendo a partir de la mirada de una niña? De modo que el momento en que comencé a escribirlo ya sabía que iba a ser sobre la pandemia.

¿Qué te permitió narrar la situación actual desde la perspectiva de una niña de 12 años?

Quería narrar el impacto visceral de esos primeros meses –básicamente, abril y mayo–, no quería entrar en grandes explicaciones, ni siquiera meterme mucho en el lado científico. Así que pensé que la perspectiva de una niña podía ser ideal para captar esa cosa visceral. Claro, la niña no es ingenua, tiene sus ideas, pero tampoco se pierde en especulaciones teóricas sobre el virus, que para ella es “el bicho”.

¿Qué te parece la edición de Nuevo Milenio de la novela?

Es una edición de gran calidad, que acompaña los 25 años que cumple Nuevo Milenio como editorial, y me alegra que la portada y contratapa sean de artistas y críticas nacionales. Ese dibujo de Daniela Rico capta muy bien el espíritu de la novela, al igual que las frases de Alba Balderrama.

Tomando en cuenta la temática, ¿se podría considerar a Los días de la peste, Las visiones y Allá afuera hay monstruos como una trilogía?

Yo creo que van en pares: Las visiones junto a Iris, Los días de la peste junto a Allá afuera hay monstruos. Pero en Las visiones hay un cuento sobre un virus, Doctor An, que es como un enlace entre estos dos mundos. Cuando escribí ese cuento pensé que podía ampliarlo para toda una novela; el proyecto no salió, pero lo que quedó en la base fue el punto de partida para Los días de la peste.

Después de más de un año de pandemia, ¿cuáles consideras que han sido los mayores errores que han cometido los gobiernos en el manejo de la crisis?

La incapacidad de aprender de la experiencia, la falta de flexibilidad para adecuarse al desafío: más de un año después, Jair Bolsonaro y Andrés Manuel López Obrador siguen cometiendo los errores de los primeros días porque nunca entendieron la magnitud de la crisis, y Arce parece que tampoco estaba tomando notas cuando veía el fracaso de Jeanine Añez. Nuestra incompetencia ha sido notable, de primera calidad. A eso se añade, por supuesto, la precariedad de nuestra infraestructura: hemos pagado caro la falta de inversión en salud, en tecnología, en educación, en ciencia.

¿Qué lugar crees que ocupará la ciencia en nuestras vidas después del Covid-19?

La pandemia de 1918 fue prácticamente olvidada: el trauma fue tan duro que la gente quería pasar página. A la ciencia le agradeceremos por haber descubierto las vacunas con tanta rapidez, pero no creo que eso haga cambiar nuestras sociedades y nuestros líderes. La emergencia climática nos agarrará igual de desprevenidos, y estarán los locos que pidan que se escuche a la ciencia, mientras que los políticos y empresarios seguirán viendo cómo hacer carreteras a través de áreas protegidas, cómo ampliar la frontera agrícola, cómo seguir explotando nuestros recursos naturales.

¿Qué lección sacas en lo personal de lo vivido durante este año?

La lección que saco es que para afrontar lo que se viene necesitamos desarrollar una conciencia planetaria que no tenemos. Podemos hablar de lo lindo que es el planeta y seguir con nuestras cosas, pero si no cambiamos de verdad la Tierra será un lugar cada vez más hostil e inhabitable.