El gobernador beniano anunció una investigación a las gestiones de Fanor Amapo y Alex Ferrier.
Fuente: paginasiete.bo
El nuevo gobernador del Beni, Alejandro Unzueta, dijo este lunes que recibió una administración departamental con una deuda de 300 millones de bolivianos, por lo que pidió el Gobierno central ayuda con auditorías internas, externas y especializadas para detectar las irregularidades durante las anteriores gestiones.
“Casi en sueldos son 60 millones de bolivianos que se deben, además se debe servicios públicos y una serie de compromisos, a parte de falta de compromisos adeudados con terceros. Aproximadamente son 300 millones de bolivianos que debe la Gobernación (de Beni), según el informe técnico de nuestro equipo de finanzas”, dijo Unzueta, en contacto con red Uno.
La nueva autoridad anunció que se investigarán las gestiones del exgobernador interino Fanor Amapo y de su antecesor Alex Ferrier, del Movimiento al Socialismo (MAS). Detalló que las entidades departamentales están en malas condiciones, puesto que no existe “nada” de lo que fue creado en anteriores gestiones.
“Según la auditoría que hemos realizado con nuestras mesas técnicas, esto es nefasto. Tenemos que hacer una auditoría muy especializada, desde que inició la gestión del señor Alex Ferrier, y probablemente anteriores gestiones también”, complementó.
Amapo actualmente se encuentra recluido en la cárcel de Mocoví por los delitos de corrupción, incumplimiento de deberes, manejo inadecuado de los recursos contra el Covid-19 y conducta antieconómica. Las denuncias fueron interpuestas por la Asamblea Departamental y por el personal de salud, a quienes se les adeuda más de cuatro meses de sueldos.