Premio Nobel al bloqueador

Relatos del populismo cocalero y su pensamiento mágico.

El bloqueo es el espectáculo más preciado del folklore andino boliviano; más popular que la Diablada, la Morenada, los Caporales y el Tinku.



El gran propulsor de este popular deporte nacional, es el cocalero Morales y seguro ganador del Nobel al bloqueador epónimo. Esto por su esforzada y heroica labor iniciada en el Chapare en defensa de la hoja sagrada y ampliada al país entero. Vale resaltar, que bastantes transportistas, comerciantes y viajeros, a su pesar, tuvieron que sacrificar durante meses su tiempo y economía por la causa cocalera, pero son gajes del oficio. ¡Kausachun coca!.

En Bolivia todos los días y por diversas causas y celebraciones, se bloquea las vías, y el pueblo, los empresarios y turistas, celebran alborozados y participan masoquistamente de estas festividades nacionales. ¡Jallalla!.

Según la lógica y filosofía populista: la presión, la movilización y el bloqueo es lo único que funciona exitosamente para presionar a cualquier Gobierno; mientras que  el diálogo, la concertación y la negociación, que es lo que funciona en los países democráticos, es desconocida en los países populistas. Esta lógica y comportamiento compulsivo de los habitantes en los países infectados de populismo, es una secuela y producto de su experiencia.

Se ha demostrado que aplicar la lógica democrática no funciona ni resulta eficaz en países populistas, pues la percepción que tiene la población sobre las instituciones (y con toda razón), es que son débiles, incapaces, corruptas y al servicio del Caudillo Gobernante, por lo que nadie les da pelota y menos confía en ellas. El pueblo conoce además que las demandas de los grupos sociales, de ninguna manera llegan a las autoridades por la vía institucional y solo lo hacen como producto de las movilizaciones en las calles, carreteras y por masas eufóricas marchando, destruyendo y bloqueando.

El movimiento cocalero e impulsor de los bloqueos, surgió en el seno de la violencia. Esto ocurre cuando el mundo y especialmente los Estados Unidos en los años 80, decidió que la lucha contra las drogas era un objetivo prioritario y que el control de la fabricación de cocaína era el eje principal de ésta lucha. ¡Muera la DEA!.

El cultivo de coca en el Chapare, un pueblo de migrantes alto andinos,  pese a las restricciones gubernamentales constituye la base central en la vida económica de las familias campesinas. Estas tienen una estructura productiva familiar que combina la coca con otros productos como bananas, piña, palmito, frutas, sin embargo la coca tiene un valor comercial muy superior y más estable que el de cualquier otro cultivo de la zona y es la alcancía a la que se echa mano en época de crisis.

Posteriormente y cuando se entra a la etapa de su industrialización y el tráfico internacional del mágico polvo blanco, se constituye en la fuente de un gran enriquecimiento de los industriosos cultivadores, aunque lamentablemente acompañado de muerte y violencia.

Para variar de la temática cocalera, hace poco se presentó el bloqueo por la habilitación del ferrocarril Arica La Paz. Resulta que los chilenos, y dicen que solo para fastidiar, habilitaron esta vía férrea y así perjudican a los camioneros. Algunos ingenuos argumentan que con este medio de transporte se abarata el traslado de productos y mercancías de ida y vuelta y se favorece a la economía de los consumidores, pero otros dicen janiwa, que nada de esto es cierto.

Fiel a su discurso y estrategia, el MAS dice que Jeannine tiene la culpa de que este ferrocarril funcione y circule. Para ser justos también se debería prohibir los aviones y avionetas, menos las que salen del Chapare y también los barcos, menos los kayaks.

Ahora que gracias al bloqueo prohibieron su funcionamiento, estaremos mal y para celebrar podremos cantar felices el “lamento boliviano”.

En suma una historia de bloqueos tan amplia y violenta, en la cual el protagonista central fue Evo, el mejor candidato al Nobel del Bloqueo.

Curiosamente, el caudillo masista que llegó al poder tras incontables bloqueos, tuvo que huir del poder producto de unas pititas y unos michi bloqueos. “Me he sorprendido. Ahora dos, tres personas amarrando pititas, poniendo llantitas, ¡qué paro es ése! (…) soy capaz de dar talleres, seminario de cómo se hacen las marchas, a ellos para que aprendan”. Declaraciones de Evo Morales el 24 de octubre, dos semanas antes de huir del país. ¡Causachun Coca! ¡Wañuchun gringos!.