Aumentan bajas por Covid-19 y familiares sufren en busca de recursos para  enterrar a su difunto

Santa Cruz.- Continúa el drama por bajas de Covid-19, diario fallecen personas de escasos recursos que no tuvieron la suerte de encontrar un espacio en los hospitales de 3er nivel, legando a fallecer en su propio domicilio.

La mañana de este lunes, el concejal Juan Carlos Medrano de Comunidad Autonómica, informó a los medios sobre los diferentes casos de personas de escasos recursos que diario llegan al Concejo Municipal para expresar su impotencia antes esta situación. La falta de un plan para enfrentar la pandemia devela la mala gestión municipal que es indolente ante el fallecimiento de los ciudadanos por falta de espacios en los nosocomios de la ciudad.



“No existe información para el ciudadano de que hacer en caso de que un familiar fallezca en su casa, las personas de escasos recursos se mueren y no hay donde enterrarlos” informo Medrano.

La bancada de C-A realizó las averiguaciones para este procedimiento, solo para develar la burocracia que existe para poder darle el último adiós a un familiar que falleció a causa del Covid-19, ya que además del dolor que atraviesan los familiares y la impotencia de no tener los recursos, deben esperar que un oficial de la FELCC se haga presente, le entreguen un formulario, el cual deben llevar a un centro médico para que un forense emita el certificado de óbito.

En caso de la cremación, deben comprar una caja ecológica y trasladarlo por sus propios medios al difunto y esperar un espacio para este cometido. De querer enterrarlo en un cementerio municipal, el procedimiento es el mismo, sumado al gasto de la funeraria y el trámite con el Cementerio General, quien autorizará el espacio en el campo santo, que de igual manera deberá ser trasladado por sus propios medios y literalmente cavar personalmente la fosa que le fue designada.

El concejal Medrano, propone a través de un proyecto de ley presentado al pleno del concejo con la presencia del alcalde Jhonny Fernández, incrementar el presupuesto para salud al 30%, de manera que esos fondos sean destinados para la compra de medicamentos y así lamentar más bajas de los ciudadanos.

A esto se suma, que ante la falta de los medicamentos, personas inescrupulosas lucran -con precios elevados sin ningún tipo de control- con la desesperación de los familiares que tienen un paciente internado a consecuencia del COVID-19.