La falta de personal y equipamiento en los hospitales y el desacato de la población a las medidas de bioseguridad coadyuvan al colapso por alza de casos
Fuente: paginasiete.bo
María Mena M. / Cochabamba
“Muchas felicidades al sindicato 2 de Junio. Pásenlo bonito, alégrense porque son una institución grande que acaba de cumplir 41”, dijo un representante del transporte libre a una multitud, en el Chapare, que se concentró para celebrar. Las imágenes, que circularon en redes sociales, muestran una fiesta en la que los asistentes consumen bebidas alcohólicas sin usar barbijo ni respetar el distanciamiento social, en plena tercera ola de la Covid-19.
En esa fiesta, que se realizó el pasado 2 de junio en el municipio de Chimoré, hubo amplificación, serenata con grupos en vivo y venta libre de bebidas alcohólicas. No fue el único acto masivo realizado en Cochabamba en plena “explosión” de casos positivos de coronavirus.
La omisión de las medidas de bioseguridad se ha normalizado coadyuvando a la crisis que vive el departamento. A ello se suma la falta de equipos médicos y de personal como las principales causas de la crisis sanitaria.
“Las causas son múltiples e incluyen el ingreso de nuevas variantes y la indisciplina de la sociedad. Hay fiestas sin distanciamiento ni aplicación de las medidas de bioseguridad (…). La situación se ve más aguda en Cochabamba porque acá hay un colapso del sistema sanitario y no contamos con infraestructura. A duras penas estamos habilitando plantas de oxígeno, tampoco hay recursos humanos”, lamenta el secretario de Salud de la Alcaldía de Cochabamba, Aníbal Cruz.
Por tres días consecutivos, del 8 al 10 de junio, el Servicio Departamental de Salud (Sedes) reportó casi 900 casos diarios de Covid y más de 20 decesos en Cochabamba. Los hospitales, cementerios y crematorios están saturados, y continúa la escasez de medicinas y otros insumos como el oxígeno.
Fiestas “Covid”
“Te esperamos con las medidas de bioseguridad, medidor de temperatura, cámara de desinfección, alcohol en gel y por primera vez cámara de humo con desinfección… porque en ‘La Caleta’ tu seguridad es primero”, decía el anuncio de una fiesta, publicado por Caleta Party, una discoteca popular en el municipio de Entre Ríos, en el trópico. Las imágenes de ese evento, que fueron publicadas en las redes, mostraban a jóvenes y adultos bailando sin mascarillas ni distanciamiento.
Negocios del mismo rubro convocan permanentemente a fiestas nocturnas. Las más recientes fueron “Festy Music 2021”, el 22 y 23 de mayo, que tuvo tres DJ y la del 27 de mayo, por el Día de la Madre, con agrupaciones reconocidas. En los registros de tales eventos se observa gente bailando y consumiendo alcohol sin medidas de bioseguridad.
El sistema de salud en el trópico es deficitario. Sólo tiene tres hospitales de segundo nivel -en Chimoré, Puerto Villarroel y Villa Tunari- y carece de Unidades de Terapia Intensiva (UTI) para atender a pacientes graves de Covid por lo que deben derivarlos a hospitales de Cochabamba.
De acuerdo con el Sedes, en el Chapare se registran más de 3.000 casos de coronavirus desde que la pandemia llegó al país. Los datos hasta el 9 de junio pasado dan cuenta de 796 positivos acumulados en Puerto Villarroel, 722 en Villa Tunari , 637 en Entre Ríos 533 en Chimoré y 436 en Shinahota.
Clandestinidad y desacato
Las fiestas clandestinas son habituales en Cochabamba pese a las prohibiciones. A finales de mayo la Intendencia intervino un local en la zona norte donde se realizaba una a puertas cerradas.
Hace poco, la noche del 10 de junio, la Guardia Municipal clausuró un local en la zona sur, en el que adolescentes festejaban un cumpleaños. Los menores consumían bebidas alcohólicas.
Las concentraciones masivas también son frecuentes. Los mercados y vehículos del transporte público son foco de contagio porque algunos comerciantes y conductores se resisten a cumplir las medidas de bioseguridad y las restricciones en horarios y circulación impuestas por la cuarentena mixta.
UTI colapsadas y sin médicos
Las Unidades de Terapia Intensiva en los hospitales centinela de Cochabamba están colapsadas, y si existe alguna cama disponible no hay los profesionales intensivistas para atender a los pacientes críticos con coronavirus.
Según la evaluación realizada por el secretario ejecutivo del Sindicato de Ramas Médicas y de Salud Pública de Cochabamba (Sirmes), Yuri Lazarte, el número de camas en las UTI no creció respecto a la primera ola de la Covid – 19, hace más de un año.
“Se mantiene. Lo único que el municipio había anunciado era la adquisición de 10 unidades para el Hospital del Norte, pero no tenemos conocimiento que estén funcionando y es por falta de recursos humanos. En el Viedma han comprado otros ventiladores. El problema radica en que no hay intensivistas, no hay enfermeras que trabajen en estas áreas críticas”, asegura Lazarte.
El Hospital Viedma tiene ocho camas de terapia intensiva y tres ventiladores en Emergencias y el Hospital del Norte cuenta con siete UTI. En ambos nosocomios están colapsados y no tienen espacio para nuevos pacientes,
El Hospital del Sur tiene siete unidades y el Salomón Klein (en Sacaba) seis, pero ninguna funciona por falta de intensivistas, advierte Lazarte. Ante esta situación, sostiene, muchos pacientes deben buscar atención en clínicas privadas en las que el costo de la atención es elevado.
“Como no hay espacio en los hospitales públicos, las personas se ven obligadas a buscar en las clínicas privadas. Creo que tienen más de 20 camas”, dice.
El director del Hospital del Sur, Grover León, asegura que el número de camas hospitalarias y de personal es el mismo de hace un año. “Tenemos las mismas camas y personal de antes. No hemos crecido. Hay 160 profesionales trabajando en el Sur”, explica.
Según el Sedes, en los hospitales centinela de Cochabamba hay entre 32 y 36 unidades de terapia intensiva, pero no todas funcionan. Consigna además unas 300 camas hospitalarias.
El director del Sedes Cochabamba, Freddy Medrano, asegura que hubo crecimiento de infraestructura y equipos respecto a la primera ola. “En la primera ola no tuvimos y ahora lo tenemos (equipamiento). La demanda de oxígeno es una consecuencia de esto porque se está generando mayor atención y en consecuencia mayor consumo de medicamentos. También nuestro personal está inmunizado y se avanza en la vacunación a la población”, sostiene.
Cochabamba, la región más golpeada en la tercera ola, requiere la contratación de al menos 600 profesionales de salud entre intensivistas, enfermeras, ginecólogos, anestesiólogos, cirujanos y otros que trabajaron en la primera ola. Su recontratación depende de la Agencia de Infraestructura en Salud y Equipamiento del Ministerio de Salud.
Cifras del colapso
- Muertes La tasa de letalidad en Cochabamba, por coronavirus, es de 1,5% por cada 100 enfermos, según el Sedes. Los más afectados son los menores de 65 años.
- Récord El 10 de junio Cochabamba registró 770 nuevos casos y 22 fallecidos.
- Afectados Los municipios más golpeados son Cercado, Quillacollo y Colcapirhua.
- Colapso Los hospitales centinela colapsan mientras que los tres crematorios de Cochabamba están saturados.
- Cuarentena Los sábados y domingos hay cuarentena rígida en la Llajta.
“Designaron funcionarios sin experiencia”
Sirmes cuestiona la nueva gestión de la pandemia
“Las autoridades entrantes se encontraron con la tercera ola y muchas recién están conociendo (el sistema de salud). Designaron a secretarios(as) de salud que no están empapados en los problemas de la pandemia”. Ése es uno de los factores en la falta de previsión y planificación para afrontar la tercera ola en Cochabamba”, a criterio del secretario ejecutivo del Sirmes, Yuri Lazarte.
El dirigente insiste en que no hubo una valoración de la experiencia para la designación de las autoridades de salud. “Prevalecieron los intereses políticos considerando que hace poco concluyeron las campañas para las elecciones subnacionales”, dice.
En la nueva gestión del gobierno departamental fue nombrado Freddy Medrano, quien ya cumplió esa función en sustitución de Yercin Mamani. No obstante, gran parte de su equipo es nuevo.
En la pasada gestión de Esther Soria ( MAS) existía una secretaría que atendía los temas relacionados a salud. Esa dependencia ha dejado de operar.
Página Siete solicitó al área de comunicación de la Gobernación información sobre las acciones que asume el gobierno departamental para combatir la pandemia. De Comunicación derivaron la consulta a Planificación y de allí al asesor del Gobernador. Finalmente transfirieron el requerimiento de información al Sedes con el argumento de que ésta es la unidad técnica de la institución.
En la Alcaldía de Cercado, en Secretaría de Salud fue designado Aníbal Cruz, uno de los pocos con experiencia en la gestión de la pandemia. Cruz fue ministro de Salud en los primeros meses de gestión de Jeanine Añez, cuando se registraron los primeros casos de coronavirus en Bolivia.
Actualmente Cochabamba cumple una cuarentena mixta con la finalidad de controlar el incremento de casos positivos de coronavirus. La circulación para vehículos públicos y privados, de lunes a jueves, es de 5:00 a 20:00; los viernes, de 5:00 a 16:00 mientras que sábados y domingos hay cuarentena rígida.
Fuente: paginasiete.bo