La complementariedad de opuestos sociales y económicos: Eva Copa y empresarios

 

 



Nuestro país siempre fue complejo en su coexistencia cultural desde su fundación. Somos un Estado que reconoce en su Constitución Política del Estado a 36 naciones a lo largo y ancho de su territorio.

Esta complejidad también se vio reforzada a lo largo de la historia, por ser un país demasiado politizado en todos los poderes del Estado y en su sistema educativo. Sus ciudadanos lastimosamente, fueron educados entre polos opuestos simplificando con los adjetivos “bueno” y “malo” la calificación ética sobre la realidad que se atravesaba, según quien estaba en el poder.

El problema es que no solo en ese ámbito el boliviano quedaba marcado con la polarización, sino también en lo útil, lo conveniente y el adoctrinamiento, lo que después aterrizaba en lo “psicológicamente bueno o malo”. Es decir, atentatorio o no contra los derechos ciudadanos de unos u otros.

En esta perspectiva, situarse en un polo, manteniendo alejados a los que piensan diferente y de todo cuanto no desarrolle la estrecha parcela de nuestra elección, resulta de una pobreza suprema. Identificamos varios círculos que viven así, obstinados y separados por falsos conceptos medievales: los sectores de poder que miran a los demás hacia abajo, solo como subordinados; los practicantes de determinadas religiones para quienes todos los demás están condenados; grupos juveniles que tildan de “viejo” a todo aquel que ha pasado de los treinta años; a los sobrevivientes de posiciones de izquierda que solo comulgan con lo popular y que rechazan todo lo que huela a burgués o a élite, los que pertenecen a un grupo de poder pensando que son los herederos de las cooperativas y de los espacios de poder regionales, etc.

Por todas estas referencias y muchas otras que nos tomarían demasiadas páginas explicarlas, es que la idea de la complementariedad de las contradicciones, se percató de cómo elementos contradictorios, en conflicto, resultan también complementarios, de cómo lo opuesto concuerda, se unifica o armoniza.

Es así que la semana pasada vimos de manera sorpresiva la visita de Eva Copa, la alcaldesa de la ciudad de El Alto a la ciudad de Santa Cruz, realizando una gestión que enaltece su figura pública. Sentarse, dialogar, escuchar e invitar a los empresarios cruceños para que inviertan, generen empleos y oportunidades a favor de los alteños. Gran gestión de una autoridad edil, que busca aproximación, unidad y trabajo para su pueblo.

La existencia de una relación dialógica (es el resultado del diálogo igualitario; en otras palabras, es la consecuencia de un diálogo en el que diferentes personas dan argumentos basados en pretensiones de validez y no de poder) entre dos posturas antagónicas y de nociones de un reciente pasado, significa que la relación debe conceptualizarse como un claro ejemplo de complementariedad de opuestos, basados en la necesidad de explicar y concebir determinadas realidades en beneficio de los municipios más poblados de Bolivia, que además, generan un acercamiento entre el centro social más importante del país y el centro económico de Bolivia.

MÁS que seguro, el gobierno les caerá encima con una facilidad sorprendente. Siempre hay alguien que ejerce de juez, claro, para colocar el descrédito extremo: elitista, antisemita, chovinista, fascista, xenófobo, traidores, neoliberales, etc.  Van a querer que los alteños retornen nuevamente a las doctrinas ideológicas que han impedido el desarrollo alteño durante 14 años al haberles aleccionado odiar al gringo y al camba, cuando este acto, solamente sirvió para perder un mercado fabuloso que era la ATPDEA y la ausencia de inversión para generar oportunidades de empleo de parte de las industrias cruceñas.

La caudalosa historia del empresariado cruceño y el amplio mundo comerciante alteño, reducidos a un solo objetivo, una alianza público – privada. Que deberá apostar por la inversión, la generación de riqueza, la inversión privada, el fortalecimiento de las PYMES, el desarrollo alteño y la recuperación de la otrora ciudad industrial alteña.

No hay nada mejor que tener las ganas de cambiar, y que unas decenas de arriesgados jóvenes políticos, visiten unos contados lugares de paso frecuente, para entrar al club de privilegio de aquellos que quieren cambiar un pasado corrupto y de odio por uno de paz y de principios.

El presidente desde su posesión jamás intento acercarse al empresariado, peor al departamento de Santa Cruz, al cual lo tiene como su principal enemigo. Objetará que ahora la realidad es amenazadora y que mientras más pertrechados estén en su ideología, MÁS seguros se sentirán. Creemos que este recurso esconde el miedo a lo diferente, se desliga de admitir cuántos prejuicios sostienen a su estructura mental y vivencial.

Hoy la educación a nivel mundial, se afana por ejercitar a los estudiantes en el trabajo de grupo, que debería ejemplificar –en ese encuentro azaroso del lugar del ejercicio profesional– el microcosmos de la diversidad humana. ¿Será suficiente, nos preguntamos, en este mundo insistentemente defensor de la existencia de lo opuesto?

La unidad verdadera surge de la complementariedad de los opuestos, más aún, en el principio de complementariedad de los aspectos económicos y culturales en el desarrollo de los pueblos.

Bienvenida la unidad, enhorabuena la visita de Eva Copa, felicidades empresarios por querer seguir haciendo patria…