Qué es la mucormicosis o enfermedad de “hongo negro”, asociado al Covid-19

Se caracteriza por el infarto y necrosis de los tejidos del huésped, que resulta de la invasión de los vasos por las hifas. Las presentaciones clínicas de la mucormicosis pueden ser: rino-orbito-cerebral, pulmonar, cutánea, gastrointestinal y diseminada.

Trabajadores funerarios fueron registrados al trasladar el féretro de una persona muerta por covid-19, en un cementerio de Luján, en la provincia de Buenos Aires (Argentina). EFE/Juan Ignacio Roncoroni Trabajadores funerarios fueron registrados al trasladar el féretro de una persona muerta por covid-19, en un cementerio de Luján, en la provincia de Buenos Aires (Argentina). EFE/Juan Ignacio Roncoroni

 

Fuente: Infobae



Esta tarde, el Ministerio de Salud de la Nación informó que se recibió la primera notificación al Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud ((SNVS- SISA) de un caso de mucormicosis, conocido como “hongo negro”, asociado a una paciente de Formosa que tuvo COVID-19. Además, se encuentra en investigación otro caso probable de mucormicosis, también asociado a COVID, en una persona fallecida residente de provincia de Buenos Aires.

Por eso, y en el marco de la Alerta emitida esta semana por la Organización Panamericana de la Salud, el Ministerio emitió una Comunicación a los equipos de salud con el propósito de fortalecer las capacidades para sospechar la enfermedad en pacientes con COVID-19 -especialmente aquellos con diabetes mellitus, tratamiento con corticosteroides u otros inmunosupresores-, realizar un diagnóstico precoz, iniciar tratamiento adecuado y notificar los casos según las normativas vigentes.

El caso registrado en la provincia de Formosa, que se reportó a través del Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud, se trata de una mujer de 47 años, con antecedentes de hipertensión arterial, diabetes mellitus tipo II y de COVID-19 con inicio de síntomas el 11 de mayo, enfermedad que transitó en un centro de aislamiento.

La mucormicosis es una enfermedad angioinvasiva grave, de progresión rápida, que es muy poco frecuente en la población general. (Wikipedia creative commons)
La mucormicosis es una enfermedad angioinvasiva grave, de progresión rápida, que es muy poco frecuente en la población general. (Wikipedia creative commons)

 

Luego del alta por COVID, la persona tuvo cefalea y deterioro del sensorio por lo que consulta a otorrinolaringología por una lesión en paladar. Luego de los exámenes pertinentes, el 9 de junio fue internada para una toilette quirúrgica y se tomó muestra para diagnóstico microbiológico en el laboratorio de Micología del Hospital de Alta Complejidad de Formosa donde se informa hifas cenocíticas compatibles con mucoral.

Inmediatamente se inicia tratamiento antifúngico específico y limpieza quirúrgica del área afectada y el día 12 de junio se confirmó el diagnóstico de mucormicosis por aislamiento e identificación micromorfológica de Rhizopus sp. Actualmente la paciente se encuentra en tratamiento con anfotericina liposomal y toilettes quirúrgicas, con pronóstico reservado. Por otra parte, se notificó también a la Dirección Nacional de Epidemiología, otro caso probable de Mucormicosis, en una persona fallecida residente de provincia de Buenos Aires que actualmente se encuentra en investigación.

Qué es la mucormicosis

La infección produce diferentes reaccionesLa infección produce diferentes reacciones

 

La mucormicosis es una enfermedad angioinvasiva grave, de progresión rápida, que es muy poco frecuente en la población general. La tasa de letalidad se estima en 40-80%. En el contexto actual de la pandemia por coronavirus, la COVID-19 puede presentarse como una neumonía leve a potencialmente mortal, con co-infecciones oportunistas causadas por diferentes bacterias y hongos, entre las que puede presentarse la mucormicosis.

Se caracteriza por el infarto y necrosis de los tejidos del huésped, que resulta de la invasión de los vasos por las hifas. Las presentaciones clínicas de la mucormicosis pueden ser: rino-orbito-cerebral, pulmonar, cutánea, gastrointestinal y diseminada.

Dentro de los signos y síntomas pueden incluirse: fiebre, dolor, inflamación y enrojecimiento de la zona afectada, aparición de escaras o costras necróticas, proptosis, compromiso de la visión y el sensorio, celulitis orbitaria, oftalmoplejia, sinusitis, rinorrea purulenta, úlceras en paladar. Si la localización es pulmonar puede haber dificultad respiratoria, tos, hemoptisis y dolor pleural.

De progresión veloz, la recuperación del paciente depende de la rapidez con que se diagnostique y se inicie el tratamiento antifúngico específico (Anfotericina B), y en muchos casos es necesaria la resección quirúrgica del tejido necrótico, que puede incluir tejido óseo y ocular.