La Paz.- La abogada constitucionalista y exministra de Defensa Legal del Estado, Cecilia Rocabado, consideró que una reforma judicial en el país debe abordar los temas estructurales y no solo enfocarse en la modificación de algunas leyes. Rocabado señaló que una tarea importante para cambiar la justicia es erradicar la visión colonial, que viene desde la fundación de la República, que es acomodarse a los gobiernos de turno.

“Yo creo que permanece en el sistema de justicia una visión colonial con la que se creó la República, y que implica acomodarse al interés o gobierno de turno, tener el concepto de que quien ejerce la misión de la justicia lo ve como un privilegio y no como un servicio”, señaló Rocabado a ANF.

Indicó que desestructurar esa visión en los operadores de justicia es una primera tarea que deben asumir las universidades y autoridades que no ha sido abordada de forma adecuada, y la consecuencia es que los gobernantes de todos los órganos del Estado continúan viendo los cargos en el sistema de justicia como si fuera un privilegio.

“Estos conceptos tenemos que irlos desestructurando, y además debe existir alguna voluntad política en sentido de servicio, no de servirse, porque es muy cómodo tener un poder o un Órgano Judicial servil para el gobierno de turno, cualquiera que fuera”, refirió la jurista.

Rocabado indicó que si bien es necesario la reforma a algunas normas legales aclaró que eso no hace a una reforma judicial estructural.

Lamentó que, en la aplicación de algunas leyes, la judicialización de la política sigue siendo un hecho muy claro, así como las investigaciones parcializadas incompletas, donde están presente diversos factores “como la falta de independencia judicial que se traduce en operadores de justicia que se creen dependientes del Órgano Ejecutivo”.

Dijo que también hay falta de experiencia y conocimientos, y en otros casos “lo que yo llamo el temor reverencial de algunos operadores de justicia”, porque “ha habido un periodo de persecución de nuestros jueces, hablando en términos genéricos”. Dijo que una cosa es iniciar un proceso penal en virtud a la lucha contra la corrupción y obrar con total imparcialidad, y otra es generar el temor entre los operadores de justicia.

La abogada enfatizó que una reforma estructural del sistema judicial implica analizar la forma de elección de las altas autoridades judiciales; transparentar y publicitar con participación ciudadana la elección de todos los jueces; poner en ejecución la carrera judicial y la carrera fiscal, que ya ha comenzado; “pero que lamentablemente todavía no alcanza lo que consideramos una excelencia profesional de parte de nuestros operadores de Justicia, hablando de jueces, fiscales y otros”.

“Siempre he considerado que también se debe ingresar a una discusión sobre los salarios de los magistrados, jueces y fiscales, es muy importante porque ellos tienen en sus manos una gran responsabilidad”, apuntó.

Dijo que, de acuerdo a muchas denuncias, efectivamente hay errores e incongruencias en el propio sistema judicial, falta de capacidades, corrupción, pero también hay un abandono en muchos casos de los jueces y fiscales.

“Las condiciones de trabajo no son las más adecuadas, lo mismo de la policía investigadora, se sigue sufriendo de la ausencia hasta de computadoras, que muchas veces son los propios policías que llevan sus computadoras”, indicó.

Por eso, manifestó, tenemos que mirar esos aspectos que hacen a una reforma judicial, pero más allá de eso “está el trabajo que tenemos como docentes dentro de la universidad boliviana y dentro de las universidades privadas: la currícula, la transversalización de temas éticos, la transversalización de temas en la visión de perspectiva de género, mujer, desigualdades, etc., son sumamente importantes para hablar de una reforma judicial”.