Una trabajadora del Hotel Kachi Loudge relató que la turba que quemó los domos del Hotel Kachi Loudge, instalados en el Salar Thunupa, quiso quemarlos vivos y que las mujeres fueron víctimas de “manoseos” durante el conflicto del sábado por problema de límites.

“No entendían nada, algunas de mis compañeras y yo nos encontrábamos en ese momento en el domo central y ahí nos lanzaron con botellas, rociaron con gasolina y prendieron fuego. Hemos pedido ayuda, pero no entendían nada, incluso un policía estaba ardiendo en fuego”, contó la mujer que pidió mantener su nombre en reserva.

Este domingo, autoridades originarias de la comunidad Jirira se trasladaron hasta el lugar para esperar al personal del Ministerio Público y se inicien las investigaciones. Las mujeres afectadas también presentarán una denuncia por violencia física.

La trabajadora, quien desempeñaba funciones como seguridad, dijo que esperaban la reactivación de la actividad turística en el sector luego de más de un año de haber paralizado la tención debido a la pandemia del COVID-19.

“Teníamos la esperanza de volver a generar ingresos con las visitas, no comprendemos cómo pudieron hacer el daño si este es un lugar conocido a nivel mundial. No sabemos si la empresa va a continuar con el proyecto, porque todo está arruinado, incluso se lo han llevado algunos enseres, han saqueado”, relató la guardia entre lágrimas.

El Gobierno llamó a la pacificación y anunció que convocará a la brevedad a los gobernadores de Potosí y Oruro para tratar de encontrar una solución.

“Ya tuvimos una reunión con ambas autoridades el pasado miércoles y lamentamos que otros actores hayan impulsado el enfrentamiento. Para nosotros el único camino es el diálogo y estamos gestionando una nueva reunión”, afirmó ayer el viceministro de Autonomías, Álvaro Ruiz, en un contacto con La Razón.