Cox añadió que los privilegios de los que goza la expresidenta son la causa del conflicto al interior del penal de Miraflores, en el que el resto de las reclusas protestaron exigiendo las mismas atenciones.
Fuente: Opinión
El viceministro de Régimen Interior, Nelson Cox, negó que la expresidenta Jeanine Áñez desconozca detalles sobre la medicación que le es suministrada diariamente y afirmó que la misma es supervisada por el médico de cabecera de la exmandataria.
En una entrevista con el programa Buena Noche de OPINIÓN, la autoridad respondió a las declaraciones de la exmandataria, publicadas en redes sociales esta jornada, que indican: «Ya no quiero vivir. Mis hijos necesitan hacer su vida. Ya no quiero más medicamentos que no sé cuáles son. Pido por favor a mis carceleros que me digan qué estoy tomando».
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«Trata de victimizarse señalando que se la está engañando, sus médicos de cabecera supervisan su medicación todos los días. No es una persona que tenga discapacidad intelectual para que se le engañe. Si dice que desconoce su medicación, es la confirmación de que se está victimizando», dijo Cox.
Asimismo, reiteró que todos los sucesos ocurridos alrededor del estado de salud de la exmandataria consisten en una estrategia de sensibilización, que buscan que la misma sea derivada a un recinto médico especializado, desde allí, generar una estrategia jurídica para evadir el encarcelamiento y, posteriormente, el proceso que se sostiene sobre ella.
«Se busca un favorecimiento procedimental para zafarse de la cárcel para ir a una clínica privada y tener otro tipo de formas para manejar el tema jurisdiccional», sostuvo.
Cox añadió que los privilegios de los que goza la expresidenta son la causa del conflicto al interior del penal de Miraflores, en el que el resto de las reclusas protestaron exigiendo las mismas atenciones, tanto médicas como de visitas.
«Ella tiene acceso a un tratamiento privilegiado porque así lo ha pedido su familia (…) Pedimos que este tipo de exigencias de la familia no generen estos desequilibrios. La población de privadas está ofendida por las desigualdades. Estos privilegios se han tenido que generar para que no digan que se está vulnerando los derechos humanos», agregó.
Concluyó indicando que otra molestia de las privadas de libertad de Miraflores es la imposibilidad de acceder al trabajo, lavando ropa por ejemplo, debido a la vigilia que se instaló en afueras del recinto penitenciario, que imposibilita que sus clientes se aproximen a solicitar sus servicios.