Tres incendios forestales aquejan a Roboré, que se quedó sin recursos para combatirlos

El Alcalde pide ayuda para equipar y mantener a los bomberos que trabajan en la zona
20/08/2021 11:39 | CORREO DEL SUR DIGITAL con datos de El Deber

Bomberos combaten con el fuego en la región chiquitana de Santa Cruz.

Fuente: correodelsur.com

Tres incendios forestales se propagan en el municipio chiquitano de Roboré sin posibilidad de controlarlos, al menos por ahora. El alcalde José Eduardo Díaz lamenta que “la ayuda ya se acabó».



«Los equipos de bomberos deben ser replegados a otros incendios», lamenta la autoridad. Sin recursos, solo resta la ayuda solidaria para equipar y mantener a los grupos de bomberos en la zona.

Ocho municipios del departamento de Santa Cruz sufren por los 15 incendios forestales activos que se registran actualmente. Alcaldías, Gobernación, militares y diversas instituciones del Gobierno central han destinado personal para luchar contra las llamas.

El clima que sobrepasa los 30 grados centígrados, la sequía acumulada, los fuertes vientos y la casi nula probabilidad de lluvias en las próximas semanas agravan la situación.

Anahí Paravicini, integrante de Bomberos Voluntarios Quebracho, hace un llamado a la población para contribuir con las diversas unidades de bomberos desplazadas en campo.

Comparten campamento en Chochís con bomberos municipales de Roboré. Muchos de estos bomberos no cuentan con el Equipo de Personal de Incendios (EPI) correspondiente. Las dificultades para la alimentación e hidratación también preocupan a los bomberos desplazados. En muchas ocasiones, los voluntarios gastan de sus propios recursos ante la limitación actual que padece el municipio.

El alcalde de Roboré reconoce que han sido sobrepasados por el fuego. Son tres frentes distintos en el municipio. Además del incendio en Chochís, otra línea de fuego avanza cerca del gaseoducto y ha traspasado los límites del área protegida Ñembi Guasu, correspondiente al municipio de Charagua.

El tercer incendio ya lleva 20 días activo y afecta al valle Tucabaca y a la comunidad Naranjo. Díaz calcula unas 55.000 hectáreas quemadas en esta zona.