Los conductores de todas las líneas de transporte sindicalizado dividieron sus rutas. Los vecinos deben tomar entre dos y hasta tres vehículos para llegar a su destino. En la noche, la situación se agrava por los robos.
Fuente: paginasiete.bo
Luis Escobar / El Alto
Si vive en la zona de Mercedario, deberá tomar tres minibuses para llegar hasta la Ceja de la ciudad El Alto. En la noche, la travesía se complica más y tendrá que correr para encontrar un asiento y pagar el precio que impone el conductor. Los choferes de minibuses dividieron las rutas para sacar más rentabilidad y crearon, al menos, seis puntos de “trameaje” para cualquier destino en esta urbe.
Y es que en El Alto, los choferes de servicio público imponen su propia ley: definen las rutas, los precios de los pasajes y todos los puntos de trameaje. La dirigencia indicó que los vecinos ya saben cómo funciona el sistema.
Entre los principales puntos de trameaje que crearon los choferes están la plaza Ballivián, la ex tranca Río Seco, la ex tranca Senkata, el cruce Villa Adela, el cruce Ventilla y la final avenida Cochabamba.
“No se puede abordar un minibús desde Mercedario hasta la Ceja de forma directa. Primero se debe tomar un minibús hasta el Cruce de Villas, luego un segundo vehículo para ir hasta la línea Morada del teleférico, pero aún muy lejos de la Ceja. Así que deben subir a un tercer vehículo”, dijo uno de los vecinos que todos los días hace este viaje para descender a la ciudad de La Paz. “En total debo gastar entre cinco a seis bolivianos para llegar a mi trabajo”, dijo.
La situación es tan conflictiva en El Alto que ya no se puede llegar a un barrio de forma directa. Los ciudadanos que vienen desde Ventilla no llegan a la Ceja de forma directa. Primero deben tomar un minibús hasta Senkata, luego un segundo hasta la Ceja y todo el viaje les demora alrededor de 45 minutos. Incluso, los vecinos que viven de Ventilla “más adentro” deben esperar horas por un tercer auto o al final tratar de conseguir un taxi.
Lo propio sucede desde el barrio Primero de Mayo. Los minibuses llegan hasta la línea Morada del teleférico que se encuentra a 20 cuadras de la Ceja. Y los pasajeros deben tomar otro motorizado para llegar a la Ceja.
Para los que viven en Alto Lima o Río Seco, los minibuses llegan hasta la extranca de Río Seco y los pasajeros esperan otro vehículo para trasladarse hasta la Ceja. “Antes, desde Alto Lima teníamos un minibús que iba directo hasta la Ceja, pero ahora los vehículos nos dejan en la plaza Ballivián, donde comienza la feria. De ahí debemos tomar otro auto para ir a la Ceja. En la vuelta pasa lo mismo”, dijo otro de los vecinos.
La situación se agrava en las noches porque el costo de pasaje sube a dos bolivianos y la cantidad de minibuses disminuye considerablemente. Hay zonas donde se reduce el transporte público y los vecinos deben atravesar una odisea para volver a sus casas. Los que viven en Villa Ingenio o cerca del estadio Cosmos 79 deben tomar un minibús desde la Ceja hasta Río Seco, luego deben caminar a pie hasta sus domicilios.
Pasa lo mismo en las calles 2 y 3. En la noche, los vecinos corren detrás de un minibús y en ese momento, muchos son víctimas de robos.
Amanda C., una comerciante, contó que todos los días debe llevar y traer la mercadería de su puesto de golosinas de la Ceja. Recordó que hace ocho años el trameaje sólo ocurría por la noche.
“Ahora ya es todo el día y no hay control. El trameaje está en todo lado y para cualquier zona. Los minibuses deberían llegar hasta sus paradas, pero la Alcaldía hace tiempo que dejó de realizar sus operativos de control y nadie dice nada. Antes los Wayna Buses ayudaban, pero debíamos llegar hasta sus paradas”, explicó.
El Alto recibió 60 buses ediles. En la actualidad, 13 están en operación y el resto está en mantenimiento. La Alcaldía alteña necesita 1,5 millones de bolivianos para reponer los vehículos. Al tener una cantidad mínima de buses, la comuna suspendió el servicio de transporte público y los motorizados que sobraron se utilizan para la campaña de vacunación y los tours turísticos.
¿Qué dicen los conductores del servicio público respecto a las quejas de los vecinos? El secretario ejecutivo de la Federación Andina de Choferes de El Alto, Víctor Tarqui, dijo a Página Siete que “en la ciudad de El Alto, el pasaje es por tramos, corto, largo y extralargo”. “No es una situación que los usuarios se estén extrañando o sea (un tema) desconocido”, dijo el dirigente.
Uno de los choferes que presta el servicio hasta la línea Morada del teleférico indicó que los trameajes se fueron ampliando por el bajo costo de los pasajes. “Ese boliviano o 1,5 que pagan las personas no justifica los costos de operación que nosotros debemos invertir para trabajar. Tampoco podemos subir el pasaje”, aseguró.
Otro de los conductores, que hace la misma ruta, advirtió que la mayor cantidad de pasajeros se concentran en las extrancas. “Son pocas las personas que hacen uso del servicio en la ruta completa o que llegan hasta la Ceja”, afirmó.
Para conocer qué proyectos o planes tiene la comuna para resolver el problema del transporte en la urbe alteña, Página Siete intentó comunicarse con la Secretaría de Movilidad Urbana de la Alcaldía alteña, pero no recibió respuesta.
En 2015, el entonces alcalde Édgar Patana encargó un estudio sobre costos de operación y de pasajes en los tramos corto, largo y extralargo, tal como mencionó el dirigente Tarqui.
Ese estudio estableció una tarifa de tramo corto (1,20 bolivianos) y largo (1,80 bolivianos); la Fejuve alteña paralizó esas sugerencias de incremento de los pasajes.
El “tramo corto” se refiere a la mancha urbana: avenida Bolivia, cruce Villa Adela, Plaza de la Cruz, lugares cerca del aeropuerto internacional, el puente Río Seco, el complejo, Ballivián y Ciudad Satélite.
El “tramo largo” va hasta la carretera a Copacabana, exparada 8, carretera a Viacha, zona San Martín, puente Vela y la carretera a Laja hasta el sector conocido como “Casa amarilla”.
Los procesos
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Urbe La alcaldesa Eva Copa informó que se están llevando adelante las auditorías mediante la Dirección de Movilidad Urbana juntamente con la secretaría correspondiente para empezar con los procesos a las exautoridades que permitieron el deterioro e inutilización de los buses municipales.
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Uso En la actualidad quedan 13 buses ediles en operaciones. De este número, 10 se dedican a la vacunación contra la covid. Los restantes tres son empleados para paseos turísticos los fines de semana.