Destructores y constructores en la Expoferia del reencuentro

Es incorrecto pensar que la política nos es ajena, que por MAS ideales que se tengan solo compete a los que están en el Gobierno y que la gente “común y corriente” no puede hacer nada para cambiar las cosas, de tal modo que solo hay que preocuparse por “lo propio”, como si lo que sucediese en la política interesara solo a los políticos.

Política es aquello que involucra a los ciudadanos y los asuntos públicos, para quienes no tienen claro el concepto. En contraste, la definición negativa, se refiere a lo que no es privado.



Reflexionar sobre la política, sino es una obligación, por lo menos es un derecho y un deber de todo sujeto social. Es imperativo participar en la forma en la que se establece el orden, cómo se detenta el poder y la autoridad; porque,  no solo hay que añorar la paz, la estabilidad y la armonía, sino hay que hacer algo para instaurarlas, esto es, NO hay que participar de cualquier modo, los cambios sociales los realizan individuos con conciencia política que buscan resolver conflictos, hay que tomar posición para convertirse no solo en un observador de los fenómenos políticos sino, desde la muy particular forma de estudiarlos,  participar con las propias destrezas en su solución;  porque no sólo se es afectado sino causa de ellos. Participar en las soluciones no nos transforma en una víctima MAS de la situación del país, sino en un actor reflexivo de lo que en Bolivia está sucediendo en bien de las mayorías.

Fernando Hurtado el presidente de CAINCO, nos sorprendió a todos con un discurso digno de alabarlo y de compartirlo. Fue un llamado a la reflexión de alto nivel, pausado, claro, respetuoso y alusivo a quienes hoy en día se declaran enemigos de los empresarios. Un discurso, que después de mucho tiempo muestra un liderazgo inteligente, valiente, honesto e íntegro, alejado de lo político partidario y cercano al sentir ciudadano.

Una alocución que dejo a muchos asistentes, con la reflexión como tarea para la casa. Una bienvenida a la feria y al departamento a las autoridades del gobierno de manera amigable, haciéndoles conocer que, en Santa Cruz, conviven ciudadanos incorregibles, optimistas, con visión de futuro, que dejan de lado sus adversidades y lamentos. Que se enfocan en el empeño y en la determinación de aprovechar las oportunidades que los desafíos les presentan. Y que cualquier empresario sea pequeño, mediano o grande busca educar a sus hijos gracias a sus esfuerzos empresariales y no aprovechándose de los recursos públicos.

Transmitió de una manera breve y ejemplar, que la Pandemia, fue impactante para todos, ya que la misma, a lo largo de la emergencia sanitaria, todos perdieron: seres queridos, la cercanía, la libertad de movilización, valores económicos, ingresos, patrimonios y empleo. Y que estas pérdidas, a todos en general, los hicieron sentir vulnerables, hecho que convirtió a la gente más humilde y solidario.

Les hizo conocer al presidente y al vicepresidente, que la nueva realidad mundial hizo que se tomen decisiones para mirar el futuro de distinta manera. Poniendo énfasis en el sentimiento generalizado del empresariado relacionado, a la falta de empatía de parte del Gobierno con este gremio productivo. Los Invitó a que visiten el espacio ferial, para que visualicen y conozcan lo que es producir, lo que significa sembrar y cosechar, que sientan los logros y tengan conocimiento de las dificultades que afrontan los privados y, sobre todo que se den cuenta de lo que el sector privado aporta al país.

El escuchar hablar de la familia como núcleo de progreso, seguramente a muchos nos levantó el ánimo, ya que la referencia implícitamente llama y convoca a que los principios y valores vuelvan a nuestra sociedad, a la práctica política y porque no a la convivencia social del pueblo en general.

Les hizo notar a todos los presentes, que este evento ferial reunía a todo tipo de empresario ya sea pequeño, mediano o grande; nacional o extranjero. Y que las empresas públicas tenían su espacio para mostrar sus avances. Que era la confraternización empresarial más grande de Bolivia. Convirtiéndose en una demostración de FE en el progreso como un inquebrantable fundamento.

Que el objetivo principal del sector, era buscar la prosperidad de toda la gente y no a la escasez que conlleva a utópicos mensajes políticos maquiavélicos, promoviendo una lucha de clases. Hay que generar abundancia para todos, para dejar de enfrentar a los ricos con los pobres. Porque la pobreza se combate generando empleos.

Mensajes coherentes dirigidos a construir una institucionalidad sólida, trabajando para el bien común sin levantar barreras innecesarias, para que el Estado y el mercado sean complementarios y no sustitutos. Alertando, de que los extremos políticos son malos conductores para buscar la paz social y que las visiones de país deben converger para el bien común, y que este debería ser el desafío de los gobernantes.

En líneas generales, convocó a que se construya una economía más sólida, de que la experiencia cruceña le sirva al país como ejemplo para salir adelante, ya que, el encanto de Santa Cruz, está en su modelo económico, que genera y generó mucha empatía de miles de bolivianos, que han hecho de esta tierra su hogar y su futuro familiar, que los lleva a convertirse en luchadores de toda la vida, haciéndose imprescindibles para el desarrollo del país…

Lastimosamente luego de un alentador discurso, vino el del político, aquel que lleva su barra brava pensando que las arengas y aplausos les podrían demostrar a los asistentes un apoyo que no existe. Un discurso que empezó diciendo lo que todo mundo espera, hablando de conciliación, de crecimiento económico, de unidad y de estabilidad.

Habló de una justicia social, que ni el mismo se la cree, ya que no existe para empezar, un poder judicial independiente que pueda conducirnos a la convivencia pacífica entre ciudadanos. Demostró una incoherencia de la realidad ante un público que sabe leer y escribir, queriendo hacer creer, que en este país no hubo una emergencia sanitaria el 2020 que conllevó a que la economía y los índices de crecimiento se vean drásticamente afectados, no solamente en Santa Cruz, sino en toda Bolivia y el mundo.

Sus comparaciones con el Gobierno corrupto de transición que son tomados referencialmente, no hacen MAS que mostrar su bajo nivel de aprobación y de percepción en todos los ámbitos económicos y sociales. La pregunta es: ¿Por qué no se compara con el Gobierno del cual formó parte como contador, diré como ministro?

“Construir es difícil, destruir es muy fácil y reconstruir demanda mucho más esfuerzo, ese es el momento en el que nos encontramos, de reconstrucción, de reactivación, de recuperación económica luego de una profunda crisis económica y social”, estas fueron las frases más destacables del presidente

Finalizando su pobre discurso, como siempre, con la mierda (disculpen el “ingles”) del eslogan de “golpe de Estado”, que sirvió para que lo silben, lo abucheen y tenga que salir con la cabeza agachada y la mirada temerosa con destino a México, donde nuevamente el país sufrió otra derrota diplomática en su intentona de lograr que los países apoyen una resolución en contra de la OEA para encubrir un fraude electoral vergonzoso.

Sucio en su proceder, sucio en su presentación ante la CELAC (al haber asistido con la misma ropa de la feria) y con mucho odio con la región que cobija a su familia. Nos entristece, ya que lo único que nos queda, es seguir resistiendo y luchar contra la maldad y la corrupción.

Podemos decir que lo único que nos alienta, es que jóvenes como Hurtado van surgiendo para convertirse en genuinos defensores de los intereses productivos, de lo privado y de las libertades que un pueblo requiere.

Felicidades, Expoferia 2021