La diputada chiquitana María René Alvarez (Creemos) afirmó que marcha de indígenas de tierras bajas representa a todos los pueblos originarios del país, la defensa de los derechos de todos los marginados por el poder del Gobierno centralizado y pidió recibir a esta movilización pacífica con afecto y gratitud.
Fuente: Prensa Creemos
“Los pueblos indígenas de todo el país somos Bolivia, porque en nosotros nace las raíces de esta patria (…) la marcha nuestros hermanos originarios, merece nuestro reconocimiento y gratitud. Por eso, cada boliviano que defiende la vida debe abrazar esta causa, debemos recibirlos con inmensa gratitud, con generosidad y el firme compromiso de seguir esta lucha que hace más 30 años peleamos en vergonzosa desigualdad de condiciones”, afirmó.
La legisladora planteó que el Gobierno central debe entender que Bolivia somos todos, no sólo quienes por ahora detentan el poder; por tanto, la movilización pacífica que lleva 36 días de caminata debe ser entendida en su amplia dimensión de defensa de la vida, la tierra, el aire, la identidad cultural y la libertad como principios que rigen su vida cotidiana.
“Convoco a todo el país a recibir esta marcha del modo que cada boliviano pueda hacerlo, en la plaza 24 de septiembre o desde donde puedan expresar su solidaridad y compromiso con Bolivia. Los pueblos indígenas deben saber y estar seguros que no están solos, Bolivia somos todos, cada boliviano en cada centímetro de tierra de nuestro país”, exhortó la diputada chiquitana.
En este sentido, destacó que la movilización de originarios de tierras bajas hizo que todo el país conozca “las penurias y el rechazo del Gobierno Central” ante su exigencia de un trato igualitario para todos los bolivianos.
“Esta lucha de tierra adentro que también representa a los pueblos abandonados de occidente, del Chaco y las llanuras defiende los principios de vida que respetamos los pueblos originarios que el poder vulnera y pretende arrebatarnos”, cuestionó.
Álvarez pidió la solidaridad de la población para con los originarios marchistas aportando con comida, ropa, enseres y todo cuanto pueda ser útil durante su permanencia en Santa Cruz y que también puedan llevar para compartir en sus comunidades.