Senadora Barrientos que dijo

DANTE N. PINO ARCHONDO

El FRI – Sol-BO – Agrupación Ciudadana – Chuquisaca somos Todos – Comunidad de Todos y Primero la Gente: son las agrupaciones conformadas como siglas políticas, que le dan contenido a Comunidad Ciudadana. Es, por tanto, una mezcla de todo lo que puede caber. Ninguna de estas siglas, tienen contenido ideológico y menos un programa con visión nacional.



Comunidad Ciudadana es una agrupación político-electoral. Su fin fue vencer en las elecciones de 2019 a Evo Morales y con ese objetivo tiene ahora vida jurídico – política. Al ser una agrupación de varias siglas, al tener un objetivo electoral, una vez cumplido este y acabado el proceso para el que fue conformada, la realidad política de CC es la de un cascarón vacío que por efectos electorales ocupas curules parlamentarios y nada más.

¿Por qué se podría criticar las declaraciones de simpatía y coincidencias políticas con el MAS, realizadas por la Senadora Barrientos, partiendo de la propia declaración de su líder Carlos de Mesa, que se definió como un político de izquierda «sin duda», como alguien que calificó a Evo Morales como un «buen presidente», que lo acompañó como vocero nacional en la demanda marítima contra Chile en la CIJ y que al final de día hace una oposición funcional, declarativa y tímida en su contenido?

Resulta penoso que se haya levantado tanto polvo en las Redes Sociales, criticando a la Senadora por una alocución que es, al final de cuentas, un llamado a la concordia, a la unidad de propósitos, que expresa simpatía por el ministro Lima de manera personal y que no dice nada substancial. Como todo lo que dice y declara esta Comunidad.

Si CC nos diera muestras de tener las ideas claras, las acciones políticas adecuadas a los actos, hechos y acciones que produce el gobierno, tendríamos la sensación de tener una oposición representativa del repudio y desacuerdo de gran parte de la ciudadanía. Pero esto no es así. Más allá de la protesta como acto de buena fe, de acciones legales que se quedan en el papel y de repudios de videos solitarios, Carlos Mesa está muy lejos de ser oposición política que ponga al gobierno contra las cuerdas y le obligue a tomar en cuenta sus acciones.

En este contexto, todo el escándalo levantado por los mismos opa-cojudos que en las elecciones pasadas votaron por el MAS, resulta ser un chiste de mal gusto. Agrupar siglas usadas como mercancía política para actos electorales no te convierte en partido político, y menos te otorga credencial ideológica que es la que unifica el pensamiento con la acción. Por esto las declaraciones de la senadora, como las que pudiera efectuar cualquier otro miembro de esa Comunidad tienen tanto valor como una moneda de un boliviano, compra algo, pero no mucho.

El MAS es otro conglomerado de organizaciones corporativas sindicales, cuyos dirigentes tienen como fin medrar del Estado, usarlo como instrumento del enriquecimiento ilícito y caminar por donde sea necesario para reproducir la rueda de la corrupción. Los desaguisados anticapitalistas- imperialistas y neoliberales son pinturas viejas sobre muros nuevos. Sirven para disfrazarse de socialista azul, para obtener aplausos de sus organizaciones políticamente atrasadas, pero nada más.

En este contexto, que Comunidad Ciudadana diga que tiene afinidad con el MAS es más que una verdad demostrada, ambos quieren hacer camino al andar, no saben a dónde van y se pelean boca a boca como niños caprichosos. La diferencia es que el MAS actúa como sus mandamientos dicen: la ley es para meterle nomás, la economía nacional es para ordeñarla en su beneficio, la cultura para dividir a la sociedad y a quien no le guste que se aguante. Qué de nuevo hay en esto, después de probar la sopa del mismo pollo durante 15 años.

Fuente: eju.tv