Un reporte alerta necesidad de 3ra dosis para vacunas chinas

Desde febrero, llegaron 12,3 millones de vacunas de cinco laboratorios de distintos países. De este total, 9 millones corresponden a la Sinopharm (73%).

Fuente: Página Siete

Luis Escobar



Un reporte de la Unidad de Inteligencia Económica (IUE, por sus siglas en inglés) publicado en la prestigiosa revista británica The Economist advirtió que las vacunas chinas ofrecen niveles más bajos de protección y que    podrían  necesitar  una tercera dosis para hacer frente a las nuevas variantes de la covid. En Bolivia, del total de inoculantes adquiridos por el Gobierno y que llegaron, nueve millones tienen   ese origen y  son Sinopharm, es decir un equivalente al 73%, según una revisión de  datos oficiales.

“A pesar de su enorme población, China logró vacunar a los residentes a un ritmo rápido (está en camino de alcanzar el 70% de inmunización para fines de 2021), al tiempo que se convierte en el mayor exportador mundial de vacunas. Sin embargo, esta impresionante hazaña llega con una advertencia para los países que dependen de las vacunas chinas: algunas de estas inyecciones  ofrecen niveles más bajos de protección que los (fármacos)  occidentales”, se lee en  la publicación, elaborada con base a un informe de la IUE, una unidad que ofrece pronósticos y asesoramiento económico.

El reporte advierte que en  Las Seychelles, un archipiélago en el océano Índico, compuesto por unas 115 islas tropicales, vacunaron a la mayoría de su población con Sinopharm de China, pero “ tuvo que volver a imponer un bloqueo en junio”.

“La menor tasa de eficacia de las vacunas chinas presenta dos riesgos  -agrega el reporte-.  El primero es que los países que confiaron en las inyecciones chinas pueden necesitar administrar refuerzos (una estrategia que Chile, que usó principalmente la vacuna Sinovac de China, está implementando actualmente) o mezclar diferentes marcas de vacunas como lo está haciendo Tailandia.

The Economist  considera que  la factura total de vacunas puede resultar “más alta de lo esperado, y en algunos casos inasequible”. El segundo riesgo tiene que ver con los pasaportes de vacunas. “La mayoría de los países occidentales no reconocen la  inoculación con pinchazos chinos. Esto dificultará los viajes, ampliando aún más la brecha entre ricos y economías más pobres”.

Sinopharm, la más usada en Bolivia

 En un inicio,  el Gobierno de Bolivia no tenía prevista la compra de estos inoculantes. En diciembre suscribió un contrato con la rusa Gamaleya para la provisión de 5,2 millones de fármacos,  de los cuales sólo llegaron 1,5 millones. En enero firmó un segundo acuerdo por cinco  millones de dosis AstraZeneca,  de cuyo acuerdo no llegó ninguna dosis.

Además, a través del acuerdo Covax, el Gobierno debía beneficiarse con 5,1 millones de vacunas para el 20% de su población. De este acuerdo  llegaron 724 mil vacunas, como las   AstraZeneca y Pfizer. La entidad dijo que enviaría el resto el segundo semestre de este año.

El primer lote de vacunas Sinopharm arribó el 24 de febrero con 500 mil unidades; luego 200 mil, un millón y el último envío fue de 3,3 millones,  sumando nueve millones de unidades hasta la fecha. Esta cantidad representa al 73% de todos los inoculantes  que llegaron a  suelo boliviano.

En abril, a poco tiempo de que comenzarán a llegar las vacunas, el Ministerio de Salud  de Bolivia   informó que las Sinopharm  (células vero) son inactivas y son producidas por el laboratorio del Instituto de Productos Biológicos de Beijing,  China.

“Tiene como composición en su principio activo: antígenos del virus SARS-CoV-2 inactivado, en una cantidad de 6.5U/dosis. El número de dosis que debe recibir la población son dos con un intervalo de 21 días y tiene una eficacia de más del 80%”, detalló el informe gubernamental de abril pasado.

Salud advirtió que igual que con todos los medicamentos, al administrar una vacuna existe el riesgo de que el paciente presente algún evento adverso, los que normalmente son leves y se resuelven de manera espontánea. “La vacuna de Sinopharm se puede refrigerar y transportar a una temperatura de entre 2 y 8 grados centígrados, una temperatura que alcanzan refrigeradores normales”. Esta última ventaja permitió su amplia difusión en áreas rurales como urbanas.