Áñez denunció este viernes, en una audiencia, que padece de anorexia nerviosa y que le están proporcionando medicamentos de dudosa efectividad. Una especialista explica cuáles son los síntomas y las consecuencias de este problema de salud.
Fuente: El Deber
Durante la audiencia virtual de cesación de detención preventiva de este viernes, la expresidenta Jeanine Áñez leyó su declaración explicando previamente que su memoria le está fallando y que es víctima de violencia y tortura sicológica.
“Ayer he sido valorada por mi nutricionista con un diagnóstico de anorexia nerviosa, diagnóstico que sin duda agrava mi cuadro de desnutrición”, manifestó Áñez.
La anorexia nerviosa es un trastorno de la alimentación que se caracteriza por el peso corporal anormalmente bajo, el temor intenso a aumentar de peso y la percepción distorsionada del peso.
En el caso de lo que le ocurre a la exmandataria boliviana, la nutricionista María del Carmen Abela explicó que el diagnóstico puede estar relacionado a un cuadro de estrés y ansiedad que le quita las ganas de comer.
“Está dentro de lo que conocemos como trastornos alimenticios. La anorexia nerviosa significa que la persona no tiene deseos de comer. En muchos casos, este problema se desencadena a partir de ciertos niveles elevados de estrés y de ansiedad. El sistema nervioso puede estar tan afectado que manda un mensaje al cuerpo de que no quiere comer”, menciona Abela.
La especialista añade que la principal consecuencia de esta reacción es la pérdida considerable de peso y la desnutrición.
“El cuerpo comienza a perder masa muscular. Entonces al no haber músculo, empieza a buscar en su propio organismo la forma de alimentarse para mantenerse vivo, es decir, se empieza a comer a sí mismo. Por eso la piel se seca y parecen otras señales de peligro”, agrega.
La anorexia nerviosa debe ser tratada no solo con el médico general, sino también con el nutricionista y el sicólogo.
Durante la audiencia, Áñez denunció que le están proporcionando medicamentos de dudosa efectividad y que en varias ocasiones le provocaron mucho sueño y hasta alucinaciones.
También sostuvo que no pudo tener una entrevista directa con su siquiatra y que ya cumplió su detención preventiva de seis meses. «Asumo que el Gobierno lo único que busca, y lo va a lograr, es mi muerte a corto plazo», añadió la exmandataria.