Evo pensó gobernar desde el Chapare en la crisis de 2019 y creía que sería hasta «patria o muerte»

El expresidente Evo Morales pretendió gobernar desde el trópico de Cochabamba durante la crisis política del 2019, pero las movilizaciones le hicieron desistir, incluso hasta ese momento dijo que pensaba en hacer realidad el «patria o muerte», no obstante, cambió cuando en su entorno dijeron que salvar su vida era salvar el «proceso de cambio».

Morales a su estilo hizo un par de revelaciones durante la presentación del libro «Evo: Operación Rescate. Una trama geopolítica en 365 días» en la Argentina, acto del que también participó el presidente de ese país, Alberto Fernández; el exvicepresidente Álvaro García Linera; así como la exministra de Salud, Gabriela Montaño.



«En ese momento pensé: ‘ya estoy en el Trópico, desde aquí voy a gobernar. Otra vez pienso, si mañana va a haber una gran masacre me van a echar la culpa, mejor renunciaré'», contó. «Entonces la mejor forma era renunciar, no solamente para salvar nuestra vida, también para salvar la vida de muchos compañeros. Ahí viene la renuncia», afirmó.

El 10 de noviembre de 2019, Morales renunció a la presidencia cercado por las movilizaciones que empezaron cuestionando las elecciones generales de octubre, pidiendo una segunda vuelta y ante la negativa, las protestas exigieron su dimisión y la convocatoria a otras elecciones con un nuevo Tribunal Supremo Electoral.

La exautoridad también dijo que hasta ese momento para él era «patria o muerte», pero que su posición dio un giro cuando en su entorno señalaron que para salvar el denominado proceso de cambio era necesario «salvar la vida de Evo», entonces decidió por su renuncia y posterior salida del país.

«Debe ser 02:00 a 03:00 de la tarde más o menos del día domingo 10 de noviembre, alguien dijo (que) para salvar nuestro proceso de cambio hay que salvar la vida de Evo. Eso a mí me ha hecho pensar porque hasta ese momento para mí era patria o muerte. Entonces, claro sin Policías, sin militares, aunque estaban convocándose (…) movimientos sociales para el día siguiente, (hubiera habido) un enfrentamiento con masacre y todo le hubieran echado la culpa a Evo», relató.

Recordó que el expresidente Hugo Chávez le contó que en una situación similar de un «golpe de Estado» en Venezuela, Fidel Castro, exmandatario de Cuba, le había recomendado que primero salve su vida.

La consigna «patria o muerte» fue introducida a las Fuerzas Armadas cuando Morales ingresó al gobierno el 2006 con la idea descolonizar esa institución. Esa tradición fue recuperada de gobiernos como el de Fidel Castro de Cuba.

Sin embargo, durante casi los 14 años de gobierno manejó el grito como una manera de inspirar a sus seguidores a querer más la «patria» que su propia vida. Tras los sucesos del 10 de noviembre de 2019, la oposición política de Bolivia criticó a Morales por salir del país y no respetar el «patria o muerte».

Pero también se refirió a los hechos que sucedieron el 2020, en el gobierno de Jeanine Áñez, manifestó que lo mejor que le pudo pasar al Movimiento al Socialismo (MAS) es la suspensión de las elecciones de ese año. «Deben arrepentirse los golpistas de haber suspendido las elecciones», afirmó.

Añadió que estaba seguro ganarían las elecciones porque «con la pandemia y la economía (los opositores) estaban destrozados», dijo Morales que hizo referencias a encuestas que les daban la victoria.

Acusó a los medios de comunicación de «mentir», «hay medios de comunicación que mienten y mienten, para mí, algunos medios de comunicación son peor que la bomba atómica, cada día destrozan la mente», comentó, al señalar que privilegian lo malo y no lo bueno.

Por otra parte, manifestó que otra estrategia de la oposición era «hacer renunciar al fiscal general (Juan Lanchipa), con el objetivo de nombrar a otra autoridad y promover una ola de detenciones entre 40 a 50 dirigentes, para generar convulsión y provocar la suspensión de las elecciones.

Reveló que a través de sus compañeros envió un mensaje para que Lanchipa no renuncie. Para la oposición el fiscal general del Estado es un operador del partido gobernante para la «persecución política».

Fuente: lostiempos.com