Gregorio Lanza: «El Alto ha puesto los muertos, pero la plata ha ido al Chapare»

Lanza dice que dos polos disputan el poder: Chapare y Santa Cruz, mientras que el bloque de La Paz se ha debilitado. La pacificación pasa por la recuperación del protagonismo de La Paz.

Gregorio Lanza conversa con Página Siete. Foto: Carlos Sánchez /Página Siete.

Mery Vaca / La Paz

Gregorio Lanza es especialista en gestión de conflictos y un conocedor del Chapare desde aquellos tiempos en los que, siendo diputado por Izquierda Unida, gestionaba recursos para que Evo Morales encarara el plan de desarrollo del trópico. También sabe del manejo de la Policía porque, durante el gobierno de Carlos Mesa,  fue director de Régimen Interior. El también analista de temas políticos y sociales, ha concluido hace poco una investigación sobre la conflictividad en el país para la cooperación internacional, cuyos resultados comparte con los lectores de Página Siete.



Usted hizo  un estudio sobre la conflictividad en Bolivia. ¿Cuáles son los resultados obtenidos?

Lo primero, la consolidación de los espacios y los grupos de poder en Bolivia. Si bien en los últimos 50 años ha existido esa conformación, en los últimos 15 años, en el gobierno de Evo Morales, se consolidan dos grandes espacios de poder y uno se debilita. Los espacios de poder que se fortalecen son Santa Cruz y el trópico de Cochabamba, mientras que La Paz se debilita. En el caso de Santa Cruz, los indicadores económicos son muy claros, hay un crecimiento sostenido con base en  la agroindustria y una élite muy pragmática que ha aprovechado su relación con Evo Morales y se ha fortalecido económicamente. Santa Cruz tiene los mejores índices de desarrollo humano también. A partir de la tensión permanente con el centralismo y el andinocentrismo de Morales, en Santa Cruz se ha ido consolidando una identidad cruceña que estaba en ciernes. Ésa es la manera en que se puede explicar la fortaleza del voto de Camacho en Santa Cruz, la consistencia de las movilizaciones cruceñas. En Santa Cruz, en la propia ciudad, hay una presencia migrante muy importante, pero que se articula a pesar de todo con esta identidad cruceña. Otra cosa son los grupos externos que están en Yapacaní, San Julián, que son grupos ideologizados, que vienen desde el Chapare, de las viejas migraciones y están vinculados al MAS. Ésa es la gran potencia que ahora es Santa Cruz, y que por eso mismo polariza el país porque  tiene su propia perspectiva y puede hacer un paro solo y declarar la huelga general e indefinida. El otro gran polo de poder en el país es el Chapare, donde el desarrollo alternativo ha invertido más de 2.000  millones de dólares, Evo ha invertido en el último período casi 1.000  millones de dólares en Chapare en fábricas y otras obras. Además, el Chapare tiene vías de comunicación más que cualquier parte del país. En la parte institucional tiene cinco municipios con cinco alcaldías del MAS, tiene sindicatos muy articulados y fuertes, que son un ejército, antes desarmado, ahora un poquito más (armado) posiblemente. Se manejan como un ejército, una fuerza coercitiva. Allá no hay Policía; la Policía está en Villa Tunari, en Chimoré, en la carretera, para adentro no hay, el Chapare está controlado por la policía sindical. El trópico de Cochabamba es un territorio federado;  hay una ley en el Parlamento que la pusieron los diputados del MAS -no se ha aprobado, pero está ahí- para hacer de estos cinco municipios el décimo departamento de Bolivia.

¿De cuándo es ese proyecto?

De hace unos cuatro años. El Chapare es el único territorio federado, es lo que Santa Cruz pide hace 20 años.  Esto porque tiene la representación política de Evo y porque tiene una economía muy fuerte,  basada en la coca y su transformación ilícita, aunque la cocaína en 10 años será legal. El trópico de Cochabamba es una sociedad mercantil capitalista, donde a la gente le interesa ganar plata por vender su mercadería. Buena parte de los productores de coca, a diferencia de los años 90, cuando sólo producían coca, hoy en día producen pasta base, un proceso normal de transformación económica.

¿El sindicato que administra el lugar sabe de esto?

Por supuesto, es parte de…, puede ser que en algunos casos regularice ese proceso, sabe quiénes son, tiene que abrir los canales para que sea un proceso lo más pacífico. Es otra cosa positiva, es pacífico, a diferencia de Colombia, donde se disputan a tiros  una zona.

Es pacífico, pero se habla de que podría ser el escenario para el surgimiento de movimientos irregulares. ¿Cree que hay las condiciones para eso?

 Ése es el tercer problema. Ése es el riesgo de este gobierno de dos cabezas, que son Arce y Evo. Evo polariza y a su modo busca debilitar al gobierno de Arce para tener mucha más presencia. Arce y Choquehuanca han marcado de alguna forma los límites de la presencia de Evo, pero Evo no está contento. Evo es un animal político que tiene una enfermedad por el poder, quiere más poder. En ese escenario, al primero que deberían preguntarle sobre el grupo armado que ha entrado a Las Londras y a San Julián es a Evo Morales, porque ese grupo armado sale de San Julián, de los sectores radicales vinculados al trópico de Cochabamba y ahí no se mueve nada si no hay una instrucción de Evo Morales.

Es decir, ¿este proceso ya ha empezado?

Ha empezado este proceso de construcción de grupos armados;  serán pequeños, no tengo aparato de inteligencia, pero hay un proceso de esa naturaleza. Hay una visión perversa de parte del liderazgo de Evo Morales que puede aprovechar para impulsar este tipo de grupos que empieza a ser una tendencia. Por ejemplo, en este conflicto (contra la Ley 1386) sacan a grupos paramilitares con la Policía, trabajando los dos.

¿Los que salen a combatir los paros ya no son sectores sociales? ¿Son paramilitares?

Son grupos mucho más organizados, como los que (operaron) en Montero. No son espontáneos, hay grupos detrás de eso. La élite de los movimientos sociales está articulada por Evo Morales porque es el jefe del MAS y porque tiene muchos recursos que ha acumulado en 10 años.

¿Eso quiere decir que el poder del Chapare está penetrando en el otro poder de Santa Cruz?

Exactamente, está haciendo cerco externo. Es una pugna por los dos poderes, donde Santa Cruz tiene el centro y la parte oriental, mientras que el Chapare está en los flancos, especialmente en el norte y es eso lo que tensiona extremamente y puede derivar en algo incontrolable. Creo que el presidente Arce no comprende eso, que empujar esta línea de tendencias autoritarias al influjo de Evo Morales, de represión con la Policía, puede hacer salir del control. Así como ellos mueven su gente con armas, el otro lado lo propio.

La pelea aparente es por las tierras, pero ¿es también una pelea política?

El control de la tierra es un elemento importante, pero está en el fondo de esta estrategia política de copar el país y tener el poder 50 años.

¿Y qué pasó con el tercer espacio de poder: La Paz?

El tercer espacio de poder es La Paz y está profundamente debilitado. Si uno ve los indicadores económicos, la presencia política, los liderazgos, lo único que ha hecho El Alto es poner los muertos, es la tragedia de El Alto. En octubre de 2003 casi todos hemos estado contra Goni, pero El Alto ha puesto los muertos, y qué ha recibido El Alto, nada. Y los dirigentes de El Alto saben, dicen que efectivamente la plata, la inversión ha ido al trópico de Cochabamba. Los cocaleros de La Paz han sido vistos como cocaleros de segunda clase;  toda la inversión ha ido al trópico de Cochabamba y eso ha generado un resentimiento, por eso no le va a ser fácil a Evo y a Arce doblegar a los Yungas. La Paz ha quedado totalmente marginada, porque además se ha dado una división en La Paz muy marcada entre lo mestizo aymara y lo mestizo blanco de la clase media. Esta división hace que La Paz no pueda avanzar, que la economía esté cada vez peor, que las fábricas y la inversión se vayan de El Alto a Santa Cruz. Por eso mismo, un tema central para los paceños y que es básico para equilibrar el país, es que La Paz juegue un rol en Bolivia. Ahorita está jugando el rol el Chapare con Evo Morales y Santa Cruz con Camacho. Si bien hay liderazgos interesantes como el de Eva Copa y el de Iván Arias, que habrá que ver cómo evolucionan, La Paz no tiene ninguna capacidad de movilización. Eso está marcando la necesidad de que La Paz retome sus políticas como La Paz, uniendo y poniendo al lado las diferencias ideológicas. Ésa es la conclusión: Si La Paz recobra el nivel político y se nivela con el Chapare y con Santa Cruz,   ayudará a que el país encuentre un nuevo rumbo;  si no,  ese desnivel va a seguir haciendo que los paceños siempre estén en la cola de la polarización Chapare-Evo Morales y Santa Cruz-Camacho. Otra conclusión es sobre el otro poder que maneja el gobierno, con Arce. Algún rato el vocero ha dicho que hay tres cabezas;  efectivamente, uno es Arce, Choquehuanca y Evo, no lo ha dicho por improvisado, sino que han dicho “al Evo lo pondremos en un lugar para que sepa que somos tres, no es él solito”. Arce es un presidente nombrado por Evo, pero estando en el poder -la práctica del poder potencia al poder y las ambiciones- Arce Catacora ha decidido salir de ese rincón del presidente olvidado, del presidente segundón de Evo Morales y ha empezado a radicalizar su discurso, después de escuchar el discurso  en el Parlamento, no necesitamos a Evo Morales, para qué Evo Morales.

¿Está tratando de llenar el vacío dejado por Evo Morales?

Lo que está haciendo es disputarle esta franja radical del MAS a Evo Morales, le está disputando porque él quiere ser el candidato en 2025.

Pero al hacerlo, está defendiendo los intereses de Evo porque está defendiendo los intereses del bloque del Chapare.

Él está defendiendo y no se da cuenta. La política tiene tremendos riesgos. El presidente Arce es un transformer, es ArcEvo, porque él nos ha vendido la idea de que iba a mejorar la economía e iba a pacificar el país y muchos han votado por eso y mucho más Choquehuanca, cuyo discurso era pacificar el país. Entonces esta transformación del presidente Catacora es riesgosa. La primera conclusión es que entre Arce y Evo están jugando a sus intereses y están poniendo en riesgo el país, están llevando a una espiral muy peligrosa, y todo porque Arce busca quitar espacios a Evo Morales, con los riesgos que señala.

¿Y Choquehuanca no podría encabezar el polo paceño?

Puede, es una posibilidad.

¿Por qué se sube al polo de la confrontación?

Porque no tiene todavía fuerza ni plata;  el programa de pacificación que se ha acordado con Naciones Unidas  depende de la Vicepresidencia, pero está paralizado porque si nombra un agente para que maneje eso, será cuestionado por los radicales.

¿Cómo encaja en esta configuración de polos de poder, el actual conflicto?

 Tiene dos vertientes el actual conflicto. Por un lado, este proceso de transformación del presidente Arce, de construir tendencias más autoritarias y por otro los grados de ineficiencia en su gabinete, creo que hay las dos cosas, porque la ley está mal hecha, podían hacerla mejor con el mismo objetivo. El objetivo de esa ley es controlar a la oposición, tener una policía supraestatal en la Unidad de Investigaciones Financieras, y esa unidad está bajo un consejo ejecutivo integrado por el Ministro de Gobierno, que es mitad de Arce y mitad de Evo; el Ministro de Defensa, que es de Evo; el Procurador, que ya es el extremo porque es el empleado de Evo Morales, y de adorno el Ministerio de Finanzas. Es un suprapoder que les dan a ellos. Una ley así da para que te denuncie el vecino y para que la Policía o la Fiscalía, sin que tengas nada que ver, te saquen 500 dólares de multa. Ése es el otro problema, que abre un espacio para la corruptela institucionalizada;  por eso protestan los gremiales, los transportistas, el que tiene su cholet en El Alto está temblando. El querer meter una ley de ese tipo muestra una improvisación, porque para meter una ley de ese tipo tienes que hacer más trabajo político.

Esta ley no será un pretexto, tomando en cuenta que hay una conflictividad latente desde 2016 y 2019.

Yo creo que cuando se empieza a ver el fondo de la ley, empieza a afectar. Hay gente que tiene 40.000 o 50.000 dólares, comerciante al que le preguntarán de dónde ha sacado su plata  pero no hay papeles, porque el país tiene el 80%   de trabajadores informales.

Entonces ¿si se retira la norma, se resuelve el conflicto?

Lo que van a hacer probablemente es regular la norma, para iniciar un proceso de investigación a un señor que tiene un millón, entonces van a respirar el 70% de los informales. Mientras el MAS se ha fortalecido con la conflictividad, la gente no quiere conflicto. El muerto en Potosí es el muerto del presidente Arce Catacora, es el primer muerto de él. Los movimientos sociales le van a pasar la factura a él. Es muy riesgoso lo que está haciendo el presidente Arce, puede entrar a un escenario muy complicado y va a favorecer a Evo Morales y a la larga a Santa Cruz porque sigue articulando y cohesionando.

  • HOJA DE VIDA

  • Academia  Economista, con maestrías en Gestión y Políticas Públicas en UCB-MPD, y en Buen gobierno en University Of Westminster-Londres.

  • Cargos   Diputado por la IU, director de Régimen Interior, responsable  de Gestión de Conflictos en la Defensoría del Pueblo.

Fuente: paginasiete.bo