Los afectados denuncian que tienen que comprar remedios, pese a que deberían ser de entrega gratuita por el Sistema Único de Salud (SUS), mientras los administrativos reclaman un ajuste presupuestario. La Gobernación acordó una solución parcial
Leyla Mendieta
Pacientes del Oncológico y del Hospital de Niños Mario Ortiz lamentaron la falta de medicamentos e insumos que son urgentes. Si no tienen recursos económicos para comprarlos, se ven obligados a postergar los tratamientos, pese a que son de emergencia.
En el Hospital Oncológico, el drama diario al que se exponen los pacientes de esta crítica enfermedad, se ve agravado en los últimos meses del año, cuando es más usual que se agote el stock de remedios que son de demanda frecuente, según testimonios de pacientes.
Uno de los afectados es un padre de familia que porta una conservadora hasta el Oncológico, a la espera de la receta para su hijo. Sabe, como ya pasó antes, que tendrá que ir a buscar medicamentos a farmacias externas. Su pequeño tiene cáncer en los huesos y cuenta que, solo por el diagnóstico, esperó tres meses, lo que dio chance a la enfermedad de avanzar. “Normalmente nos hacen una receta de, por ejemplo 20 medicamentos, y solo siete hay en la farmacia del hospital; hay que comprar lo demás, esos son los más caros”, lamenta quien prefirió no identificarse.
Solo en medicamentos el papá ya va gastando Bs 7.000, y recién está empezando el tratamiento. “Ahora nos dieron una nueva receta y la cotizaron en Bs 24.000, estamos buscando dinero y cotizando en otras farmacias”, suspiró.
Otro drama es el que atraviesa el hijo de Dora Pachuri, ambos llegaron desde San Julián con la esperanza de concretar la tercera quimioterapia para el joven con leucemia. La sesión lleva más de veinte días postergada porque no tienen dinero para cubrir los medicamentos que no hay en farmacia.
“Cada quimioterapia cuesta más de Bs 10.000. Hice kermés para recaudar dinero, pero aún no alcanza”, comentó Pachuri al señalar que apenas recibió un poco de ayuda en medicamentos para las quimioterapias anteriores. “En la primera me dieron cinco frascos (medicamentos), pero he tenido que comprar el resto, gasté algo más de Bs 9.000”, recordó.
La tercera sesión de quimioterapia estaba marcada para el 10 de octubre. Sin embargo, no se hizo porque Pachuri no consiguió recursos, por lo que pide ayuda.
Dora se ganaba la vida limpiando casas en San Julián, pero dejó el trabajo para atender por completo a su hijo, aunque tiene otros siete y debe buscar los medios para atenderlos.
Otro paciente, esta vez un adulto, esperaba recostado en las bancas de la sala de ingreso del hospital. Su familiar contó que recién llevaban dos días en busca de atención: “No están tan desabastecidos. Sí hay medicamentos, pero no todos”, dijeron.
En el ingreso del hospital estaba también Roxana Galarza, otra paciente en busca de recursos para su quimioterapia programada para hoy. Desde el año pasado, con frecuencia, peregrina desde Cochabamba para su tratamiento. Aunque esta vez no pudo reunir el dinero suficiente.
El drama de pacientes se repitió en el Hospital de Niños Mario Ortiz, donde ayer los padres se unieron a médicos para protestar. Una de las afectadas es Mari Luz Neri, ella tiene a su bebé de nueve días de nacida y ya gastó Bs 900 en medicamentos, pese a que todos los debería cubrir el SUS. “Dicen que no hay en farmacia”, observó.
En el mismo hospital, Deilacia Pinto también tiene a su pequeño internado, por lo que hace un mes se trasladó desde Charagua, prácticamente para vivir en el hospital. Aseguró que debido a la falta de medicamentos, a diario llegó a gastar hasta Bs. 500. “En la farmacia no hay ni microgotero ni jeringas, cosas tan básicas no hay. ¡Imagine otros medicamentos!”, protestó.
Ni para Rayos X
Una de las profesionales del Hospital de Niños, Milka Cáceres, explicó que la falta de insumos se fue agudizando en las últimas semanas. “Para los pacientes es un viacrucis no tener jeringas y microgoteros. Ya la situación es insostenible, tenemos que internar a un paciente y los familiares a cualquier hora deben correr por jeringas, algo tan básico”, observó.
En la protesta, los profesionales denunciaron a coro que la falta de insumos afecta los servicios de laboratorio: no tienen ni placas para entregar rayos X, tampoco tubos para intubar.
Tras la protesta de la mañana, la Gobernación cruceña comprometió 2,6 millones adicionales para medicamentos e insumos a este hospital. El secretario de Salud y Desarrollo Humano, Fernando Pacheco, dijo que ante la falta recursos que debió entregar el Gobierno nacional se buscó una solución inmediata.
“Las necesidades de salud del departamento no se van a solucionar con las migajas que quiere dar el Gobierno nacional, pido al ministro de Salud reconsiderar el presupuesto SUS para este 2021, porque con lo que nos están asignando no podremos cubrir ni un semestre del siguiente año”, dijo.
Deudas en servicios básicos
Los problemas económicos también afectan al pago de servicios en ambos hospitales. EL DEBER confirmó que el Oncológico tiene seis medidores, que todos adeudan tres meses, lo que asciende a Bs 200.000, mientras que el Hospital de Niños arrastra cinco meses del servicio eléctrico, con un monto similar. Sin embargo, no se les cortará el servicio. Esta responsabilidad es de la Gobernación.
Un caso aparte, pero más serio que los otros en servicios básicos, es del Hospital Óscar Urenda, que sigue en manos del Ministerio de Salud mientras no se haga la transferencia. Desde enero adeuda el servicio de luz, la suma asciende a Bs 2 millones.
Piden revisar presupuesto
Las cifras del Oncológico también reflejan el drama que se vive en el hospital. El director Nelson Béjar explicó que el problema que enfrentan es que anualmente el Gobierno nacional deriva del Sistema Único de Salud (SUS) una menor cantidad de recursos de los que se necesitan en la práctica, por lo que cada año, desde octubre, los pacientes sufren falta de medicamentos e insumos. “Nunca tuvimos los recursos suficientes para las compras, no se toma en cuenta a pacientes nuevos, por eso llegamos a esta fecha con problemas y colapsamos”, remarcó.
Según datos de Farmacia de ese nosocomio, solo en este servicio tienen al día hasta seis pacientes nuevos, es decir, más de 2.000 nuevos al año. En Pediatría, el aumento es de 120 al año, mientras que la atención de adultos registra 1.700 nuevos pacientes cada gestión. Pese a este incremento de enfermos desde 2018, no aumentaron los recursos ni el personal.
Béjar confirmó que en estas fechas suele faltar un promedio de diez medicamentos de demanda frecuente. “Nunca puedo llegar a comprar inmunoglobulina, se usa, y cada ampolla cuesta Bs 2.200, pero un paciente necesita cinco. Siempre nos dan un techo presupuestario menor”, lamentó.
Por su parte, la presidenta de la Asociación de Padres de Niños con Cáncer, Ana Figueroa, aseguró que falta mayor cantidad de medicamentos.
“No tenemos ni microgoteros, que cuestan Bs 12 y que piden a diario. Faltan los sueros fisiológicos, antibióticos, Ondansetrón (para quimioterapia), cloruro de magnesio, y sondas. Existen medicamentos que cuestan Bs 100 y no piden solo uno diario. Cada vez compran y duran tres meses y pasamos otros tres meses sin estos”, detalló, y pidió a las autoridades nacionales coordinar con las locales para hacer un ajuste presupuestario.
Las madres de niños con cáncer ayer bloquearon la avenida de ingreso al hospital y, en medio de la protesta, se comunicó al personal administrativo que la Gobernación destinará recursos adicionales para comprar medicamentos SUS y cerrar octubre, noviembre y diciembre.
Pese al anuncio, en el Hospital de Niños confirmaron que se continuará con el paro hasta lograr una respuesta a largo plazo de las autoridades nacionales.
Fuente: eldeber.com.bo