Colapso de la URSS: la enseñanza de la historia en Rusia está lejos de ser objetiva

La enseñanza de la historia reciente se ha convertido en un tema político muy sensible, especialmente del período estalinista.

 

Por Anissa El Jabri, corresponsal de RFI en Moscú



Manifestación del 23 de febrero de 2017 del Partido Comunista Ruso en Moscú. © Dmitry Serebryakov\TASS via Getty Images

 

 

Un miércoles por la tarde en Moscú, una clase visita el Museo del Gulag de la ciudad: “Lo primero que se ve aquí en la entrada es lo que también se ve primero cuando se trata del sistema totalitario: las puertas. Son las puertas de los ministerios, de las oficinas, de las cárceles y de los campos de trabajo”, explica Konstantin Andreev, director del centro de formación del museo, mientras señala a los adolescentes las gruesas puertas, en su mayoría metálicas, con cerraduras y cadenas.

La clase está en silencio, pero no siempre es así: “Un día, un joven vino con su clase con traje, corbata y un pin del Komsomol en el pecho, es decir, un pin de la Unión de la Juventud Comunista Leninista. Hago el recorrido, hablo de Stalin, de los campos, y veo que no está de acuerdo. Gasto mucha energía explicando. Después de la visita, vino a preguntarme: “¿Por qué odias tanto al régimen soviético? ¿Por qué hablas así?” Miré su pin y le dije: “Sabes, es para que tengas la libertad de llevar este pin o no llevarlo”.

Libros de texto para “crear patriotismo

Apenas entre el 20 y el 30% de los estudiantes de secundaria que visitan el museo saben lo que fueron el Gulag y el culto a la personalidad, dice Konstantin Andreev. Según la profesora de historia Elena Dorzhieva, la responsabilidad recae en la forma en que se enseña la historia, especialmente desde la introducción de nuevos libros de texto en 2012.

“En el pacto Molotov-Ribbentrop, por ejemplo, está escrito que ‘evitó la guerra entre la Unión Soviética y Alemania’”, explica. “Pero no se dice nada sobre las consecuencias de este pacto para los pueblos bálticos, sobre su deportación. Y también hay un problema con el objetivo declarado por los autores de este manual: crear patriotismo. Pero la tendencia actual es el falso patriotismo. El patriotismo es el amor a la patria, no el amor al gobierno. Para amar a tu país, tienes que estudiar su historia objetivamente. Y para ello, hay que hablar abiertamente de las páginas oscuras de la historia”, añade la profesora.

En Rusia, el castigo por “difundir información notoriamente falsa sobre las acciones de la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial” es de hasta tres años de prisión.

Fuente:Radio Francia Internacional