Kim Jong-il dirigió Corea del Norte por 17 años, hasta su muerte en diciembre de 2011, cuando traspasó sus poderes a su hijo Kim Jong-un.
Con banderas a media asta y tres minutos de silencio, Corea del Norte celebró este viernes (17.12.2021) el décimo aniversario de la muerte del líder Kim Jong-il.
En una plaza de la capital Pyongyang, los ciudadanos inclinaron la cabeza ante los retratos del difunto líder y de su padre Kim Il-sung, el fundador de Corea del Norte.
Kim Jong-il dirigió la nación asiática por 17 años, hasta su muerte en diciembre de 2011, cuando traspasó sus poderes a su hijo Kim Jong-un.
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Los medios de comunicación estatales de Corea del Norte, fuertemente controlados por el gobierno, publicaron editoriales en los que se elogiaba el «liderazgo revolucionario» de Kim Jong-un, al tiempo que se instaba a la población a seguir siendo fiel a su hijo.
Desde 1948, tres generaciones de la familia Kim han gobernado el país. Bajo sus mandatos, Corea del Norte adquirió misiles de largo alcance y armas nucleares, pero su economía dirigida por el Estado ha sido mal gestionada y existe una escasez crónica de alimentos.
Asimismo, el país cerró sus fronteras el año pasado para protegerse del Covid-19, lo que afectó también a su economía, ya maltrecha por las sanciones internacionales por sus programas de armamento.
De hecho, Kim Jong-un admitió que existen dificultades y advirtió a la población que se prepare para la «peor situación».
afp/ap /rr
Fuente: dw.com