Falta de respaldo de Baptista a sus denuncias sería contraproducente

Un analista ve afán de protagonismo y cuestiona que las denuncias no se hayan hecho cuando sucedió el proceso electoral. Propone investigar el padrón a través de expertos independientes. 

La ex vocal del TSE, Rosario Baptista, generó una alta expectativa con sus cartas de denuncia sobre una falta de transparencia en el Órgano Electoral Plurinacional. Sin embargo, en sus últimos contactos con la prensa no mostró indicios específicos, abriendo una serie de cuestionamientos entre quienes consideran que la investigación de posibles irregularidades es necesaria pero exige la mayor seriedad. Desde eju.tv consultamos al abogado y columnista de opinión, Andrés Canseco Garvizu.



“Baptista puede incluso jugar en contra”

eju.tv: La ex vocal Rosario Baptista ha hecho duras acusaciones sobre irregularidades en el TSE, pero no presentó pruebas ni cifras concretas sobre resultados o adulteraciones en el padrón. ¿A qué se podría deber esto?

Andrés Canseco: Son innegablemente efectos de la profunda incertidumbre que genera el OEP. Pensar, por ejemplo, que desde el fraude del 2019 a las elecciones del 2020 se haya podido desmontar todo un aparato que tiene participación de muchos actores. En el caso de Baptista, cuyas misivas incluso llegaron a la OEA, yo noto que hay una falta de audacia y valor, e incluso un afán de protagonismo. Por supuesto que desconfía del Movimiento Al Socialismo. Pero si algo nos dejó el 2019, es precisamente el criterio de oportunidad, eficiencia y respaldo de las denuncias electorales. Lo que hace Baptista puede incluso jugar en contra, pues, al diluirse, el partido de Morales se dará un baño de falsa legitimidad y credibilidad.

Personalmente, pienso que la exvocal no asumió la gravedad de las denuncias y los sustentos que requiere. Si uno ve nuevamente la entrevista, encontrará contradicciones, inconsistencias y hasta una falta de respeto a la ciudadanía.

“Las especulaciones no ayudan”

Teniendo en cuenta varios factores, como lo sucedido en 2019, hay bases para presumir irregularidades electorales. Sin embargo, ¿esto merecería tratarse con la mayor responsabilidad y evitando especulaciones sobre “millones” de votantes fantasmas?

Precisamente. Y es que una de las cosas que se tomó muy a la ligera por parte del gobierno transitorio, distraído en otras cosas, fue el asunto electoral. Por supuesto, la Asamblea de Eva Copa tampoco ayudó en mucho, con el nombramiento de los nuevos vocales.

Volviendo a la entrevista, no creo que recién ahora Rosario Baptista haya visto como una iluminada las irregularidades. Son cosas que ella notó en su momento y que no tuvo el valor o el sustento para denunciar. Luego del 2019, hay una responsabilidad más grande que asumir en cuanto a elecciones, y las especulaciones no ayudan, porque, repito, benefician al MAS, que intentará subrayar esa falta de seriedad para seguir lavando su imagen del 2019.

“Nuestra cultura de verificación es mínima”

A las denuncias realmente hechas por Baptista, se sumaron cifras especulativas manejadas por fake news. ¿Debemos fortalecer nuestra cultura de la verificación a la hora de investigar denuncias?

Lamentablemente, esto se nota en todos los campos, como la pandemia, y nuestra cultura de verificación es mínima. Más cuando las fake news surgen en momentos álgidos, como movilizaciones, paros y enfrentamientos. Somos, además, víctimas de un periodismo light, que combina su falta de profundidad con la ausencia de investigación real y el sensacionalismo. En ocasiones les interesan más los clicks y seguidores que la verdad y la crítica.

“Los partidos no pueden ser los únicos actores”

¿Cuál sería un método objetivo y confiable para investigar el padrón y otros procesos del TSE?

Es algo sumamente complejo, porque está el SERECI implicado. La manera en que se carnetizó puede ser el origen de gran parte de los problemas que ensucian el padrón. La digitalización deja poca transparencia también. Pero pienso que la participación ciudadana y la apertura a expertos independientes, realmente independientes, ayudaría mucho. La mentira del control social no ayuda, porque se pone a individuos y sectores afines. Hay profesionales íntegros libres que pueden ayudar mucho, y en eso hay que ser claros: los partidos políticos tienen que ser actores de este proceso, pero no los únicos actores. Primero porque no tienen la estructura idónea y segundo porque no todos sus miembros son confiables.

Edición y entrevista: Emilio Martínez

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