Cientos de camiones están parados en la frontera con Chile, a la espera de que los choferes sean sometidos a una prueba antígeno nasal de COVID-19 para pasar a suelo chileno. Este problema se arrastra desde el pasado año y hasta el momento no hay solución, explicó el dirigente del transporte pesado, Ramiro Sullcani.

“Hay un solo funcionario que hace el antígeno nasal, ese es la problema que tiene en este momento el complejo de Chungará. Unas 1.300 unidades están paradas en frontera. Hemos agotado las instancias en la Cancillería”, lamentó y sostuvo que una solución pasa por subir a por lo menos tres los funcionarios que hagan las pruebas.

En redes sociales circulan imágenes de una hilera interminable de caminos en la frontera, una zona altiplánica con bajas temperaturas. Los choferes están obligados a someterse a la prueba contra el COVID-19, porque en territorio chileno no aceptan como válidos los test que se toman en Bolivia y que portan los choferes.

La Cancillería inició gestiones para agilizar las pruebas y evitar los perjuicios para el transporte de carga desde y hasta los puertos chilenos.

“Ellos han dicho que nos iban a ayudar, ellos presentaron notas a sus similares chilenos pero no hay respuesta. Nos han dicho que hasta la primera quincena de enero nos iban a dar una respuesta”, sostuvo en conferencia de prensa.