Compensan el impacto ambiental de una carretera con microobras para indígenas

La firma China State Construction instaló una planta de asfalto en San Pedro de Sapocó y dio en compensación una posta de salud. Los lugareños no fueron informados del impacto ambiental de la fábrica.

 



Malkya Tudela / Santa Cruz

Es la inauguración del puesto de salud de la comunidad San Pedro de Sapocó, en plena Chiquitania. José Domingo Masais pregunta al ejecutivo de la empresa China State Construction cuánto dinero se invirtió en la obra. No obtiene respuesta. El centro médico es una compensación de la contratista china por explotar una cantera de granito negro e instalar una planta de asfalto en Sapocó para pavimentar la carretera San José de Chiquitos-San Ignacio de Velasco (SJ-SIV).

El material extraído de la comunidad, ubicada en el municipio cruceño de San Miguel de Velasco, se empleará para pavimentar la ruta de 208 kilómetros, que cuenta con un financiamiento de 230 millones de dólares del Banco Mundial (BM).

Don José Domingo, quien a sus 70 años no luce canas, y el cacique Manuel Dorado entregan al ejecutivo chino otro proyecto: la reparación del techo y el piso de la capilla. Las familias esperan que la contratista China State Construction corra también con esos arreglos en retribución a la actividad extractiva.

La ruta San José-San Ignacio se unirá a otras dos carreteras internacionales que ingresan paralelamente a territorio boliviano desde la frontera con Brasil (una de ellas la Bioceánica). Ambas vías están planificadas en la Iniciativa de Integración Regional Sudamericana (Iirsa), ahora Cosiplan.

El conector SJ-SIV también es parte de la Red Vial Fundamental (RVF). Pablo Villegas, quien ha investigado en la geopolítica de las megaobras, explica que la Iirsa nació con el objetivo de transportar la materia prima desde su origen hasta los puertos extracontinentales y la RVF sirve a esos corredores internacionales.

El acto de inauguración del puesto de salud fue el 1 de diciembre. A las 7:00 de la mañana, don José Domingo Masais y otros dos comunarios barrían el piso de cemento de la cancha cubierta por un tinglado de calamina. A las 9:00 ya estaban vestidos con sus mejores ropas para recibir a los visitantes.

Funcionarios de la contratista China State Construction, de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) y de la multinacional supervisora Eptisa-Cypla llegaron ataviados con chalecos de colores y ropa de trabajo. Al mismo tiempo arribaron los obreros de la carretera que pertenecen a la comunidad. Las tres instituciones auspiciaron también una feria sobre salud reproductiva, con pruebas rápidas de VIH y distribución de condones.

Aspiraciones modestas

Inés Saucedo, representante de salud de Sapocó y líder religiosa, relata que lograr la construcción del puesto de salud fue muy difícil: “Hemos tenido reuniones y reuniones y con apoyo de otras instituciones hemos hecho fuerza. Nos ha costado tener este consultorio tan necesario para niños y ancianos”.

Similares negociaciones con la China State Construction están sucediendo a lo largo del tramo y derivan en todo tipo de acuerdos para las comunidades, colonias menonitas y privados.

El cacique de San Pedro de Sapocó, Manuel Dorado, explica: “Tenemos un contrato con la empresa china para que entregue el puesto de salud. Después, tenemos la refacción de la iglesia de Sapocó. La empresa china va a hacer el techo y la empresa Tuma, el piso. La empresa china va a hacer una represa en el barrio Riñamema también. Es como compensación que están dando a la comunidad”.

La empresa Tuma Hermanos Ltda. tiene el contrato minero para explotar granito negro chiquitano. En conversación telefónica desde Estados Unidos, Fernando Tuma explica que él también tiene su propio acuerdo: la contratista china explota el cerro de Sapocó y a cambio entrega a Tuma Hermanos cuotas de la materia prima hasta los 7.000 m³. Un cubo (m³) de granito equivale más o menos a dos toneladas.

La Fábrica Tuma Hermanos seguirá produciendo “mármoles de cocina y baño” para los hogares de alta capacidad adquisitiva, pero sin pagar maquinaria ni mano de obra en la explotación del recurso.

Los comunarios de Sapocó no han sido informados acerca de las dimensiones de la explotación ni del impacto ambiental que dejará la planta de asfalto, a la que llaman chancadora.

“Lo más que nosotros sabemos es que de este cerro, el ripio va a llegar hasta San José (a más de 100 km.), porque dicen que no han encontrado en otra parte. Por eso vamos a intentar (exigir) a la empresa que repare la capilla y otras cosas, por lo menos que deje un atajadito para la comunidad. Tenemos que pechar pues, el que no habla es porque no necesita”, dice don José Domingo.

Según el estudio TESA (técnico económico social y ambiental) de 2016, elaborado por el Gobierno, se ha previsto utilizar el material de la cantera de Sapocó para construir la subbase, la base, las obras de hormigón, la carpeta asfáltica y el pavimento desde San Ignacio de Velasco, pasando por el municipio de San Miguel, hasta San Rafael.

Un tramo ya trabajado de la vía en San Miguel de Velasco Foto: Malkya Tudela / Página Siete

En el mismo documento, la cantera de Sapocó aparece con 1,17 millones de m³ de volumen aproximado de explotación.

“Es una cantera de granito -describe el estudio-, es decir, rocas ígneas constituidas principalmente por cuarzo, feldespato y mica (material) apto para ser usado en capa base, carpeta asfáltica, estructuras de hormigón y pavimento”.

A más o menos un kilómetro de San Pedro de Sapocó, la planta de asfalto ya funciona con ruido permanente por las explosiones y polvo molesto para las familias que viven cerca. Un pequeño cerro de granito gris se va formando con el material triturado. A ambos lados del camino hacia la chancadora,  campos de maíz intentan crecer  incluso en el ingreso a la explotación.

“Hay varios chacos que están cerca del cerro y a veces (los comunarios) no trabajan porque  reciben el polvo de  piedra. Eso, según (dicen), va a durar hasta que termine todo lo que es el asfalto, tres a cuatro años le van a tirar”, dice Manuel Dorado.

Acuerdos de “forma libre”

El BM establece salvaguardas para las comunidades indígenas afectadas en los proyectos que financia. En su documento OP 4.10 afirma que, si el proyecto implica la explotación comercial de recursos naturales en esas tierras o territorios, se debe garantizar “una participación equitativa en los beneficios”.

Pero al ser la vía SJ-SIV parte de la RVF, el gobierno boliviano descartó, mediante el Decreto 28946, una compensación por la extracción de materia prima.

“La empresa contratista (China State Construction) firma convenios de reciprocidad con los propietarios y comunarios, estos son acordados de forma libre y con total acuerdo e interés de ambas partes”, explica el director de la ABC Regional Santa Cruz, David Acebey, en una respuesta escrita revisada por Eptisa-Cypla.

Pero en San Pedro de Sapocó no hubo equidad en el primer convenio, que fue descartado por presión de entidades locales al considerarlo “nada beneficioso”, según José Dorado, del Control Social Circunstancial (CSC) de San Miguel de Velasco. La comunidad había conseguido que la empresa china se comprometiera a hacer el mantenimiento de una vía y a construir un terraplén para la represa.

El primer convenio, en castellano y mandarín, firmado entre las autoridades de Sapocó y la China State Construcción tenía, entre otras, una cláusula de confidencialidad y otra de arbitraje: “Cualquier disputa que surja de, o en relación, con este contrato se someterá a la Corte Arbitral de la Cámara de Comercio Internacional para su arbitraje de acuerdo con las reglas de la corte. El lugar el arbitraje es París, Francia y es definitivo y vinculante para ambas partes”.

Tuvieron que intervenir la representación indígena de Sapocó, la Central de Comunidades Indígenas de San Miguel  y miembros del CSC por lo menos en una decena de reuniones con la contratista china, para conseguir el puesto de salud y reparación de la capilla. Este reportaje -cuya versión extensa se publicará en  próximos días en la página del Cedib- no tuvo acceso al convenio en vigencia.

En las negociaciones tampoco se informó de las afectaciones al entorno ni del impacto de la planta de asfalto en el ecosistema o los cuerpos de agua.

Consultado sobre los impactos  de la fábrica, David Acebey dice que la contratista china presentó a la Supervisora (Eptisa-Cypla) un plan de manejo ambiental, pero no da detalles de su contenido porque se debe acceder al plan por “los conductos regulares establecidos”.

En términos generales, el TESA 2016 prevé impactos ambientales  negativos en aire, suelo, paisaje, fauna y ecología por las tareas de excavación y movimiento de tierras, uso de explosivos y bancos de préstamo (yacimientos de arena y grava).

Los bancos de  arena y grava son visibles en toda la ruta de las antiguas misiones jesuíticas: San José de Chiquitos, San Miguel, San Rafael y San Ignacio de Velasco. La empresa china ha firmado contratos con propietarios privados y comunidades indígenas a lo largo del tramo.

En la comunidad San Antonio, municipio de San José de Chiquitos, los comunarios pretenden que la contratista china explote áridos en sus tierras, pues, dice el rumor, la colonia menonita vecina a cambio ha conseguido maquinaria para bajar 300 ha de monte.

“Ellos sacan material y nos devuelven en desmonte para sembradíos de maíz, arroz, soya”, dice Víctor Flores, metido en sus botas de goma y en una polera amarilla del carnaval josesano, mientras espanta con las manos a los zancudos.

¿La empresa china deforesta a pedido para conseguir áridos? La ABC responde: la extracción de áridos se enmarca en la licencia ambiental del proyecto, pero “al existir predios privados, comunales u otros se deben solicitar las autorizaciones a los propietarios, caso contrario, la empresa contratista no podrá acceder a los materiales requeridos”.

Vamos a pedir a la empresa china que repare la capilla y otras cosas, por lo menos que nos deje un atajadito

José Domingo Masais

Hay varios chacos  cerca del cerro y a veces los comunarios no trabajan por el polvo de la piedra que hay

Manuel Dorado

Hemos tenido reuniones y reuniones donde hemos hecho fuerza. Nos ha costado tener este consultorio

Inés Saucedo

 

230 MM
DE DÓLARES
es el financiamiento del BM
para la carretera de de 208 km
que pasa por la Chiquitania.

 

Fuente: paginasiete.bo