“La educación en la era digital se trata de la creación de conocimiento y no de su simple adquisición. En cuanto a la tecnología, se afirma que el futuro ya está entre nosotros, solo que desigualmente repartida”. Pukymon
Definitivamente, hemos ingresado a una nueva era donde todo se está transformando y muy rápidamente. El ecosistema, la tecnología, el trabajo y nuestra vida cambian cada día. La automatización y la transformación digital están marcando las pautas y los ritmos para la educación y el trabajo. La crisis climática está obligando a empresas de todo el mundo a cambiar sus procesos y hábitos para cuidar el ecosistema; pues nosotros somos parte del mismo y si lo destruimos nos destruimos.
En los países más avanzados máquinas dotadas de inteligencia artificial ya están haciendo la mayoría de los trabajos que se hacen actualmente y solo sobrevivirán las personas y los países en los que se hagan trabajos creativos e innovaciones tecnológicas, que se adecuen a las demandas del comercio internacional y al ecosistema.
En consecuencia para progresar y vivir bien, necesitamos entender que los productos y los trabajos que hacemos hoy no serán los del futuro y que para producirlos necesitamos de un nuevo enfoque educacional. Pero sobre todo necesitamos un ambiente de libertad y seguridad jurídica que nos permita investigar, trabajar y producir libremente.
Es importante que actuemos bajo el precepto de “actuar localmente y pensar globalmente” y busquemos como fortalecer en nuestro país el vínculo virtuoso entre ciencia, tecnología, políticas públicas, universidades, nuevos profesionales y actividad productiva, entre otros.
Algo que no se puede obviar es que las personas necesitan subsistir, alimentarse y protegerse y esto implica trabajar, crear y producir no solo productos digitales sino orgánicos y materiales y esto de acuerdo a nuestra particular realidad social y ecológica para evitar caer en la miseria y pobreza.
Con el actual cambio climático se incrementan los impactos del calentamiento global y especialmente en la agricultura donde aparecen nuevas plagas. Con un aumento de la temperatura de tan solo 1 a 2 ºC los países en desarrollo verán afectadas sus cosechas en la mayoría de sus cultivos.
Es en este entorno del cambio climático y del régimen de lluvias, en el que tenemos que trabajar y aumentar la producción agropecuaria y esto sin aumentar los recursos y minimizando el impacto ambiental. Para ello se requiere el uso correcto de la ciencia aplicada; de la biotecnología, de la mecanización, del adecuado uso del agua dulce y esto implica incrementar las Inversiones en I+D y la capacitación tecnológica de todos y especialmente de los ligados al sector agropecuario.
Lo importante en la enseñanza más que memorizar, se trata de aprender a pensar y aprender a aprender. Es necesario saber idiomas, viajar y conocer directamente la realidad de cada país extranjero, el cómo viven y el cómo lograron hacer prosperar sus sociedades. Podemos por ejemplo viajar a Venezuela y a un país democrático y analizar la situación en ambos países.
Debemos aterrizar, llegar a nuestra realidad material y humana; cambiar urgentemente nuestros paradigmas educacionales. Se dice que hoy casi todas las preguntas tienen respuestas en la nube y con Google; por lo que hay que enseñar a preguntar, a capacitarse y tener criterio para seleccionar y cosechar las buenas respuestas y los buenos frutos.
Debemos recordar que la pobreza ha sido el estado natural del ser humano, por lo que el objetivo no es sacar a la gente de la pobreza, sino apoyar a que la gente libremente construya su riqueza pero respetando al prójimo y al medio ambiente.
En las democracias, los ciudadanos libres desempeñan las labores que más les agradan y que se orientan al bien común. La experiencia mundial muestra que actuando en libertad, los emprendedores, gestores, innovadores, son los que crean progreso y verdadera riqueza; pero en algunos países en lugar de ser alentados, estos son coartados, limitados por los Estados centralistas, populistas y de esta manera tenemos demasiados políticos, pocos emprendedores, mínima producción de riqueza y una insostenible e ineficiente maquinaria burocrática.
A su vez las utopías socialistas y comunistas se centraron en ofrecer una distribución equitativa de los bienes, anulando completamente la iniciativa empresarial, la propiedad privada y hasta el dinero.
Para progresar necesitamos un proyecto de país viable y aplicar un modelo político y económico que haya funcionado exitosamente en el mundo y no propuestas populistas engañosas. Sin ambiente de libertad, de seguridad y respetos a la propiedad y derechos de las personas no hay futuro.
Fuente: ovidioroca.wordpress.com