Cáceres, el lobo cocalero que Evo puso a cuidar las ovejas

Con el nuevo caso de narcopolicías que tiene a Bolivia en la mira de la DEA, Cáceres vuelve a sonar ya que en el último año de su gestión, fue quien puso al coronel Maximiliano Dávila al frente de la Fuerza Especial de Lucha Contra Narcotráfico.

Como todo lobo solitario que sale en las noches tras las ovejas, Felipe Cáceres se mantuvo fuera del ojo público amparado en su personalidad oscura y solitaria. Desde la llegada de Evo Morales al poder en 2006 se mantuvo como Viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, dependiente del Ministerio de Gobierno, hasta que el ex presidente salió huyendo del país rumbo a México en noviembre de 2019.



Fue a principios de ese año que su nombre sonó fuerte cuando estalló el escándalo de dos altos ex jefes policiales vinculados al caso del narcotraficante Pedro Montenegro. Allí una nota de ANF publicó que poseía un patrimonio cercano a los diez millones de bolivianos, más alto que de todos en el gabinete y del mismo Evo. Como era su costumbre, logró escabullirse hasta que cinco meses después, otra vez salió a la luz cuando el fiscal departamental de La Paz, William Alave, informó que tanto Cáceres como el ex ministro Hugo Moldiz, serían citados a declarar por el caso de malversación de fondos en la Uelicn (Unidad Ejecutora de Lucha Integral Contra el Narcotráfico).

Pese a esos ataques, se mantuvo en el cargo por su pasado dirigencial en las seis federaciones de cocaleros y su amistad con Evo Morales. Siete ministros pasaron por ese despacho: Alicia Muñoz, Alfredo Rada, Sacha Llorenti, Wilfredo Chávez, Jorge Pérez, Hugo Moldiz y Carlos Romero; los viceministros también fueron removidos, pero no Cáceres.

En 1995 fue elegido alcalde en VillaTunari y reelegido hasta que en enero de 2006, con la llegada de su mentor al Palacio Quemado, ocupó la cartera de “zar antidroga”, desde donde se dio el gusto de expulsar a la DEA del país, sus acérrimos enemigos en sus épocas de dirigente cocalero. Fue así que se ganó los méritos para convertirse en un intocable en el poder y el millonario chapareño del Movimiento Al Socialismo (MAS); pero siempre mantuvo su perfil bajo para pasar inadvertido.

Con el nuevo caso de narcopolicías que tiene a Bolivia en la mira de la DEA, Cáceres vuelve a sonar ya que en el último año de su gestión (2019), fue quien puso al coronel Maximiliano Dávila al frente de la Fuerza Especial de Lucha Contra Narcotráfico (Felcn), tiempo en el que el oficial presuntamente coordinó con una organización criminal el envío de grandes cargamentos de droga desde Bolivia hacia Estados Unidos (EEUU).

Sin embargo, su gestión siempre estuvo en medio de la tormenta, tras develarse que jefes antidroga de la Policía estuvieron vinculados a narcotraficantes. Entre los policías implicados en narotráfico están: el exjefe antidroga René Sanabria en 2011; el excomandante y exdirector de la Felcn Óscar Nina, en 2015; el director de la Felcc de Santa Cruz Gonzalo Medina, en 2019; y ahora el exoficial antidroga Omar Rojas y el exdirector de la Felcn Maximiliano Dávila, vinculados al tráfico de drogas a EEUU, entre 2019 y 2020.

Los mencionados policías antidroga se desempeñaron en la gestión de Cáceres e incluso fue él quien puso y mantuvo a Dávila al frente de la Felcn, pese a que no cumplía con los años de antigüedad y tenía denuncias por extorsión y volteo de drogas. Exjefes policiales consultados por Página Siete develaron que los nombramientos al interior de la Felcn se hacían a través de “padrinazgos” políticos y aseguraron que en esa entidad operaban roscas, como los “tíos cochala”, que siempre estaban destinados a grupos de Inteligencia y a la Felcn, tal el caso de Dávila.

“El padrino de los que fueron directores de la Felcn, y personal en puestos de control, fue Felipe Cáceres, (tenían) una cobertura total en el Chapare, no existen planes, mucho menos interdicción”, denunció un excomandante de la Policía al medio paceño.

Según el informe de Página Siete, los “tíos cochalas” es un grupo que se consolidó en 2018, la mayoría son de la Llajta. Tomaron la posta de la estructura de la Felcn y pese a que fueron denunciados en la gestión de Cáceres, continuaron en sus cargos porque tendrían protección política. Dávila fue parte de ese grupo y varias denuncias en su contra quedaron en anuncios de investigación en 2019, al extremo que Cáceres salió en su defensa calificando como una campaña de desprestigio a efectivos antidroga, cuando se alertó de narcovuelos que salían desde Beni hacia Brasil.

Un años después, Dávila fue relacionado con el envió de una tonelada de droga desde Beni a México, en febrero de 2020, en el caso Narcojet. Pese a esos hechos sin esclarecerse, el coronel fue nombrado comandante de la Policía de Cochabamba, en el actual gobierno de Luis Arce.

Millonario y con paradero desconocido, después que pidió exilio en Nicaragua, Felipe Cáceres, vuelve a hacer gala de su astucia canina y permanece oculto quién sabe dónde.