Eduardo Martins es argentino y tiene 44 años. Conoce Bolivia por el entrenador Cristian Díaz, hoy DT de The Strongest, al que asesora. Se siente agradecido con Blooming porque su presidente confió en él sin conocerlo. Además, dijo que no sabe cuánto cobrará por su trabajo.
Carlos Jordan Paz
Eduardo Martins es el abogado que tuvo éxito en el reclamo que hizo Blooming ante FIFA por una sanción disciplinaria que le impedía habilitar nuevas incorporaciones a su plantilla.
Los celestes lo sufrieron en la primera fecha del torneo Apertura, pues por esta medida tuvieron que enfrentar a Bolívar con un equipo diezmado, lo cual hizo que pierda de local por un contundente 7-0.
El panorama estaba complicado para la academia, que afronta una crisis institucional y deportiva por una deuda que se aproxima los 4 millones de dólares.
En principio se conoció que el club celeste no iba a poder inscribir nuevos jugadores hasta el nuevo periodo de habilitación en la Federación Boliviana de Fútbol, fijado para junio.
¿Qué iba pasar con los nuevos fichajes? ¿No había otra salida que afrontar todo el torneo Apertura con lo que hay en el plantel? ¿Y el descenso? Fueron múltiples las interrogantes que surgieron en el momento, pues a eso se sumaba peleas internas en la dirigencia del club, que agravaba la situación.
La contratación de Martins, que tiene en su equipo legal a su compatriota Diego Raguseo, fue clave para salir del problema.
Se trataba de un abogado desconocido en el medio. Martins, contó él, conoció Bolivia porque defendió al entrenador argentino Cristian Díaz que demandó a Wilstermann y de otros jugadores como el volante argentino Esteban Orfano y el defensor paraguayo Ismael Benegas, que acudieron a él para solucionar deudas pendientes con clubes locales.
Martins tiene 44 años. Antes de ser abogado ejerció la profesión de periodista deportivo en varios medios importantes de Argentina como Fox Sport, Radio del Plata y El Gráfico. Estudio Derecho en la Universidad de Buenos Aires y es master en derecho deportivo.
“Soy un abogado del fútbol, pero sobre todo soy un hincha del fútbol”, dijo Martins, confeso hincha del club Acassuso, que juega en el Nacional B Metropolitano de Buenos Aires.
Martins confiesa que es agradecido por la oportunidad que le dio el presidente de Blooming, Sebastián Peña, de trabajar en la sanción que pesaba sobre el club, pues amén de los tres días que estuvo sin dormir para atender y estudiar el caso, el logro ahora no solo es de Blooming sino del fútbol boliviano.
“Somos agradecidos con Blooming y con su presidente porque sin conocernos confió en nosotros. Asumimos el riesgo porque parecía que todo estaba perdido, pero nos dejamos llevar por el sentido común, ya que la sanción contra el club era injusta”, dijo.
“Blooming había pagado su deuda, por lo tanto no merecía sufrir las consecuencias de una medida que incluso lo hizo jugar su primer partido del torneo en inferioridad de condiciones”, acotó.
¿Cuánto cobrará por el trabajo? Martins dijo que al recibir el apoyo de Peña y sus directivos para intentar que FIFA revierta la sanción ni tocaron el tema del pago de honorarios.
“Ni sé cuánto vamos a cobrar. Estoy seguro que cuando toquemos el tema de inmediato nos vamos a poner de acuerdo. La directiva de Blooming es gente de bien y nosotros somos agradecidos por la oportunidad que nos dieron de trabajar”, sostuvo.