Fuente: Página Siete Digital 

El exdefensor del Pueblo y exrector de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) Waldo Albarracín afirmó este lunes que actualmente está en el país a buen recaudo por el “hostigamiento” que vive de parte de los líderes del Movimiento Al Socialismo (MAS) y de parte del Gobierno.

“En este momento sigo en el país, sólo me puse a buen recaudo porque advertí que había una  avidez de detención en contra mía. Sigo en Bolivia, pero porque es mi tierra, no tengo otro lugar que no sea vivir en Bolivia. Es tan profundo el amor que siento por el país que quisiera morirme aquí cuando me toque, cuando Dios lo decida”, respondió ante la pregunta de Asuntos Centrales sobre si continuará fuera del país y en la clandestinidad.

En ese contexto, manifestó que no sabe con qué objetivo el MAS y el Gobierno educa a su militancia sobre la base de odio, ya que considera que hace años él defendió los derechos humanos con mucha convicción en favor de Evo Morales. Incluso planteó un amparo constitucional cuando lo sacaron de la Asamblea de forma arbitraria, tras lo cual se logró revertir el fallo.

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Además, enfatizó que tuvo que salir del país en febrero de 2021, pero no por la denuncia que pesaba en su contra por abandono de mujer embarazada, sino por el constante “hostigamiento” de parte del Gobierno y del MAS.

“Cuando salí del país, en febrero de 2021, no lo hice por este caso, porque en mi contra no había nada, sino que era tanto el hostigamiento de parte del Gobierno que incluso Amnistía Internacional tuvo que intervenir por la cantidad de amenazas de muerte que había que hasta me obligaron a desistir de la candidatura a la Alcaldía”.

Mencionó que cuando se encontraba fuera del país recibió una invitación de Mujeres Creando sobre una conciliación por denuncia de abandono de mujer embarazada, a quienes les sugirió que busquen un laboratorio para hacer la prueba de ADN, de la cual se comprometió a acudir y hacer el pago.

 

Pero la persona que lo estaba demandando se negó rotundamente y es cuando comenzó el desprestigio y acoso en contra de su persona mediante algunos medios de comunicación.

“Bajo el riesgo, me presenté ante la Fiscalía para prestar mi declaración informativa e incluso fui a hacerme la prueba en el IDIF, bajo el riesgo de que me puedan aprehender. La fiscal que vio mi caso me dio con todo, porque pidió garantes, pidió mi arraigo, en absoluta indefensión. Ahora la misma fiscal que me acosó, es la misma que ve el caso del incendio de mi casa, al igual que en el caso del juez, entonces ya uno no sabe a quién acudir”, lamentó Albarracín.

Agregó que comenzará a desarrollar su vida regular cuando el Gobierno le dé las garantías, sin amenazas, ya que tiene cuatro procesos penales. Incluso se solicitó a las autoridades de la UMSA que le inicien una demanda, pero no hallarán nada, ya que su gestión se realizó con auditoría constante, sostuvo.