Mariúpol, epicentro de la ofensiva, rechaza el ultimátum ruso

Este lunes, Rusia sigue avanzando en Ucrania, aunque el sur del país mantiene una sólida resistencia. El ejército ruso dice encontrarse en el centro de Mariúpol y ha dado plazo hasta el mediodía para que las fuerzas ucranianas abandonen la ciudad asediada. Un ultimátum que rechazó el gobierno de Ucrania.

El portavoz del Ministerio de Defensa ruso propuso a las fuerzas ucranianas que depongan las armas en Mariúpol y a cambio prometió que podrían salir de la ciudad sitiada de forma «segura y sin que su vida corra peligro». Rusia también aseguró que así permitirían el ingreso de insumos y ayuda a Mariúpol, evocando una “catástrofe humanitaria terrible”. Dio plazo hasta este lunes 21 de marzo, día 26 de la invasión.



La viceprimera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk, rechazó en la madrugada la posibilidad de entregar las armas. Ya hemos informado a la parte rusa al respecto», agregó, calificando la propuesta de “delirio”.

Mariúpol lleva más de dos semanas asediada, con unas 400.000 personas han estado atrapadas dentro en medio de intensos bombardeos.

«Arriesgamos nuestras vidas para buscar agua»

“Lo que está pasando en Mariúpol es un masivo crimen de guerra”, declaró el lunes el jefe de la diplomacia europea Josep Borrell.

El cónsul general de Grecia en Mariúpol, Manolis Androulakis, que regresó a su país el domingo, comparó la ciudad ucraniana con Guernica o Alepo. «Mariúpol estará en la lista de ciudades del mundo que han sido completamente destruidas por la guerra, como Guernica, Stalingrado, Grozny, Alepo…», dijo el diplomático frente a la prensa.

Pavel Gomzyakov, residente de la ciudad, cuenta a RFI que logró salir después de semanas de supervivencia en medio de los bombardeos. “Durante el día oíamos explosiones, pero seguíamos saliendo y arriesgando nuestras vidas para buscar agua, recoger leña, intentar encontrar comida bajo el fuego. Por la noche intentábamos dormir, pero teníamos mucho miedo”, dice.

Para tomar Kiev, Rusia necesitaría 150.000 hombres

Por otro lado, las tropas rusas siguen intentando cerrar el cerco en torno a Kiev.

En la noche del domingo al lunes, un bombardeo dejó un inmenso cráter de varios metros de ancho en el estacionamiento de un centro comercial de la capital.

Al menos ocho personas murieron en la explosión, según el último informe de las autoridades locales, que siguen buscando posibles víctimas bajo los escombros.

La presión aumenta en las ciudades aledañas a Kiev, pero la batalla por la capital aún no ha comenzado. Si los rusos quieren tomarla, necesitarían entre 150.000 y 200.000 hombres, según los expertos de la Strategic Research Foundation.

Radio Francia Internacional