Amparo Carvajal recibirá el 3 de mayo el Premio Libertad 2022

La presidente a las APDHB, Amparo Carvajal. | APG

Este 3 de mayo, la fundadora y actual presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (Apdhb), Amparo Carvajal Baños, recibirá el Premio Libertad 2022 Juan Javier Zeballos, de la Asociación Nacional de la Prensa (ANP), que representa a los medios impresos. Este galardón se otorga a personalidades que prestaron eminentes servicios al país.

La estatuilla de bronce que representa al Premio Libertad fue creada en 2007 con la primera distinción concedida al cardenal Julio Terrazas.

Se interrumpió la entrega en 2020 y 2021 debido a la pandemia de Covid-19, que azotó a todo el mundo.



La mención honorífica tiene la finalidad de distinguir a una personalidad, nacional o extranjera, por sus logros, trayectoria o que haya prestado eminentes servicios a la nación en cualquier área de actividad. Desde 2018, también se entrega instituciones o agrupaciones comprometidas con la defensa de las libertades ciudadanas.

Merecido galardón

A sus 83 años, la reconocida activista recibe este homenaje como un reconocimiento a toda una vida, a algo más de 60 años dedicados a su labor filantrópica en bien de la comunidad.

El voluntariado y la ayuda al prójimo se inician en su tierra natal, España, a través de la educación, su posterior toma de hábitos, en que se caracterizó por promover la defensa de los derechos, el dejar los hábitos hasta su renuncia al clero católico.

Dictadura y clandestinidad

Carvajal llegó a Bolivia el 1 de noviembre de 1971, tres meses después del golpe de Estado de Hugo Banzer Suárezm, quien mediante resolución le permite una estadía permanente.

Su misión de educadora se complementó con la ayuda humanitaria con la visita a los presos de la dictadura, pero también con su labor social de apoyo a las mujeres del campo que migraban a las ciudades.

Previo paso a la Apdhb

Ante de la fundación de la Apdhb, Carvajal realizaba su trabajo social a través de la comisión de Justicia y Paz que dirigía el expresidente

Luis Adolfo Siles Salinas. Fue su primer paso en defensa de los derechos humanos.

La comisión, fundada por el padre dominicio Eric de Wasseige, además integrada por el padre Gregorio Iriarte, cuestionaba las acciones del gobierno dictatorial, como la masacre en el valle, que demandaba la anulación de decretos relacionados con el incremento en el precio de los alimentos y la devaluación del peso, a través de su primer cuaderno “Oprimidos pero no vencidos”, pero que le valió ingresar en receso por órdenes del entonces ministro del Interior, Juan Pereda Asbún.

Fundación y perseguida

Carvajal, en su labor filantrópica, se movía en la esfera de lo clandestino para ayudar a ubicar a gente desaparecida en medio de la violencia banzerista, gestionaba viajes al exterior y salidas al exilio a presos políticos y también su visita a los desafortunados detenidos por la dictadura en diferentes cárceles.

Según datos, asistía a reuniones en la parroquia Cristo Rey de manera clandestina. Además, se expuso a ser expulsada del país por “internar un folleto minero a la cárcel”.

En ese contexto, ante la desarticulación de la Comisión Justicia y Paz, se fundó la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (Apdhb), de la que Carvajal es una de las fundadoras.

“Nos reunimos de forma clandestina en la iglesia Cristo Rey. La mayoría éramos extranjeros y trabajábamos sin personería jurídica propia, nos reunimos unos cuantos diciendo que pertenecíamos a la Declaración Universal de Derechos Humanos”, refiere Carvajal.

Trabajó muy cerca del padre Luis Espinal tanto en la defensa de los derechos humanos como en el Semanario Aquí. Iba a dejar el semanario a los canillitas de la avenida Camacho.

Espinal la ayudó a esconderse cuando la buscaban por haber introducido un folleto minero en la cárcel. Estaba en contacto constante con el dirigente sindical Juan Lechin. Se escondió en casa de una familia, pero la dejó por temor a que descubrieran su escondite.

Fuente: lostiempos.com