Hombres de 4 sitios de Bolivia hacen terapia contra agresividad en la Llajta

El Programa Terapéutico para Varones atendió a más de un millar de personas violentas. La intervención dura cuatro meses. Apuntan a que más instituciones repliquen la metodología.
Un funcionario de PTV durante una actividad con la ciudadanía. PTV
Un funcionario de PTV durante una actividad con la ciudadanía. PTV

Juan (nombre que preserva la identidad del agresor) era tan violento con su pareja que una autoridad judicial intervino y le ordenó que vaya a terapia. Iba muy molesto a las primeras sesiones psicológicas porque demandaban la inversión de algo que supuestamente él no tenía: tiempo. Cuando concluyó el programa de cuatro meses, se dio cuenta que ese espacio terapéutico le sirvió para comprender las circunstancias en las que él “estallaba”, así que continúa asistiendo de manera voluntaria hasta ahora.

Él es uno entre al menos mil hombres que cambiaron sus conductas agresivas con ayuda del Programa Terapéutico para Varones (PTV). Ahora, tienen una nueva forma de relacionarse con los demás.



En la actualidad, Cochabamba es un referente en terapias para varones con conductas violentas. Tanto así que recibe a pacientes de casi todos los municipios de su territorio y de al menos cuatro departamentos: La Paz, Potosí, Oruro y Santa Cruz.

Algunos de ellos también fueron violentados por sus mujeres, los acuchillaron, quemaron o les impiden ver a sus hijos.

Inclusive, pacientes desde los 12 años de edad solicitan ayuda al PTV. El psicólogo clínico de la institución, Christian La Torre, contó que, en el marco de la pandemia, atendieron casos de adolescentes impulsivos que tenían relaciones “insostenibles” en sus casas. También ayudaron a otros menores que no lesionaban a los demás, pero sí a ellos mismos y tenían una tendencia al suicidio, entre otros casos.

EN DETALLE

El PTV brinda un espacio psicológico para varones con conductas violentas, una parte de ellos son remitidos por instancias públicas como fiscalías, juzgados, SLIM’s y demás. Otros van por cuenta propia y de manera voluntaria.

El abordaje dura, aproximadamente, cuatro meses e incluye terapia psicológica, talleres grupales e intervención social, todo “a medida” de cada agresor.

Luego de este proceso, hay pacientes que deciden continuar, como Juan, que encontró en el PTV la mejor terapia para frenar su conducta agresiva hacia su pareja y está ahí hace más de un año.

SITUACIÓN

El psicólogo clínico y responsable del PTV Sacaba, Sergio Rodrigo Rosales, explicó que la necesidad de atención terapéutica para este segmento dentro de las instituciones públicas se hace cada vez más evidente. “Tenemos una exacerbada demanda de atención, tanto de varones remitidos por instancias públicas, como de varones que llegan de manera voluntaria. Esta necesidad no puede ser atendida solamente por instituciones no gubernamentales o privadas”.

Hay seis psicólogos encargados de terapia en esta institución y cada uno de ellos atiende hasta 35 hombres por semana.

En la actualidad el PTV busca concretar convenios con instituciones públicas para incorporar su metodología de atención al varón desde los municipios.

“Como ‘obra social’ de la Pastoral Social Caritas de Sacaba, somos conscientes que no podemos satisfacer las necesidades de atención de toda una ciudad en lo que refiere a violencia de género; sin embargo, tenemos la convicción de que, incorporando un tratamiento terapéutico para varones, se pueden prevenir nuevos episodios de violencia y muchos feminicidios. Actualmente, tenemos un convenio con el Gobierno Autónomo Municipal de Sacaba D1 para incorporar esta metodología de trabajo a su municipio”, aseveró Rosales y aprovechó para invitar a más instituciones públicas a que puedan incorporar esta metodología con el fin de mitigar la violencia de género.

Para obtener esta ayuda, los números de contacto son 4069795, 78324739 y 76475100. Atienden de 8:30 a 16:30, de lunes a viernes en sus dos sedes: en Cercado, calle Venezuela, entre Papa Paulo y Germán Urquidi; y en Sacaba, calle Bolívar, entre Sucre y Colón.

ANTECEDENTES

Rosales, contó que el PTV surgió hace cinco años, paradójicamente, a petición de un grupo de mujeres.

Una víctima acogida en un centro circunstancial observó que ella y sus compañeras accedían a tratamientos psicológicos, sociales y capacitaciones, pero “nuestros agresores, ¿qué?”.

Este cuestionamiento tenía mucho sustento, pues la mayoría de ellas, tras la terapia, “retornaba con sus parejas que han sido violentas con ellas”.

En respaldo, el psicólogo clínico de esa institución, Christian La Torre, argumentó que instancias públicas como el Servicio Legal Integral Municipal (SLIM) son sobre todo espacios de “denuncia” y, si bien dan apoyo psicológico, están enfocados en mujeres.

“Cuando un varón acude ahí, confiesa que está atravesando una situación insostenible con su pareja y pide ayuda, la respuesta es: ‘este espacio es para mujeres’ o ‘cuando la golpees vienes’”.

Añadió que los trabajos que se han hecho hasta ahora con los segmentos agresores son más de psicología forense y a nivel diagnóstico, para elaborar informes en el marco de procesos judiciales, sin embargo, no hay opciones de terapias individuales.

Si bien la Ley 348 plantea el trabajo con varones, no dice cómo, agregó La Torre.

Para que las mujeres no regresen “a lo mismo”, lanzaron el PTV.

El psicólogo clínico Miguel Ramírez, añadió que “no atender esta otra realidad”, puede ser un factor para que exista más violencia.