60 familias bolivianas denuncian que son víctimas de estafa en Argentina

Falsos dueños de terrenos y empresas “inmobiliarias fantasma” embaucan a algunos bolivianos en La Matanza, aseguran los afectados. Los compatriotas en muchos casos no denuncian por temor a represalias.

Jorge Quispe / La Paz

Sesenta  familias bolivianas que compraron terrenos a una presunta dueña de predios en Puente 13, una comunidad del municipio de La Matanza en el gran Buenos Aires, denuncian que fueron estafadas.



Muchos compatriotas, por su condición de migrantes en la capital argentina, son víctimas de delincuentes. Es el caso del cochabambino Juan Carlos Choque, quien asegura que fue embaucado en tres ocasiones.

El boliviano es conocido en Argentina como trabajador, honrado, ahorrador y emprendedor. Y mientras otras comunidades como las italianas tienen sus propios bancos, lo que les permite incluso a acceder a créditos, muchos migrantes nacionales pasan dificultades a la hora de hacer transacciones y “por ello son víctimas de estafas”, sostiene Choque.

Según Iber Mamani, del colectivo Casa del Pueblo Franco Zárate en Buenos Aires, y que apoya a la colectividad nacional, varias familias bolivianas fueron estafadas en Puente 13, del municipio de La Matanza al adquirir terrenos que una antigua dueña les vendió sin informarles que había vencido su derecho propietario. En la actualidad, ellos viven sin servicios básicos.

“En un principio se dijo que eran como 60 familias, pero hay (más gente) en los sectores A, B y C, no le puedo dar un número exacto. Allí una supuesta dueña les vendió los derechos de posesión, pero era falso porque caducó su permiso antes”, relató Mamani a Página Siete.

Otros informes indican que en realidad son 720 familias afectadas, unas 3.000 personas que viven en ese sitio hace 10 años. El vicecónsul de Bolivia en Buenos Aires, Mauricio Pinaya, señala que en principio eran 47 familias.

Pinaya confirma además que el sector “está judicializado”, es decir los predios están en juicio entre la antigua propietaria, la Agencia de Bienes del Estado de Argentina, el municipio de La Matanza que se resiste a restituir el servicio eléctrico y ahora el colectivo Tres Ombúes que dice que esa área es una zona arqueológica del pueblo Querandi.

Algunos bolivianos poseen incluso certificados de propiedad, que según la ley argentina les dan acceso a servicios, pero aún consumen agua de pozo, no tienen energía eléctrica permanente y usan pozos sépticos.

Ante esa incertidumbre, los bolivianos de Puente 13 bloquearon el mes pasado la autopista Riccheri que da acceso al aeropuerto de Ezeiza.

La  protesta fue llevada adelante, según Choque, como una medida extrema ante las autoridades argentinas que no resuelven la problemática de estafa a las familias bolivianas.

Aquella medida de presión fue atacada por la presentadora argentina de televisión Viviana Canosa, quien además apuntó al vicecónsul Pinaya. Dijo que había liderado el bloqueo, algo que negó autoridad. Canosa fue denunciada por discriminación.

Tres veces

Choque, que vive desde hace 15 años en la capital argentina y ocho de ellos en el municipio de La Matanza, confiesa que fue estafado en tres oportunidades. Dice que, como muchos compatriotas, no hizo la denuncia por temor a las bandas  que arman “empresas inmobiliarias fantasma” para estafar a migrantes, entre ellos bolivianos.

“La gente por miedo no denuncia, porque están las mafias que te estudian y si denuncias hasta te pueden balear la casa. Personalmente yo sufrí tres estafas, la primera fue con la compra de un auto y otras dos fueron en negocios”, añade Choque.

La estrategia delincuencial

El modus operandi en el caso de terrenos es similar al que utilizan en Bolivia, de acuerdo con las denuncias.

“Esas personas ‘los torean’ (los convencen) mostrando los títulos para vender el terreno o el auto, pero llegado el momento ya no aparecen. Eso es algo común acá, no es novedoso”, explica Choque desde La Matanza donde se instalaron varias urbanizaciones bolivianas.

Mamani, del colectivo Casa Grande Franco Zárate, recuerda que siempre recomiendan a los compatriotas que a la hora de comprar una casa o un terreno se percaten que esté registrado  en la Agencia de Bienes del Estado, entidad que equivale a Derechos Reales en Bolivia.

En algunos casos, los estafadores son compatriotas, refieren. En enero de 2019, la Policía Federal Argentina detuvo a dos bolivianos que estafaron a sus propios compatriotas con la venta ilegal de terrenos en Ciudad Evita Sector A, dentro de La Matanza. Las autoridades se incautaron en el domicilio de ambos delincuentes de dinero, armas y teléfonos celulares.

Sector de Ciudad Evita, donde hubo estafas durante 2019. Foto: RRSS

En 2017, medio centenar de migrantes bolivianos fueron víctimas de una estafa piramidal en La Matanza y en 2016, más de 100 familias de connacionales fueron desalojadas en el mismo municipio después de haber sido estafadas por delincuentes que les cobraron entre 5.000 y  16.000 dólares por cada terreno.

En el caso de las 60 familias bolivianas estafadas, Mamani, el activista boliviano en La Matanza, observa que la justicia argentina es “lenta respecto a las personas que realizaron la estafa y el municipio (de La Matanza) debería hacerse cargo porque nunca dijeron nada ante la construcción del barrio (boliviano). Miraron para otro lado”.

Adquirir un terreno en Bolivia no es fácil y es más complicado fuera del país, “por lo que una estaf tiene un impacto más grande en nuestra  colectividad”, resume Choque.

 

100
FAMILIAS
bolivianas en 2016 fueron
desalojadas en La Matanza
tras ser estafadas.

En Puente 13 una supuesta dueña les vendió los terrenos, pero era falso porque ya había caducado su derecho de propiedad

Iber Mamani, activista