Amenazas y marginación: la difícil tarea de ser concejal opositor en el Chapare

En los cinco municipios del trópico cochabambino fueron electos 32 concejales, de los cuales sólo dos son de un partido de oposición y el resto es del MAS. “Es muy difícil ejercer la función”, dicen.

 



Fuente: paginasiete.bo

María Mena M. / Cochabamba

“Es muy difícil ser opositor en el Chapare, las trabas son muchas”, afirma con cautela Ariel Huaywita, el único concejal opositor por el Movimiento Tercer Sistema (MTS) del municipio de Entre Ríos, en el Chapare, bastión político del Movimiento Al Socialismo (MAS). En los cinco municipios de esa zona cocalera hay 32 concejales electos, de los cuales sólo dos no son del oficialismo.

Obstáculos, marginación y temor a represalias han caracterizado el primer año de gestión de los concejales opositores en la región  masista. De los cinco municipios del trópico cochabambino, en tres todos los miembros del órgano legislativo edil son del MAS (Villa Tunari con nueve concejales, Shinahota  con cuatro y Puerto Villarroel con siete). Dos municipios tienen un concejal de oposición: Huaywita en Entre Ríos y Amalia Apaza Mamani en Chimoré, ambos del MTS.

Sesión edil de Chimoré , donde hay una concejala del MTS. Foto: Concejo Municipal de Chimoré

“Es normal que excluyan”

Ariel Huaywita cumple sus últimos días como concejal de Entre Ríos porque internamente decidieron aplicar la alternancia política. En su lugar asumirá Marcial Claros Córdoba, quien alista sus documentos ante el Tribunal Departamental Electoral para obtener la credencial que lo habilite como concejal titular. Transcurrió casi un año desde que Huaywita asumiera funciones como concejal y confiesa que “no fue fácil” ser opositor en una región masista que se resiste a que otros partidos y/o agrupaciones ingresen a esa zona productora de coca. Con cierto temor a represalias, asegura que fue marginado y apartado de algunas actividades del Concejo Municipal por el hecho de pertenecer a un partido opositor.

“He participado en lo que he podido, pero es normal que te excluyan. Es que así son ellos. Eso sucedió, sobre todo, en los viajes”, asegura.

Para la analista política María Teresa Zegada, la exclusión de las minorías es una práctica cotidiana. “Cuando las mayorías del partido oficialista son aplastantes, evidentemente los concejales o legisladores opositores son víctimas de malos tratos. Lo que rige es una política fuertemente marcada por las mayorías aplastantes”, dice Zegada.

El diputado del MAS Héctor Arce, por su parte, considera que los concejales opositores en el Chapare tienen toda la libertad de trabajar y ejercer sus funciones de fiscalización.

“Hay todo un conjunto de normas y reglas que regulan las funciones del concejal. El concejal no necesita la autorización de nadie para fiscalizar, para hacer su trabajo. Yo pienso que son argumentos para justificar la ineficiencia en su trabajo, son excusas no válidas”, sostiene Arce.

El control  de Evo

Claros, próximo a asumir la concejalía en Entre Ríos por el MTS, comenta que es evidente  el control que ejerce Evo Morales, líder del MAS, en las funciones que desempeñan los concejales. Comenta que en una oportunidad su compañero realizó la inspección a una obra que fue difundida por los medios de comunicación local, inmediatamente Morales llamó la atención a los ediles de su partido.

“Hubo una inspección a la planta de tratamiento de aguas residuales de Entre Ríos, en el inicio de la gestión. Después de inspeccionar lo entrevistaron (a Huaywita) y resulta que el compañero Evo (Morales) lo vio en la televisión y lo escuchó en la radio. Entonces, les dio un jalón de orejas a los seis concejales masistas diciéndoles dónde estaban ellos. Así sucede. Suelen cortar todas las entrevistas o coberturas en los medios de comunicación cuando se trata de concejales de oposición”,  refiere.

“Estamos abriendo camino”

Con esa experiencia y otras más, Claros está consciente que encontrará muchos obstáculos una vez que asuma el cargo de  concejal titular, ya que el MAS tiene la mayoría de los votos en el pleno del Concejo Municipal.

“Voy a tener que asumir sabiendo que será un trabajo muy duro. Uno  piensa y tiene criterios diferentes, a veces se puede tener buenas ideas y propuestas en busca de progreso para el municipio, pero mientras la mayoría del Concejo no las apruebe, se entrará en disputa  para poder hacer alguna cosa. Va a  ser un trabajo muy difícil, muy complicado, porque estamos en el trópico”, asegura.

Sin embargo, a sabiendas de los obstáculos que podría atravesar cuando asuma como concejal, asegura que tiene la firme convicción de hacer prevalecer sus opiniones, de fiscalizar y denunciar si fuera necesario porque se debe a la gente que quiere ver su trabajo.

Claros fue masista hace unos años y pasó a las filas de los disidentes del partido azul cansado -según cuenta- del “dedazo” impuesto por  las altas “esferas políticas”. Fue militante y dirigente activo del MAS durante 20 años, por lo que su decisión no fue nada fácil.

Desde que se apartó de los azules es víctima permanente de acoso, de amenazas y castigos de parte del Sindicato Palmar 2° Grupo y la Federación Mamoré de Bulo Bulo, de Entre Ríos, a la que aún pertenece.

No obstante, asegura que no se arrepiente formar parte de la oposición y planea continuar en la política. “Es para los jóvenes que estamos abriendo camino. Hay que luchar por los que van a venir,  que luego se van a sumar a la lucha por libertad de expresión. No estoy pensando en mí, sino en los que me van a seguir, esa es mi meta. Si hoy hemos logrado uno o dos concejales, las próximas generaciones van a conseguir más”, finaliza.

Amenazas y agresiones

Desde que el MAS ingresó al Gobierno, los partidos de oposición no pueden ingresar libremente al Chapare para realizar campaña. Y si es que logran un espacio en los concejos municipales, son víctimas de hostigamiento  de los sindicatos y federaciones cocaleras.

En 2015, ocho concejales electos de la oposición en el Chapare fueron despojados de sus catos de coca por candidatear por otra fuerza política que no fuera el MAS. Esa decisión fue asumida tras un ampliado de las Seis Federaciones del Trópico que los sancionó por  considerarlos “divisionistas”.

Las autoridades electas pertenecían a Unidad Nacional, dos eran del municipio de Shinahota y dos de Entre Ríos, con sus respectivos suplentes.

Las campañas electorales para las elecciones nacionales y subnacionales 2020 y 2021, respectivamente, estuvieron marcadas por la violencia contra partidos opositores en el Chapare.

Comunidad Ciudadana, de Carlos Mesa, y el Partido Demócrata Cristiano, de Chi Hyun Chung, hicieron campaña en el trópico para las nacionales, pero sus actos proselitistas fueron de bajo perfil por temor a ataques. La alianza Creemos, de Luis Fernando Camacho, prefirió enfocarse en zonas no cocaleras.

Para las subnacionales de 2021, los partidos MTS y Pan-Bol hicieron campaña en los municipios de Villa Tunari, Chimoré, Entre Ríos y Puerto Villarroel. Juana Rojas Choque candidateó a la alcaldía por Puerto Villarroel, pero los sindicatos emitieron una resolución declarándola persona no grata, por lo que fue víctima de ataques y se vio obligada a cerrar su negocio por las constantes agresiones que recibía junto a su familia.

Alcaldesa de Villa Tunari, Segundina Orellana, y concejales Foto: Alcaldía Villa Tunari

La candidata a la Alcaldía de Villa Tunari por Pan-Bol renunció antes de las elecciones por los permanentes ataques que recibía de militantes del MAS. Ese partido no ganó ni una concejalía en esos municipios del Chapare. MTS presentó candidatos en Villa Tunari, Entre Ríos y Chimoré y obtuvo dos concejales en los dos últimos municipios.  Página Siete se comunicó con el líder del MTS, Félix Patzi, para conocer su evaluación de los concejales en los municipios donde su partido tiene representación, pero no respondió a las preguntas.

En las ciudades

En el caso del eje metropolitano de Cochabamba, el MAS perdió en tres de siete municipios: Cercado, Colcapirhua y Quillacollo. El frente político Súmate, de Manfred Reyes Villa, obtuvo siete de los 11 concejales en la capital, consolidándose como mayoría en el Concejo.

En Colcapirhua, Nelson Gallinate, de Comunidad Ciudadana, fue elegido como alcalde, pero el MAS obtuvo tres concejales, Autonomías por Bolivia dos, Súmate dos, Unidad Cívica uno y el MTS uno.

Héctor Cartagena, de Unidad Nacional de Esperanza, ganó la Alcaldía de Quillacollo y logró cinco concejales frente a cinco del MAS y uno de Súmate.

“La oposición es marginal, no es tomada en cuenta”

La analista política María Teresa Zegada considera  que en las asambleas departamentales y concejos municipales que tienen la mayoría oficialista, las minorías opositoras no son tomadas en cuenta, lo que obstaculiza la función fiscalizadora.

“Cuando la mayoría es oficialista, las de la oposición  son voces marginales y muchas veces no son escuchadas ni tomadas en cuenta. Hay una intento de pasar por alto los problemas en los que incurren los ejecutivos; por tanto, la lógica de democracia, de división de poderes, de balances y contrapesos -donde la fiscalización es uno de los pilares- no funciona”, asegura Zegada.

Sin embargo, estas minorías que antes eran casi invisibles en la actualidad -dice Zegada- han encontrado espacio en las redes sociales como canal de expresión ante la opinión pública, aunque su función pública sigue acallada por la mayoría oficialista.

La analista considera que las autoridades electas en los municipios rurales aún son víctimas de acoso político, de amenazas y amedrentamiento del partido de turno, mientras que en las ciudades es poco común que se registren estos hechos.

El diputado oficialista Héctor Arce no está de acuerdo con las aseveraciones de que las autoridades electas de oposición sean víctimas de acoso o persecución en su región. Dice que en Omereque, municipio al que pertenece, hay un concejal de oposición y que trabaja en armonía con los ediles del MAS.

“En mi municipio hay un concejal de Súmate y no tienen ningún problema, se ha integrado al equipo. Él no necesita autorización para fiscalizar ni tiene problemas de obstaculización. Si alguien haría eso, estaría cometiendo un delito”, afirma Arce.

El diputado asegura que la oposición está presente en municipios con mayoría del MAS y que existe coordinación y fiscalización entre ambas fuerzas. Por ejemplo, en Aiquile hay dos concejales opositores y uno en Mizque, ambas regiones del partido azul por tradición. Los aludidos no coinciden con él.

Protestas contra el “dedazo” en el Chapare en 2021.
Foto: Archivo/ Página Siete 

 

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CONCEJALES
de los cinco municipios del Chapare
son del MTS y están en Entre Ríos
y Chimoré; el resto son del MAS.

 

He participado en lo que he podido, pero es normal que te excluyan. Así son ellos (los concejales del MAS)

Ariel Huaywita, concejal MTS

 

Fuente: paginasiete.bo