El nuevo orden cooperativo     

Conocer la CCM (Corporación Cooperativa Mondragón) resultó un privilegio, más aún si honrado con la responsabilidad de organizar Un Proyecto Educacional con recursos de la Unión Europea nos permitió., vivo contacto y permanencia en la famosa ciudad de Mondragón (Norte España),  y adentrarnos en los meandros de semejante CCM que comprende 50 unidades cooperativas y es el Primer Capital del Norte de España y el Cuarto de la Península.

Desde entonces he mantenido una persistente relación a través del legado de un sacerdote José María Arizmendiarrieta, fundador de la primera cooperativa que irradia su luz al mundo entero, es que José María pervive entre los líderes del movimiento.



Ser realistas y pragmáticos no quiere decir renunciar a los ideales, que no deben ser confundidos como quimeras y bellos sueños, sino aceptados como objetivos a realizar. Expresión del visionario religioso, que accede a la cooperativa, estimándola como idónea para resolver inaplazables problemas de desarrollo y promoción social y contribuir eficazmente a impulsar otro orden social y económico con las consiguientes derivaciones, no como promoción personal y menos individual despreocupada y desconectada de la idea comunitaria.

La cooperación es una auténtica integración del hombre en el proceso económico y social, que configure un nuevo orden social; los cooperativistas deben concurrir hacia este objetivo final, aúna, con todos los que tienen hambre y sed de justicia en el mundo del trabajo. Las cooperativas no deben ser mundos cerrados, sino centros de irradiación social. No vivimos en un mundo conquistado, sino en un campo de batalla por la justicia social y el orden humano y justo. Ideas que por desgracia está siendo rebasado en el conglomerado de empresas que brotaron de la iniciativa de otro visionario Jaime Méndez Quiroga a partir de COBOCE sin olvidar que el movimiento cooperativista está alimentado por un espíritu de solidaridad abierta. Su meta está lejos y en lo alto: construir un régimen cooperativista, solidario a escala mundial.

Apegados a la palabra de JMA: el hombre fiel a su destino, tiene que dominar la naturaleza, modificarla o transformarla mediante su razón, su poder y su virtud. Tiene que hacer un mundo nuevo que en primera instancia tiene que ser humano, para que siendo a la medida del hombre, lo sea del agrado de Dios, que ha sido quien ha hecho al hombre rey de la creación. Esto requiere un plan solidario, ya que nunca es tarde para conseguir el objetivo concreto, ante la utopía como amenaza y la demagogia como instrumento.

 

Mauricio Aira