Grupos políticos alternativos intentan tener peso en las elecciones del Líbano


Será tan solo la segunda vez que ocurra en 14 años. Este domingo 15 de mayo, Líbano convoca unas elecciones parlamentarias que pondrán a prueba el apoyo popular hacia los partidos tradicionales. Se trata de la primera votación desde las revueltas de 2019, desde la explosión del puerto de Beirut y la tremenda crisis que golpea el país.



La miserable situación del Líbano ha propiciado la aparición de múltiples grupos políticos que llaman a dejar atrás el sistema sectario que rige en el país. Abogan por un estado civil y democrático que trate por igual a todos sus ciudadanos y que no se relacione con ellos a través de los líderes sectarios.

Estado civil

Nour Al Khawand, miembro del grupo llamado Ciudadanos de un Estado, cuenta así la necesidad de cambiar el sistema político: “Lo mínimo exigible en materia de derechos humanos se ha convertido en un privilegio que los ciudadanos no obtienen a no ser que vayan a buscar a los líderes políticos de su comunidad y les pidan explícitamente su apoyo”.

Según Al Khawand, un Estado civil terminaría con los privilegios de los líderes del actual sistema sectario. “Este es el motivo por el cual los partidos tradicionales en Líbano ni tan siquiera han intentado construir un Estado civil, porque este Estado les haría perder la legitimidad en su comunidad”, estima. En Ciudadanos de un Estado, creen que las elecciones del domingo son tan solo una batalla más en una lucha que tardará tiempo en ver resultados.

Fragmentación electoral

El analista Habib Battah, y fundador del portal de investigación Beirut Report, admite que los poderosos del país empiezan a ver a los grupos alternativos como una amenaza, pero advierte de que la fragmentación electoral les podría ir en contra: “Este tipo de división va a dificultar que estos grupos sean un adversario firme. La oposición estará muy fragmentada mientras los partidos tradicionales han tenido tiempo para organizarse durante décadas. Eso hará que la oposición no pueda suponer una amenaza demasiado grande”.

En un país en el que el progreso social y político parece hoy imposible, hacer un buen papel en las elecciones podría levantar los ánimos de los grupos de oposición. “La esperanza es que los nuevos partidos obtengan algunas victorias que animen al mayor desarrollo político del Líbano y a la participación de más grupos en el poder que las actuales milicias que han gobernado el país desde hace décadas”, concluye Battah.

Radio Francia Internacional