Juegos en red: 17 niños huyeron, robaron o fueron cooptados por falta de control

En Bolivia  hay  4,2 millones de jugadores, más de un tercio de la población del país.

La prohibición puede ser contraproducente. Activistas, gamers y expertos en ciberseguridad señalan que debe haber control informado para poner normas de seguridad y límites a los niños que juegan en línea.

 



Leny Chuquimia / La Paz

Desde marzo de 2019, al menos 17 niños, niñas y adolescentes huyeron de casa, robaron, fueron cooptados   por extraños o fueron víctimas de violencia sexual luego de tener  contactos de riesgo en los juegos en línea. La adicción, la falta de información y de acompañamiento parental fueron aprovechadas por personas inescrupulosas.

“Hay que tener mucho cuidado en el manejo de las redes sociales. Estamos viendo que son una herramienta  para cometer este tipo de delitos. Se las usa para captar con ofertas laborales, falsos enamoramientos etc. Los padres o tutores tienen que intensificar los mecanismos de supervisión a las actividades que realizan los menores de edad en las redes sociales”, dijo el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), Rolando Rojas.

Para los conocedores del tema,  la prevención de estos casos no pasa por la restricción y prohibición total, sino por la información, capacitación, acompañamiento y establecimiento de  reglas para que los niños, niñas y adolescentes accedan a los juegos en línea y las redes sociales sin correr mayores riesgos.

Los casos y los juegos

“En una investigación que hice hallé un dato importante: en Bolivia  hay  4,2 millones de jugadores, más de un tercio de la población del país. Calculo que para fin de año lleguemos a la mitad”, señala Fabricio Camacho, comunicador,  investigador social y especialista en e-Sports (deportes electrónicos).

Los juegos preferidos por estos usuarios son muchos y de todo tipo. Dependiendo si usan un celular, una PC o una consola de videojuegos, los más populares son: Among Us, Call of Duty. Minecraft, Clash of Clans, Fortnite o Free Fire, entre otros.

Este último, sin duda,  es uno de los más populares y el favorito para iniciarse en el mundo  de los juegos en línea. Pero también fue el  punto de inicio para al menos 17 casos peligrosos.

“Algo debe quedar claro, el problema no es el juego. Toda actividad sin consentimiento, seguimiento parental o conocimiento de sus riesgos es peligrosa. Los videojuegos pueden generar una estabilidad y conexión en la familia si hay un buen involucramiento. Si una madre o padre hace compañía desde un inicio, estos casos  se pueden prevenir”, manifestó Camacho.

En junio 2019  un niño de 11  años  huyó de su casa con  los 10 mil bolivianos de su hermana. Se ausentó por una semana, tiempo en el que gastó el dinero  en alojamientos, en comida para él y sus amigos  y  en juegos en línea. No era la primera vez que hacía algo así, el juego para él ya era una adicción.

Casi un año después, en Sucre, un niño de 10 robó 1.300 bolivianos a su abuelo para comprar diamantes y jugar Free Fire.

Para 2021, los casos se hacían tan comunes que la Defensoría de la Niñez de Cochabamba lanzó una alerta por las constantes notificaciones de adolescentes, entre 11 y 18 años, que robaban el dinero de sus padres para invertir en  juegos. Hace menos de un mes, Santa cruz reportó a un niño que robó 8.000 bolivianos para el mismo fin.

“En los juegos se hacen comunidades, grupos de amigos y de jugadores que avanzan por distintos niveles. Quien entra busca pertenecer a un grupo y van  apareciendo algunas exigencias para tener cierto estatus. Y para ello hay presión”, señaló el ciberactivista Tonny López.

Estas exigencias pasan por tener accesorios para tu personaje de juego; desde ropa, armas u otros objetos que requieren tiempo de juego y experticia. Cosas que a los jovencitos les cuestan más, sobre todo cuando son principiantes.

“Para tenerlos los compran y eso cuesta dinero”, añadió.

El jugador Herlan Coquendo   explica que, por ejemplo, en Free Fire,  para adquirir los accesorios se requieren diamantes (virtuales). Éstos pueden ser comprados por medio de tarjetas, similares a las  que se usan para recargar crédito en los teléfonos.

“Es como comprar una tarjeta  con un monto de dinero. Con ese dinero compras tus diamantes. Hay de varios precios, el más alto es el de los 5.000 diamantesque cuesta 350 bolivianos. No es obligatorio meter dinero al juego, pero con eso compras cosas exclusivas, que sólo se pueden conseguir pagando y que te hacen ver que tienes cierto nivel. Es como que yo quiera impresionar a mi entorno o a un grupo social, me compro ropa me armo todo un look, lo mismo pasa en el juego ”, ejemplificó.

Consultados, algunos jugadores indican que hay presión tanto de los compañeros virtuales como de los amigos para ascender a estos niveles. A su parecer es esto lo que hace que, sobre todo los más pequeños, opten por robar dinero de sus familiares o vender sus cosas.

Coquendo indica que en La Paz hay muchos puntos de venta de estas tarjetas, en los que no se supervisa a los niños, porque  “la cosa es vender”. “Hay niños que pagan tarjetas de 350 bolivianos, un monto alto, y lo hacen solos sin autorización de un adulto”.

Los contactos peligrosos

“El mundo de los videojuegos  tiene toda una cultura en la que los jovencitos entran y se acomodan muy bien. Es muy interesante la forma en que socializan, pero lo hacen en un espacio totalmente abierto, lo que implica un riesgo”, señaló López.

Al decir abierto, se refiere a que no hay un control de quienes ingresan y cuál es su identidad real. “Igual que en las redes sociales uno puede ser lo que quiera ser. Puedes intercambiar todo tipo de datos básicos, personales y sensibles. Puedes poner nombres, fotos, ubicaciones, redes sociales, etc.”.

En este anonimato es que, se según un efectivo de la Policía, se esconden los criminales y captadores. Pone como ejemplo tres casos de diciembre de 2021, en los que niñas y adolescentes fueron cooptadas por medio de varios juegos en línea, para luego ser vejadas sexualmente. En los tres casos el agresor era un hombre de 24 años que las contactaba y les pedía actos de índole sexual a cambio de diamantes.

Los registros de la prensa advierten de un caso similar en  2019 en La Paz y otro en 2020 en Santa Cruz. En ambos, las niñas tenían entre 12 y 14 años. En febrero de este año, un niño fue amenazado para robar 6.000 dólares a su abuelo  y entregarlos al dueño de un local de internet, a cambio de diamantes para jugar en línea.

Pero no son los únicos casos en los que hay una captación. En 2021, en distintos meses y ciudades, cuatro niñas y niños de entre 11 y 14  años  dejaron sus hogares incitados por  terceros que los contactaron por Free Fire. Todos fueron encontrados mientras eran sacados del país con ofrecimientos de trabajo o enamoramientos.  Con el caso de Nicol, registrado recientemente, son tres  los niños que lograron cruzar las fronteras solos.

Los niños y jóvenes

Cuidado • Los juegos en línea son muy divertidos y populares; sin embargo, se pueden usar para ejercer violencias digitales contra niñas, niños y adolescentes.
Contactos • Evita jugar con personas que no conoces. Si lo haces no compartas información personal.
Datos • Intenta no utilizar tu cuenta de correo electrónico personal. Crea un correo específico para tus juegos.
Alerta • No ingreses a enlaces sospechosos, ya que podrían ser páginas que tienen el objetivo de robar datos o robarte la cuenta con la que juegas en línea.
Nombre • Escoge un nombre de usuario creativo. No es necesario, ni obligado, usar tu nombre real.
Cámara • Evita encender tu micrófono o cámara cuando estés jugando con personas desconocidas. Otras personas pueden grabar tu imagen o tu voz sin que te des cuenta.
Sospecha • Desconfía de las ofertas, regalos de puntos o premios para tus juegos. Muchas veces se trata de estafas para robarte dinero.
Virtual • Recuerda que aunque tengas amigos y amigas en internet con los que te lleves bien, estas personas siguen siendo desconocidas.
Seguridad • Utiliza una contraseña o un pin para desbloquear tu teléfono celular tablet y o computadora. Evita usar tus datos personales en tus contraseñas y no las compartas.
Datos • Intenta no publicar en tus redes sociales tu nombre completo, dirección de tu casa o escuela, tu número de teléfono, etc. Tú decides con quién compartir estos datos, nadie puede obligarte.
Violencia • Si enfrentas violencia digital es común sentir miedo y vergüenza. Pero es importante que sepas  que nadie que enfrenta esta situación tiene la culpa, el único culpable  es la persona agresora.
Denuncia • Cuéntale a un adulto de confianza, guarda las pruebas, reporta la publicación  y refuerza tu privacidad en tus redes sociales.

 

Tips para padres

Capacitación • Es importante que conozca los juegos y la tecnología que sus hijos utilizan. El compartir estos espacios puede generar lazos.
Derecho •  Respetar la privacidad de las hijas e hijos, ésta es parte de sus derechos digitales.
Privacidad • Fomente la importancia de la privacidad tanto en el mundo de internet como fuera del mundo digital.
Reglas • Evite prohibir. Incluya a las niñas, niños y adolescentes  en la planificación  de las reglas sobre el uso de los dispositivos y el acceso a internet.
Protocolos  • Incorpore hábitos de seguridad digital en las actividades diarias, para que las niñas, niños y adolescentes sigan su ejemplo y adopten las medidas de seguridad.
Confianza • Fomente una relación de confianza con sus hijas e hijos para que puedan hablar con usted sobre lo que les preocupa y se sientan seguros. Esto será fundamental  para que  sepan que pueden acudir a usted en caso de que sientan peligro o enfrenten algún tipo de violencia digital.
Aprender • Es común cometer errores cuando nos encontramos en internet. Responda con empatía y convierta  estos errores en aprendizaje.
Víctimas • Si sus hijos enfrentan violencia digital,  escuche de forma activa y concéntrece en el mensaje que le quieren comunicar. Evite culpabilizarlos por lo ocurrido, así sabrán que pueden confiar en usted.
Apoyo • Ayuda a reunir toda la información necesaria en un caso de violencia, como capturas de pantalla de los mensajes , de los enlaces y de los perfiles involucrados.
Denuncia • En Bolivia se puede denunciar la difusión de imágenes  íntimas sin consentimiento, ciberacoso y cuando una persona adulta  se contacta por internet con una niña, niño o adolescente.
Protección • Ayuda a proteger las cuentas  en redes sociales; cambien  las contraseñas , eliminen contactos que no conozcan  y maximicen la privacidad en las redes sociales.

 

Plataformas digitales son medio y escenario de delitos
Foto: Archivo

Información, confianza y edades

“Por los estudios que realizamos, un hijo sin cariño paternal hasta los 18 años puede desviar su camino e incluso puede pecar de ingenuo. Sin eso se van con la primera persona que nos  muestre el cariño,  aceptación o atención”, dijo el investigador Fabricio Camacho, como primer punto sobre las medidas que deben tomar los padres.

Explicó que muchas veces por el hecho que uno, como padre o madre, no entiende o no conoce una nueva tecnología o tendencia,  deja solo a su hijo o hija en estas actividades. Ésta es una primera barrera a superar. Indicó que es importante conocer que los celulares, consolas, portátiles tienen un sistema que se llama control parental para limitar los horarios de juego.

“Se debe conocer estos espacios. Los  juegos pueden ser positivo si se los acompaña y se les hace seguimiento. Yo uso los videojuegos de forma didáctica para fomentar la lectura”, acotó.

López indicó que la confianza es otro de los puntos importantes, ya que realizar un control restrictivo no es algo muy factible.

“Si uno le va negando ese tipo de espacios, que es lo que hace la mayoría de los papás,  los niños buscan y se dan modos de evadir  la restricción. Así sólo se adentran al juego de una forma aún mas peligrosa”, indicó.

Desde la Policía se aconseja, en base a datos de la OMS  que los videojuegos -ya sea en teléfonos móviles, consolas  o PC- no deben ser permitidos para niños menores de seis años. Mientras que para los de menos de nueve años se aconseja que accedan a tecnologías que no tengan conexión activa a internet, pero que sí tengan multimedia.

Para Camacho lo recomendable es que usen videojuegos recién desde los 14 años. Añade que los niños y niñas  deben tener una etapa de desarrollo didáctico y de psicomotricidad.

“Por eso ahora vemos en las nuevas generaciones, a jóvenes que tienen problemas de motricidad, porque durante esa etapa de desarrollo se han dedicado más a  temas digitales y la consola que al fortalecimiento de estas otras habilidades necesarias para su buen desarrollo”, aseveró.

 

4,2
MILLONES
de los bolivianos son usuarios
de juegos en línea. La cifra
corresponde a más de un tercio
de la población.

 

Toda actividad sin seguimiento parental es peligrosa. Si mamá o papá hacen compañía, estos casos se pueden prevenir

Fabricio Camacho, experto

No es obligatorio  invertir dinero en el juego, pero hay cosas exclusivas que  se consiguen con diamantes que hay que pagar

Herlan Coquendo, jugador

Si se prohíben los juegos, los muchachos se dan modos para evadir  la restricción y adentrarse de una forma aún más peligrosa

Tonny López, ciberactivista