“Mantenemos a las mujeres traviesas en casa”: un alto funcionario talibán no dio esperanzas sobre el futuro de Afganistán

Sirajuddin Haqqani habló de las protestas contra las limitaciones que impone el régimen siguiendo su interpretación de la ley islámica y los “principios nacionales, culturales y tradicionales”

El ministro del Interior en funciones de los talibanes afganos, Sirajuddin Haqqani, habla durante el acto de aniversario de la salida de la Unión Soviética de Afganistán, en Kabul, Afganistán, el 28 de abril de 2022. REUTERS/Ali Khara
El ministro del Interior en funciones de los talibanes afganos, Sirajuddin Haqqani, habla durante el acto de aniversario de la salida de la Unión Soviética de Afganistán, en Kabul, Afganistán, el 28 de abril de 2022. REUTERS/Ali Khara

Fuente: Infobae.com

Un alto funcionario talibán dijo que habrá “buenas noticias pronto” sobre el regreso de las niñas a la escuela secundaria, pero sugirió que las mujeres que protestan por las restricciones del régimen a sus derechos deben quedarse en casa.



En marzo pasado, luego de las promesas de que las niñas podrían asistir a la escuela secundaria, los talibanes dieron marcha atrás en su decisión.

Sirajuddin Haqqani, ministro del Interior en funciones de Afganistán y dirigente de los talibanes desde 2016, fue entrevistado por Christiane Amanpour de la CNN, en Kabul. Consultado por las mujeres afganas que afirman tener miedo de salir de sus casas bajo el régimen talibán, el funcionario declaró: “Mantenemos a las mujeres traviesas en casa”.

“Al decir mujeres traviesas, era una broma que se refería a esas mujeres traviesas que son controladas por algunos otros bandos para poner en tela de juicio al gobierno actual”, añadió.

Sirajuddin Haqqani asiste al acto de aniversario de la salida de la Unión Soviética de Afganistán, en Kabul, Afganistán, el 28 de abril de 2022. REUTERS/Ali Khara
Sirajuddin Haqqani asiste al acto de aniversario de la salida de la Unión Soviética de Afganistán, en Kabul, Afganistán, el 28 de abril de 2022. REUTERS/Ali Khara

Haqqani también estableció algunos parámetros para el futuro de las mujeres y el trabajo, que estarán limitados por la interpretación de la ley islámica por parte de los talibanes y los “principios nacionales, culturales y tradicionales”.

“Se les permite trabajar dentro de su propio marco”, dijo a la CNN.

Haqqani es buscado por el FBI y ha sido clasificado por el Departamento de Estado estadounidense como “terrorista global especialmente designado”. Tiene una recompensa de 10 millones de dólares por su cabeza, según CNN.

“Ya se permite que las niñas vayan a la escuela hasta el sexto grado, y por encima de ese grado se sigue trabajando en un mecanismo. Muy pronto, escucharán muy buenas noticias sobre este asunto, si Dios quiere”, agregó, sin especificar un plazo.

Los talibanes prometieron a la comunidad internacional en repetidas oportunidades que protegerán los derechos de las mujeres y las niñas. Sin embargo, desde su llegada al poder les han quitado muchas de sus libertades y protecciones.

Recientemente, Naciones Unidas repudió el nuevo código de vestimenta y conducta femeninas anunciado por los talibanes en Afganistán que, según sospecha la ONU, se trata de una obligación más que una recomendación formal, y acusó al movimiento fundamentalista de traicionar sus compromisos de libertad adoptados tras reconquistar el país en agosto del año pasado.

El edicto proclamado por el líder talibán, Hibatulá Ajunzadá, decretó castigos para las mujeres que no se cubran el rostro cuando estén fuera de casa. Según los talibán, la nueva orden no obliga al uso de una prenda determinada, pero sí recomienda expresamente el burka, símbolo de la represión del anterior régimen talibán entre 1996 y 2001.

De todas formas, la premisa general es que si las mujeres no tienen nada importante que hacer, “mejor que se queden en casa”.

Ante la ambigüedad de este lenguaje, Naciones Unidas entiende, según la información recibida por su misión en el país, la UNAMA, que los talibán han lanzado “una directiva formal en lugar de una recomendación”, y como tal será “aplicada y defendida”.

Para la UNAMA, “esta decisión contradice numerosas garantías sobre el respeto y la protección de los Derechos Humanos de todos los afganos, incluidos los de las mujeres y las niñas, que los representantes de los talibanes proporcionaron a la comunidad internacional durante los debates y negociaciones de la última década”.