María Mercedes Roca: “La biotecnología debe regularse en base a la ciencia y no a la ideología”

En un nuevo episodio del espacio digital “De Frente con Oscar Ortiz”, María Mercedes Roca habló sobre la realidad del uso de la biotecnología en la agricultura, el análisis de los desarrollos científicos para afrontar los eventos climáticos actuales y la evaluación sobre los análisis de riesgo para la salud humana y el medio ambiente.



Fuente: Publico.bo

Roca es experta en políticas de biotecnología agrícola, licenciada en microbiología por el Kings College de Londres, con un doctorado en virología del University College y posdoctorado en el Rothamsted Research del Reino Unido. Ha sido docente de biotecnología en la Universidad de Zamorano en Honduras y en la facultad de medicina del Tecnológico de Monterrey en México. Es directora ejecutiva del BioScience Think Tank y senior Fellow del Institute on Science for Global Policy con sede en Washington DC.

“Desde hace años, por el cambio climático y otras razones, la producción de maíz en Bolivia ha declinado. Si no hay sequía hay inundación o helada. Cuando hay sequía se disparan las plagas de insectos, cuando llueve mucho se disparan las enfermedades por hongos, cuando hay una helada se muere la planta. No es de este año sino que se va acumulando. La biotecnología no es una panacea: no hay un gen contra la sequía para el maíz, pero sí contra los insectos”, señaló.

La experta remarcó que en la actualidad “estamos viendo una bio-revolución. Como país debemos tener una regulación coherente y pensar cómo vamos a utilizar la biotecnología para beneficio de la sociedad”.

“Todas las tecnologías pasan por un proceso de domesticación y democratización, donde se van volviendo más rápidas, baratas y sencillas. Lo mismo va a pasar con la biotecnología. Primero tuvimos las grandes trasnacionales, pero ahora existe la nueva tecnología de edición génica, que permite editar el ADN de una planta, animal o micro-organismo. Hay una revolución dual, de la informática y lo digital, y de la biotecnología. Nos guste o no, van a llegar. Hay que tener una regulación basada en la ciencia y no en la ideología. Bolivia se está rezagando mucho con los países de la región, adoptando ideologías muy parecidas a las de Venezuela, Nicaragua y México”, indicó.

Roca dijo que, en cambio, Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay “están avanzadísimos en temas regulatorios. Para esto hay que saber de ciencias regulatorias de la biotecnología. No tenemos que inventar la rueda. Pero en los países andinos hay una ideología anticiencia”.

“Los transgénicos desarrollados desde hace 30 años tienen una regulación de ese entonces, pero otras tecnologías como la edición génica tienen una forma diferente de regularse. Para lo primero, en Bolivia hay una regulación muy precautoria, aunque no se han confirmado los riesgos que se decían. Hay diferencias entre un transgénico y un cultivo editado. Por ejemplo, un maíz transgénico tiene un gen que viene de una bacteria, que produce una toxina contra insectos. Un cultivo se puede editar con varias subtécnicas, que permiten apagar un gen o cambiar un gen de forma pequeña. No debería pasar por la regulación horrible que tenemos para los transgénicos. Hago un llamado a la comunidad científica para que trabajemos en ciencias regulatorias, para que ayudemos al gobierno, si quiere escuchar, a tener una política legislativa coherente”, subrayó.

Para evaluar el impacto de las biotecnologías, señaló que existe el “análisis de riesgos, con gente especializada. Se hace caso por caso y se sigue un procedimiento. Por ejemplo, del maíz transgénico hay un meta-análisis con miles de evaluaciones y coincide en que no hay riesgo para la salud humana ni para el medio ambiente”.

“La biotecnología es una de cinco o seis cosas que el agricultor debe hacer bien. La necesitamos igual que a nuestros celulares. La agricultura orgánica y la agroecología no están en conflicto con la biotecnología. Se necesita un comité de biotecnología y bioseguridad que sepa del tema, que no sea político. Abrámonos a más ciencia y tecnología, con menos ideología”, concluyó.

En el cierre, Oscar Ortiz dijo que en Bolivia “el debate no se realiza desde el punto de vista técnico-científico, sino desde el punto de vista ideológico. Se necesita un debate serio sobre el uso de la biotecnología para la producción de alimentos, para el desarrollo de un sector como el agropecuario, que es uno de los pocos que le ofrece futuro al país”.