Corea del Norte reconoció el jueves su primer brote de covid-19 desde el inicio de la pandemia y declaró una «grave emergencia nacional» ante la que el líder Kim Jong Un ordenó confinamientos por todo el país. Corea del Norte ha rechazado todas las vacunas ofrecidas por países vecinos y no ha inmunizado a sus habitantes.
Con Nicolas Rocca, corresponsal de RFI en Seúl
Durante una reunión de crisis, el propio líder norcoreano Kim Jong-un anunció el jueves 12 de mayo que se pondría en marcha un sistema de control de virus de «emergencia máxima» para «eliminar la raíz en el menor tiempo posible».
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Kim «llamó a todas las ciudades y municipios del país a confinar cuidadosamente sus zonas», dijo la agencia de noticias del Estado, KCNA. Fábricas, negocios y hogares deben ser cerrados y reorganizados para «bloquear impecablemente la extensión del malicioso virus», añadió.
De acuerdo con la agencia, Kim «aseguró que debido al alto nivel de conciencia política de la población (…) superaremos con toda seguridad la emergencia y tendremos éxito con el plan de cuarentena de urgencia».
Pyongyang, confinada
Desde hace dos días, los habitantes de Pyongyang parecen estar confinados, tras la detección el 8 de mayo, según las autoridades sanitarias del país, de un primer caso de la variante Ómicron BA.2 en la capital norcoreana.
La publicación especializada en este país NK News, con sede en Seúl, aseguró que algunas áreas de Pyonyang han estado puestas en cuarentena desde hace dos días.
«Múltiples fuentes han escuchado informaciones de compras de pánico debido a la incertidumbre de cuándo terminará el confinamiento», añadió.
No quedó claro cuántos contagios ha detectado Corea del Norte, con una comunicación poco transparente.
Tras dos años de cierre total del país con órdenes de disparar a la vista en las fronteras para limitar cualquier riesgo de contagio, Corea del Norte tendrá que aprender a su vez a convivir con el virus.
Hasta ahora, el país ha rechazado todas las ofertas de donación de vacunas, ya sea de Rusia, China o la ONU. En septiembre de 2021, Kim Jong-un le dijo no a 3 millones de dosis de la vacuna china Sinopharm ofrecida por UNICEF, afirmando que la campaña contra la epidemia norcoreana se haría «a nuestra manera», es decir, cerrando el país.
Una población sin vacunar
Los expertos creen que Corea del Norte no ha vacunado a ninguno de sus 25 millones de habitantes. Un brote importante sería muy difícil para el extremadamente frágil sistema sanitario del país.
Aunque muchos expertos dudan de que sea realmente el primer caso de Covid-19 en Corea del Norte, el estricto control social del régimen ha limitado hasta ahora los contagios. El comunicado de Pyongyang sobre estos primeros casos tiene sin duda el objetivo de informar a su población, pero también puede verse como un llamamiento a la posible ayuda de la comunidad internacional en su lucha contra el virus.
Desde el 3 de enero de 2020 al 11 de mayo de este año, no hubo ningún contagio ni deceso confirmado por covid-19 en el país, según la Organización Mundial de la Salud.