Agradecen a Sergio Gualberti y dan la bienvenida a monseñor René Leigue

Este domingo, al finalizar la celebración eucarística, el Moderador del Consejo Presbiteral, padre Guillermo Siles, agradeció a monseñor Sergio Gualberti por su servicio pastoral en la Iglesia boliviana y en particular en la Iglesia de Santa Cruz durante nueve años y dio la bienvenida al nuevo arzobispo, monseñor René Leigue.

Fuente: lostiempos.com



“Seguro está, que Mons. René Leigue aprendió mucho de usted, y que ahora al pasar la posta, la carrera sigue hacia la meta esperada. Mantener una Iglesia encarnada, en la vivencia de la gente, en el acompañamiento a los sacerdotes y en la misma transformación misionera de la Iglesia, como nos lo pide el papa Francisco”, dijo Siles en sus palabras de agradecimiento.

Recordó que fueron nueve años de servicio a la cabeza de la iglesia y estos fueron para vivir una transición hacia un nuevo pastor, nacido en el territorio, que conoce el caminar de cerca de todas las instancias de la iglesia local, pero fundamentalmente, ahora sabe que el espíritu es el mismo.

Siles destacó la misión de Gualberti y las experiencias de vida y compromiso al haber estado más de 42 años en Bolivia y desde 1999 sirviendo a la Arquidiócesis de Santa Cruz.

Dijo que no se puede negar su vasto conocimiento y sólida formación biblicoteológica, la que le ha servido en el trabajo que ha desempeñado en las muchas funciones dentro de la iglesia de Bolivia y marcados en la misma arquidiócesis.

“Todos reconocemos su capacidad de organización, de ser acompañado por un equipo de personas, de mirar los detalles para la eficacia de los eventos y caminar siempre como Iglesia. Nadie más que usted compartió la vida y testimonio del cardenal Julio Terrazas, a quien tuvo que suceder en la conducción de la Iglesia Local. Este hecho marca un gran reconocimiento, porque ha tenido esa capacidad de dar continuidad al camino recorrido, a mantener el espíritu de amistad, colegialidad y compromiso dentro de la iglesia”, comentó Siles.

Aseguró que todas sus enseñanzas dejan ideas marcadas en la mente de la gente y del presbiterio de Santa Cruz. “Fueron sus homilías, que domingo tras domingo, dirigía a la comunidad, ahí pudimos percibir su amor a la iglesia y al pueblo de Dios, porque siempre están bien pensadas, analizadas, discernidas. Nadie puede negar este gran aporte a conducir la iglesia con palabras claras, profundas, concisas y siempre escritas. Este es un gran legado que deja a todos para seguir con detenimiento al caminar que debemos de continuar y enmarcarnos en la vivencia de la comunidad”, indicó.

Fuente: lostiempos.com