La empresa informó que debido al actual periodo de «limitación de recursos» el proyecto para el segundo satélite del país quedó «congelado».
El Gobierno autorizó vía decreto las nuevas funciones de la Agencia Boliviana Espacial (ABE), como la teledetección, para ampliar el alcance de las actividades y operaciones que desarrolla. La empresa estatal, que prevé marcar este año un récord en ingresos, informó que congeló el proyecto para el segundo satélite de Bolivia.
“Desde su constitución (2010), la ABE ha desarrollado capacidades para cumplir nuevas funciones adicionales”, informó Iván Zambrana, director ejecutivo de la empresa pública nacional estratégica.
La administración de Luis Arce modificó por ello el objeto y funciones de la ABE establecidos en el Decreto Supremo N° 0423 del 10 de noviembre de 2010 a través del Decreto 4735, aprobado el 8 de junio de este año.
La estatal nació con el objetivo de gestionar el satélite Túpac Katari y promocionar y ejecutar la transferencia tecnológica y la formación de recursos humanos en tecnología espacial; además de implementar aplicaciones satelitales para su uso en programas sociales, productivos, de defensa y ambientales , entre otros.
El Decreto 4735 dispone que a esas funciones se añaden la contribución a la reducción de la brecha digital en el país con tecnologías espaciales; la gestión y ejecución de proyectos espaciales, de teledetección, de telecomunicaciones y de tecnologías de la información y comunicación; y la prestación de servicios espaciales, de teledetección, de telecomunicaciones y de tecnologías de la información y comunicación.
La teledetección, una de las nuevas funciones, por ejemplo, es una forma de medición a distancia –desde los satélites– de cuerpos de agua, focos de calor, nevados, desastres naturales, deslizamientos lentos, crecimiento urbano y cultivos comerciales, entre otros.
“En la ABE hemos instalado un laboratorio para procesar imágenes que obtenemos de satélites extranjeros, en base a convenios con países amigos, o que adquirimos de satélites comerciales, cuando es necesario”, explicó Zambrana.
“El decreto está regularizando esta situación y permitiéndole a la ABE continuar con esta actividad que, si bien no es de alta rentabilidad, nos va a permitir seguir apoyando al Estado y a sus instituciones en el uso de estas tecnologías de punta, que ofrecen resultados mucho mejores que los que se pueden obtener con tecnologías terrestres y que nos permiten recuperar los costos que demandan esos proyectos”, aseveró.
El satélite de telecomunicaciones Túpac Katari 1 (TKSat-1), de $us 302 millones, fue lanzado en China en diciembre de 2013 y al momento tiene una capacidad efectiva en torno al 76%, por lo que se prevé llegar en el corto plazo al “límite práctico del 90%”.
El año pasado, la empresa que lo administra registró Bs 177,26 millones en ingresos y prevé aumentarlos a Bs 180,8 millones en esta gestión.
Tras “congelarse” el desarrollo de la empresa estatal en 2020, en 2021 se retomó el ritmo de crecimiento y este 2022 “vamos a romper el récord de captación de ingresos de toda la historia de la ABE”, destacó Zambrana, quien precisó que en esta gestión además se consolidará el despliegue de otras actividades, excepto la del segundo satélite del Estado.
Tras el cambio de Gobierno y la pandemia, el Estado entró a un “periodo de limitación de recursos”, con una “realidad totalmente distinta”. Por lo tanto, “por ahora ese proyecto está congelado”, dijo el ejecutivo.
“Esperamos reactivarlo el año que viene y actualizar todos los estudios que requiere un proyecto de este tipo, para ver la conveniencia y para adecuar las características del nuevo satélite a las necesidades del país entre 2026 a 2028.