Liliana Sánchez es la esposa de uno de los policías que perdió la vida ayer en la zona del Urubó, en el municipio cruceño de Porongo.
Fuente: Gigavisión/eju.tv
«Me quiero ir a la casa, hace frío», fueron las últimas palabras que el sargento 1ro. Alfonso Chávez le dijo a su esposa Liliana Sánchez, ayer al promediar las 13:00 horas.
Luego, en aquella fatídica tarde, perdería la vida junto a otro efectivo policial y un miembro del Gacip, quienes fueron asesinados con armas de fuego por unos sujetos cuya identidad aún no ha sido confirmada por la Policía.
El sargento Chávez deja cuatro hijos en la orfandad, el mayor de 12 y la menor de 3 años de edad, desde el 2006 llevaba como oficial de policía brindando servicio a la sociedad, hacía un mes que había sido designado en el municipio de Porongo.
«Siempre que salía de casa me decía que si moría, yo debía luchar por los cuatro hijos que tenemos, me animaba a estudiar para salir adelante», manifestó su esposa con un profundo pesar.