Sancionada y ligada a tráfico de armas, Conviasa opera en Bolivia desde 2019

Un avión de Emtrasur, filial de Conviasa, sigue retenido en Ezeiza, al igual que sus 19 tripulantes. Investigan por qué un avión de carga llevaba tantos pasajeros y la vinculación del piloto con el terrorismo.

Fuente: paginasiete.bo



El Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa) opera en Bolivia desde 2019 y cuenta con sanciones impuestas por Estados Unidos (EEUU), además de muchas quejas de parte de sus usuarios por un servicio deficiente. Recientemente un piloto de uno sus aviones de carga, de su subsidiaria Emtrasur, fue vinculado a terrorismo y tráfico de armas.

De acuerdo a registros tributarios, la línea bandera de Venezuela opera en Bolivia desde 2019 con ruta de destino el aeropuerto Viru Viru, Santa Cruz. Asimismo, los registros de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) dan cuenta que Conviasa es una de las empresas de al menos 16 líneas aéreas extranjeras que tienen operaciones en territorio nacional.

“Conviasa es la línea aérea de Venezuela y viene esta línea aérea hasta Viru Viru, casi en todos los meses vuelos hacia Bolivia, no es la primera vez que aterriza Conviasa, tiene los vuelos frecuentes”, manifestó el ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño, luego de que un avión de esa línea aérea tuvo que desviar y aterrizar el miércoles en territorio boliviano.

El avión que aterrizó en Viru Viru, Santa Cruz, debía llegar a Buenos Aires, pero fue desviado, para evitar una retención en Argentina como ocurrió con un avión de una de las subsidiarias de Conviasa: Emtrasur.

La aeronave hizo esa maniobra para hacer el trasbordo de sus pasajeros supuestamente en un avión de Boliviana de Aviación (BoA), hecho que no se concretó, y luego retornó a Caracas. Sin embargo, al menos 190 de sus pasajeros quedaron varados en Santa Cruz.

Este hecho se produjo a raíz de la retención del avión de carga Boeing 747 de Emtrastur de bandera venezolana, el 8 de junio, en el aeropuerto de Ezeiza, Buenos Aires. La nave transportaba repuestos de automóvil y tenía una tripulación de 19 personas, 14 venezolanos y cinco iraníes.

Según las investigaciones, el Boeing 747 partió de México, pasó por Venezuela y arribó a Córdoba (Argentina). Luego, despegó hacia Uruguay, pero cuanto intentaba aterrizar le fue denegada, a raíz de que el Gobierno uruguayo obtuvo información sobre la aeronave que no fue develada en aquel momento.

Por esa razón, el avión venezolano-iraní tuvo que retornar a Argentina y fue retenido en Ezeiza con fines investigativos.

No es el único percance que tuvo Conviasa en estos días. Y es que el avión que debía llegar a Buenos Aires, pero desvió a Bolivia, tenía comprometido el transporte de unos 200 pasajeros hacia Caracas, que no llegó a concretarse, según Infobae. Los pasajeros quedaron varados y recién el viernes varios partieron hacia Santa Cruz de la Sierra a través de un vuelo de la estatal Boliviana de Aviación y un segundo grupo viajó en Aerolíneas Argentinas.

Las quejas de los pasajeros no se dejaron esperar, ya que muchos que debían llegar a Argentina quedaron varados en Bolivia, y otros que tenían previsto trasladarse de Argentina a Venezuela también quedaron perjudicados y tuvieron que dirigirse hacia Bolivia. Los pasajeros fueron derivados a diferentes hoteles hasta que se encuentren vuelos que los transporten a sus destinos.

Conviasa arrastra varias deficiencias que fueron dadas a conocer por sus propios usuarios. Entre 2021 y 2022, se registraron quejas por retrasos constantes, fallas, deficiencias en el servicio y pasajeros varados en distintas ciudades del mundo. Los afectados hicieron conocer sus quejas en México, Chile, Argentina y ahora en Bolivia.

Según Infobae, la línea aérea venezolana alegó que gran parte de sus problemas de operación se debe a las dificultades que tiene para acceder a refacciones en el mercado internacional, debido a que esta empresa tiene sanciones por parte de EEUU debido a irregularidades en sus operaciones.

Sanciones

Conviasa fue creada como una empresa estatal en 2004, en el gobierno de Hugo Chávez, con el fin de conectar a los países del bloque bolivariano y el Caribe, teniendo entre sus principales rutas internacionales a La Habana, Cuba; Viru Viru, Bolivia; Managua, Nicaragua; Quito y Guayaquil en Ecuador; Teherán, en Irán; y recientemente inauguró la ruta hacia Moscú, Rusia. Luego la estatal pasó a la administración de Nicolás Maduro.

La línea aérea venezolana figura en la lista negra del Departamento del Tesoro de EEUU al igual que el Boeing 747 que perteneció a la aerolínea iraní Mahan Air, que es parte de la flota de ese consorcio.

En febrero de 2020, se conoció que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro incluyó a al menos 40 aviones de Conviasa en la lista de sancionados y bloqueados, debido a que Maduro haría uso de esas aeronaves para trasladar a funcionarios corruptos e impulsar acciones antidemocráticas.

Vinculan a aeronave de Conviasa con tráfico de armas y terrorismo

Tras la retención del Boeing 747 de Emtrasur de bandera venezolana en Argentina, se develó que uno de los iraníes tripulantes, Gholamreza Ghasemi, era el piloto de la aeronave y está vinculado a la Fuerza Al Quds iraní, un grupo considerado terrorista por EEUU.

En Argentina se habló de podría ser un homónimo, pero autoridades de Paraguay confirmaron la identidad y alertaron a la región.

“El capitán Gholamreza Ghasemi no es un homónimo. Se trata de una persona vinculada a Al Quds”, dijo a la AFP el jefe del servicio de inteligencia de Paraguay, Esteban Aquino, en referencia a que los Quds son una fuerza de élite de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRCG), clasificada como organización terrorista.

El avión, que estuvo en Paraguay en mayo, pertenece a la empresa de carga Emtrasur, una filial de Conviasa, que tiene sanciones de EEUU. Fue comprado hace un año a la aerolínea iraní Mahan Air. Esa empresa también fue sancionada por la OFAC de EEUU en 2011 y 2019 por su nexo con tráfico de armas y material a lugares internacionales en apoyo de operaciones terroristas.

En el caso de Ghasemi, es un miembro histórico de los Quds que estuvo al frente de la compañía Qeshm Fars Air, controlada también por la IRCG. Esa empresa también fue acusada de transportar armas.

Fuente: paginasiete.bo