Antes de comprar debe tomar en cuenta varios aspectos. La especialista en salud pública, Dolly Montaño, explica cuáles son.
Elizabeth La Fuente
Fuente: El Deber
En los festejos por San Juan parte de la tradición manda comer chorizos. Algunos prefieren los choripanes, preparados a la parrilla, mientras que otros se quedan con los clásicos panchitos, es decir, chorizos previamente hervidos. En ambos casos, se los acompaña con pan y con mayonesa, mostaza y ketchup.
Ante una comida de fácil preparación, y con ingrediente estrella, es indispensable tener cuidado a la hora de comprar el chorizo en los puestos de ventas de la ciudad, para evitar cuadros de intoxicación y en algunos más severos, de envenenamiento. Para ello, consultamos a la especialista en salud pública, Dolly Montaño, para que pueda darnos consejos útiles y prácticos. Tome nota.
Activa los sentidos: Oler y mirar para poder identificar si el chorizo tiene buen aspecto y si no presenta un olor raro.
Olor: Debe tener un color rosáceo y en caso de llevar condimento, suelen ser más rojizos. Si presentan un tono oscuro y huele mal, mejor no comprar.
Mal aspecto: Si presenta textura gomosa.
Fecha de expiración: El producto no puede ser consumido si está vencido
La Alcaldía, todos los años, controla la venta de productos y si son aptos para el consumo
Procedencia: Debe tener el sello de garantía de la empresa que lo produce. En caso de no tener, se aconseja no comprarlo.
Preparación: Es indispensable el lavado de manos y el uso de utensilios desinfectados. A la hora de servir, usar guantes desechables.
Intoxicación: Si se trata de un cuadro leve, presenta vómitos y diarrea, los cuales deben desaparecer en un par de horas. Es aconsejable ingerir sueros de rehidratación oral (disponibles en farmacias) y bebidas isotónicas. En casa puede preparar agua de arroz con canela y sopa de pollo.
Bolutismo: Es un cuadro de envenenamiento por el consumo de embutidos o conservas caseras, que al no ser elaboradas de la manera correcta producen toxinas en el organismo.
Síntomas: Dado que paraliza los músculos del cuerpo hay dificultad para respirar y hablar, en algunos casos puede ocasionar la muerte. También provoca fatiga, debilidad, sequedad en la boca, vómitos y diarrea.