Todo por una entrada para la final: el calvario del hincha

Decenas de aficionados formaron filas de hasta 10 horas para conseguir entradas para el superclásico que se disputará mañana (16:00) en el Hernando Siles.

Fuente: paginasiete.bo



La final entre Bolívar y The Strongest comenzó con una humillante derrota para los amantes del fútbol. Decenas de aficionados formaron filas de hasta 10 horas para conseguir entradas para el superclásico que se disputará mañana (16:00) en el estadio Hernando Siles.

La noche del jueves 9 de junio se informó que la venta de las entradas para el partido iba a ser virtual. Horas después, a media mañana del viernes, se dio a conocer por las redes sociales que los boletos se venderán de forma física desde las 10:00.

Aunque la notificación oficial indicó que la venta iba a ser a las 14:30 en seis puntos de venta. Indicaron que sí se habilitarán las boleterías del estadio, luego que no y finalmente sí.

Allí llegaron cientos de personas con una vestimenta característica (mujeres de sombrero, riñonera para llevar dinero, zapatos cómodos, una libreta de apuntes, cabello amarrado y algunas llevan wawas en aguayos; y los hombres más que vestimenta tradicional tienen muchas, demasiadas, ganas de pelear), los demás eran hinchas de fútbol que sólo buscaban un par de entradas para la final.

Los hinchas en cercanías de Punto Blanco, sobre la calle Comercio, se organizaban y colocaban números correlativos para controlar a los compradores porque no faltaron quienes intentaban “colarse” en las filas sin importar las nociones de orden que se buscan seguir.

La reventa

Los hombres revendedores buscaban meterse en las filas y, ayudados por las revendedoras, amedrentaban a los hinchas.

Horas y horas pasaban, no había noticias de las entradas. En las filas algunas personas debían ir a trabajar y dejaban el lugar que ocuparon horas. Se fueron con pena.

Aún sin venderse las entradas, las filas crecían, se acortaban y había cansancio. Algunos no almorzaron y seguían en la espera. A las 16:00 no había entradas. La gente protestó en la oficina de Punto Blanco. El dependiente del lugar anunció que no le llegaron los boletos y dijo que cerraría el sitio. La gente no lo dejaba y muchos se fueron.

Y sí, llegaron las entradas y sólo se vendieron dos por persona. La venta fue entre las 17:15 y las 18:30 pues anunciaron que se había volteado taquilla.

Acompañado de cuatro efectivos policiales informó que sólo se vendieron dos tickets por persona y admitió que familias enteras de revendedores llegaron a hacer las compras.

Al caer la noche, la gente de a poco se fue del lugar, unos alegres y otros tristes.

Fuente: paginasiete.bo