Experto: El acullico prolongado puede provocar trauma y degeneración celular

EL ONCÓLOGO PABLO SITIC HACE EL SEGUIMIENTO A PACIENTES CON CÁNCER EN LA BOCA

En 2016, los casos de cáncer en cuello y cabeza pasaron a ocupar el segundo lugar. El especialista recuerda que, en otros países, prácticas similares causaron inflamaciones y alteraciones celulares.

Experto: El acullico prolongado puede provocar trauma y degeneración celular

El cirujano oncólogo Pablo Sitic Vargas
responde a Página Siete.
 

Experto: El acullico prolongado puede provocar trauma y degeneración celular

Malkya Tudela



El acullico o boleo de la hoja de coca que se hace de manera prolongada y permanente genera pequeñas laceraciones, irritación y traumas dentro de la boca, que pueden derivar en degeneración celular, explica el especialista Pablo Sitic, del Hospital Oncológico del Oriente Boliviano. Durante cinco años en esa entidad especializada, el cáncer de cabeza y cuello ocupó un segundo lugar en incidencia, después del cáncer de cuello uterino.

Este hecho podría convertirse en un problema para la salud pública en el país si se considera el consumo creciente de la hoja de coca en el acullico. El Estudio Integral del Consumo de la Hoja de Coca, cuyo resumen se encuentra publicado en el portal de la International Drug Policy Consortium, reportó, sobre la base de 16 mil observaciones (12 mil en hogares), que 3 de cada 10 personas acullican, pijchan o bolean de manera habitual en el país.

El dato es de hace diez años. Ya en ese momento significaba más de tres millones de personas consumidoras: los hombres (78%) más que las mujeres (22%); más en el área urbana (67%) que en el campo (33%).

En función de su objetivo, el estudio indica que en todo el país se consumen 20.960 toneladas de hoja de coca por año en sus diferentes usos tradicionales y, para satisfacer esa demanda, se precisan 14.705 hectáreas de plantaciones.

Pablo Sitic Vargas es cirujano oncólogo y jefe del Departamento de Cirugía Oncológica en el Instituto Oncológico del Oriente Boliviano, en Santa Cruz de la Sierra. Desde hace algunos años viene monitoreando el comportamiento del cáncer de cabeza y cuello, y dentro de esta categoría el cáncer de cavidad oral y su relación con la práctica del boleo.

En esta entrevista con Página Siete, Sitic comenta sus observaciones sobre esta enfermedad, que ha llegado a ocupar, durante cinco años consecutivos, antes de la interrupción de atenciones por la pandemia, el segundo lugar en incidencia en el Oncológico donde trabaja.

Usted está haciendo el seguimiento de los casos de cáncer en cavidad oral en pacientes del Oncológico. Cuéntenos sobre este proceso.

Todo nació a raíz de un trabajo que yo estaba preparando para presentar a la Argentina el año 2016 sobre cáncer de próstata. Hasta entonces, los datos estadísticos que teníamos mostraban que el cáncer con mayor incidencia en el país y en el Instituto Oncológico era el de cuello uterino, seguido del cáncer de mama, de estómago y el conjunto de los otros tipos. En 2016 vimos que el cáncer de cabeza y cuello estaba en segundo lugar, y dentro de este grupo el que tenía mayor número era el de cavidad oral: esto es lengua, encía y el resto de la cavidad oral. A partir de ahí, conversamos con el doctor Jorge Amelunge, jefe del Servicio de Cirugía de Cabeza y Cuello, y la doctora Carolina Jerez, titular del servicio, para que comenzáramos a recopilar datos para ver la relación del cáncer de cavidad oral con el acullico de la hoja de coca… Estamos casi al final de la recopilación de los datos para ver, en nuestros pacientes en el Instituto Oncológico, qué relación existe.

¿Nos puede dar algún dato general para saber la dimensión del problema?

Lo ideal es hacer la cuantificación de cinco años y ver cómo se comportó el cáncer de cuello uterino, que sigue siendo el primero. Hay algo adicional en estos dos años y medio que es la pandemia: los pacientes no recibieron el tratamiento y no se hicieron el diagnóstico a tiempo y llegaron ya a cuidados paliativos, directamente. Estuvimos un año casi sin atención o priorizando a algunos pacientes, en otros hubo la demora en venir al diagnóstico. Entonces los números (estadística) pueden haber estado “muy buenos”, entre comillas, entre 2016 a 2019 e inicio de 2020, pero a 2022 debe haber variación porque algunos pacientes seguramente no vinieron o vinieron en menor cantidad. Es por eso que no me arriesgo a dar un número como tal, pero debe estar, debe seguir entre segundo y tercer lugar el cáncer de cavidad oral en el hospital.

¿Cuál es la hipótesis que se maneja?

Ya conocemos que el HPV (virus de papiloma humano) en la cavidad oral, así como en el cuello uterino, hace que haya degeneración de las células y lleven a un cáncer. Conocemos que en otros países se tiene la masticación del hachís con esas alteraciones celulares que llevan a procesos inflamatorios y la alteración en las células en sí llevan a cáncer. Es eso lo que estamos queriendo ver en nuestros pacientes, cuánto es el porcentaje de ellos que tienen la coincidencia entre la utilización del acullico de la hoja de coca con el cáncer de cavidad oral. No vamos a investigar si es que la alteración celular es por eso o no, porque ya conocemos que sí existe, hay un traumatismo permanente y un proceso inflamatorio permanente que no aparece de un año para otro.

¿Qué es lo que causa esas pequeñas lesiones que luego se transforman en trauma?

Hay un trabajo que se hizo en La Paz, en el que se indaga la relación del palito que hay en la hoja con la provocación del proceso inflamatorio. Para mí esa teoría no es del todo cierta porque, adicional al palito –ahora se utiliza la coca despalada–, está el traumatismo en sí de masticar la hoja; segundo, de mantenerla permanentemente en la cavidad oral, generalmente apegada a la encía, apretando con la lengua; y, tercero, durante un tiempo prolongado. Entonces hay traumatismo, hay permanencia de ese factor que irrita todos los días prácticamente. Adicional a ello, la gran mayoría de estos pacientes vienen del campo y ellos no tienen una buena higiene en la cavidad oral, no tienen una buena conservación de la dentadura, son factores que suman, y también existe HPV en la cavidad oral en varios de ellos… No es una forma, un traumatismo solo, es por el palito o es por la hoja o es por los dos, suman a eso el tiempo prolongado que se tiene el bolo en la cavidad oral.

Cuando escuchamos traumatismo pensamos inmediatamente en un golpe, ¿a qué se refiere cuando habla de traumatismo en la cavidad oral?

El traumatismo significa que algo está haciendo algún efecto en alguna cosa. Está la encía, está el borde de la lengua y está el resto de la cavidad oral. La permanencia de ese bolo o de ese elemento, vamos a llamarlo así, está haciendo un roce casi permanente, o apretando la encía, apretando la lengua o lo mismo ocupando espacio, eso es un traumatismo. Eso lleva a una inflamación con el transcurso del tiempo. Como usted dice, con el traumatismo uno lo primero que siente es el golpe; esto no es un golpe duro, brusco, pero es un roce permanente que lleva a pequeñas lesiones, a inflamación y probablemente hasta a algunas infecciones. En este caso, esa inflamación permanente es traumatismo y puede llevar a las alteraciones de la célula con el pasar del tiempo.

Seguramente los pacientes tienen una primera contención en los dentistas…

No necesariamente. En el hospital, los pacientes, una que vez iban al hospital, pasaban por el odontólogo para que nos colaboren con la biopsia inicial, pero no van directamente al dentista. Sí, hay pacientes de clase media y clase media alta que sí lo hacen, pero no es la gran mayoría de los pacientes que tienen este tipo de cáncer. La gran mayoría es de clase media baja o clase social menos favorecida; ellos no van generalmente al dentista, llegan directamente a los hospitales y con lesiones avanzadas.

¿Qué opina usted sobre esos aditivos que se usan junto a la hoja de coca (bicarbonato, estevia, etc.)?

Yo también escucho que le ponen ahora unas bolsitas para proteger, como una bolsita de té, que lo mezclan con whisky, con vodka, etc., probablemente no sea eso. Lo esencial es ese traumatismo permanente, de larga duración. Le decía yo que mucha gente del campo viene, pero ahora hay muchos trabajadores de empresas acá en Santa Cruz que no necesariamente vienen del campo, pero sí tienen el hábito del consumo de la coca.

¿El Oncológico atiende a personas de todo el país o estos casos son básicamente del departamento?

El Oncológico atiende a todas las personas que llegan, de dónde sea. En la época en que yo fui director hicimos un levantamiento para ver a cuántas personas atendíamos, en qué porcentaje atendíamos a pacientes que no viven en Santa Cruz y teníamos alrededor de 28% de pacientes no vivientes en Santa Cruz, adicional a los que daban la dirección de algún familiar… Claro, por ser un hospital especializado en cánceres hay una mayor afluencia, vienen de toda la parte oriental de Tarija, del Chaco chuquisaqueño y de todo el Chapare prácticamente. Me arriesgo a decir que el Oncológico da cobertura a alrededor de 4 millones y medio de habitantes.

¿Hay registro oficial de cáncer en el país?

Están haciendo… las estadísticas que muestran en los registros de cáncer han iniciado hace tres a cuatro años, todavía están mezclando la forma de registrar, pero está mejorando. Qué es lo que se hace cuando salen estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, muestran a Bolivia: (cáncer de) cuello uterino, primero; mama, segundo; próstata, tercero. Ellos no vienen a Bolivia a tomar los datos, ellos hacen una relación proporcional con datos de países vecinos; no son datos reales nuestros, porque no tenemos un registro, bueno, ahora está comenzando a funcionar. Esperemos que se destine gente, porque el problema es ése, que se necesita gente dedicada al registro de cáncer. Estadística es cuántos vinieron con cáncer de este tipo y este otro, que es lo que estamos haciendo nosotros. El registro de cáncer viene desde el diagnóstico hasta el seguimiento del paciente, eso se está empezando a hacer, pero para ello se necesita gente dedicada sólo a eso. En nuestros hospitales faltan médicos, enfermeras, falta todo, va a ser difícil que se priorice personal administrativo sólo para ello, pero esperemos que se haga.

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“Conocemos que en otros países se tiene la masticación del hachís con esas alteraciones celulares que llevan a procesos inflamatorios”.
“Hay un trabajo que se hizo … en el que se indaga la relación del palito que hay en la hoja con la provocación del proceso inflamatorio”